En una reciente entrevista realizada por la revista “Armas” al General Manuel de Jesús Hernández, Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, este señalo que no se tiene contemplada la adquisición de ningún material de vuelo durante el presente gobierno.
También dijo que la Fuerza Aérea Mexicana cuenta con un total de 351 aeronaves de las cuales 222 son aeronaves de ala fija (aviones) y 129 de ala rotativa (helicópteros) distribuidos a lo largo del territorio mexicano para desempeñar las tareas que le sean encomendadas.
Desde hace más de diez años, se había dado un impulso significativo para modernizar los aviones y helicópteros de los escuadrones aéreos de la FAM a través de una estrategia programática y medible que se incorpora como una acción de gobierno. A partir del 2012, todas las adquisiciones se encontraban contempladas en los programas sectoriales tanto de la Secretaria de la Defensa Nacional como de la Secretaria de Marina, siendo parte de una actividad de gobierno, ya cuentan con indicadores que permiten medir su avance. Siendo así que de no cumplirse se estaría incurriendo en un desfase a los programas de gobierno. A la fecha no se han publicado los programas sectoriales 2019-2024 ni de Defensa ni de Marina.
En la década anterior el enfoque fue modernizar los escuadrones de transporte, de aviones tácticos y de helicópteros. Es así que ahora se cuenta con una importante flota de aviones de transporte medio como los Airbus Military C-295M y W además de los C-27J de la entonces Alenia ahora Leonardo y los transportes pesados con los jets Boeing 737-800. Los aviones tácticos de la FAM los Pilatus PC-7 empleados para interceptar vuelos ilegales desde la década de los ochenta están siendo sustituidos por los nuevos T-6C también se cuenta también con nuevos aviones Beechcraft King Air 350, para realizar misiones de transporte, enlace y vigilancia. Los medios para adiestramiento también fueron renovados con la incorporación de los aviones Grob 120TP para la Escuela Militar de Aviación.
La flota de helicópteros también fue renovada, incorporando los Airbus Helicopters HM-225M Cougar, los Sikorsky UH-60M Black Hawk y los Bell 407 GX. También se adquirieron insumos nuevos, como los Vehículos Aéreos no Tripulados, conocidos como drones, como los Hermes adquiridos en Israel, y aún más importante, los modelos desarrollados y producidos en México por la compañía Hydra Technologies.
México es un país que tiene una superficie territorial de casi dos millones de kilómetros cuadrados, a los que hay que sumarle un poco más de tres millones de kilómetros cuadrados de zona económica exclusiva sobre el mar. De acuerdo con datos del Fondo monetario internacional y del Banco Mundial el Producto Interno Bruto (PIB) de la economía mexicana es el quince a nivel mundial, solo abajo de España y Australia, por lo tanto su fuerza militar debería ser similar, pero no es así, es conocido que México tiene un déficit de elementos y materiales en sus fuerzas armadas debido principalmente a la falta de presupuesto.
Tan solo de realizar una comparación entre las fuerzas aéreas de estos tres países, con un PIB similar veremos que la mexicana es la más pequeña en términos de aeronaves y capacidad tecnológica, aunque el rezago estaba siendo atacado con las incorporaciones de nuevas aeronaves y tecnologías.
Al término del gobierno anterior se destinaba a la defensa un 0.49% del Producto Bruto Interno (PIB), situación que continua, aunque se habían hecho esfuerzos para lograr incrementos que en forma gradual llegaran al 1.5% lo que permitirá contar de acuerdo con la visión 2030 de la Secretaría de la Defensa Nacional, con una Fuerza Armada polivalente, ligera, flexible, de gran movilidad táctica y estratégica, con capacidad de respuesta y dotada de recursos humanos, tecnológicos e informáticos de alta calidad, acordes a la potencialidad del país, que pueda hacer frente en diversos ambientes, a amenazas externas e internas, que pongan en riesgo la consecución y/o mantenimiento de los objetivos nacionales. América Latina gasta en promedio el 1.31 por ciento de su PIB en Defensa, en proporción, el gasto de México en esta área es uno de los más bajos de la región.
El fortalecimiento de la FAM se logrará al adquirir material de vuelo con tecnología de punta, tales como aeronaves a reacción interceptores, de transporte ligero y pesado, así como aeronaves configuradas como ambulancias; también será necesaria la configuración y desarrollo de un sistema de defensa aérea, sin olvidar los helicópteros para las operaciones aéreas en apoyo a la población civil en sus diversas vertientes; desde luego, que esto conlleva a la construcción de las instalaciones para su operación adecuada.
El no continuar con el equipamiento de la Fuerza Aérea Mexicana como se había planeado repercutirá en el futuro ya que hará más difícil la adquisición de equipamiento en los presupuestos futuros y se podrían mermar varias capacidades para la defensa y los planes de ayuda a la población.
Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *