• Imágenes de la Parada Aérea del Desfile Militar del 16 de septiembre de 2024

    Imágenes de la Parada Aérea del Desfile Militar del 16 de septiembre de 20240

    Para conmemorar el CCXIV Aniversario de la Independencia de México y para facilitar las maniobras de los aviones militares se suspendieron los aterrizajes y despegues en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) este 16 de septiembre de las 09:15 a las 13:30 horas. Para esto la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), la Aviación de la Armada de México y la Guardia Nacional (GN) organizaron el Agrupamiento Aéreo 2024, en homenaje a Leona Vicario, preparando a las tripulaciones y maquinas semanas antes. Siendo así, más de 92 aeronaves fueron concentradas en la Base Aérea Militar N° 1 con la finalidad de estar listos para participar en la Parada Aérea del Desfile Militar 2024, después del briefing de pilotos la actividad comenzó a aumentar en esta base aérea, personal de mantenimiento se ufanaba en dar los últimos detalles a las aeronaves En punto de las 10 de la mañana los distintos contingentes comenzaron sus procedimientos de arranque para iniciar sus vuelos, un solitario T-6C Texan II despego con la finalidad de realizar un vuelo de reconocimiento sobre las rutas aéreas y reportar condiciones de clima y visibilidad. Las primeras aeronaves en despegar fueron la escuadrilla conmemorativa compuesta por seis aviones T-6C y tres Pilatus PC-7 del Colegio del Aire con la misión de sobrevolar la plaza de la Constitución de la Ciudad de México al inicio del Desfile Militar. Este primer contingente fue seguido por los agrupamientos de helicópteros siendo los más numerosos los UH-60 Black Hawk de la FAM y la GN, seguidos por la escuadrilla Tigre y sus tres aviones F-5E Tiger II del Escuadrón Aéreo 401, para continuar con los agrupamientos de aviones T-6C, transportes pesados y Colegio del Aire. Después de realizar sus pases sobre la CDMX las aeronaves regresaron a su base, exclamando a su llegada sin novedad ¡ En el Desfile Militar 2024, participaron 15 mil 688 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Secretaría de Marina (SEMAR) y Guardia Nacional (GN), 32 banderas de guerra, seis asesores extranjeros de los países amigos, 143 soldados honorarios, 115 charros y civiles, 753 vehículos terrestres, 92 aeronaves, 21 embarcaciones, 449 caballos, 111 canes y 20 aves.              

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  • México recibirá un primer C-130J al finalizar 2024 y será el primer usuario en LATAM

    México recibirá un primer C-130J al finalizar 2024 y será el primer usuario en LATAM1

    Aunque en el sexenio 2018-2024 no se renovó ninguno de los equipos de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), gracias a las incorporaciones realizadas antes del 2018, la mayoría de los escuadrones pudieron efectuar sus misiones por los equipos nuevos con los que contaban, aunque en el último año la situación de la flota de los transportes pesados empeoro, con el retiro de los tres Boeing 737-800 del Escuadrón Aéreo 502, para enviarlos a la aerolínea estatal lo que obligo a forzar las maquinas del Escuadrón Aéreo 302 al máximo para suplir en tareas de transporte esos tres aviones de gran capacidad. En un clima de austeridad hacia las fuerzas armadas, los miembros de la FAM se las arreglaron para convencer al alto mando de la necesidad de contar al menos con aeronaves nuevas para el transporte, iniciando en el 2022 los procesos administrativos para la incorporación de dos nuevas aeronaves presentando el Análisis Costo-Beneficio del proyecto de inversión “Fortalecer la capacidad de transporte aéreo” En este se señala que uno de los principales escuadrones aéreos que apoya en el cumplimiento de estas misiones es el Escuadrón Aéreo 302, teniendo como función realizar operaciones de transporte aéreo de personal, carga de insumos de cualquier índole, mediante el transporte aéreo logístico, apoyo al plan DN-III-E, con el objeto de coadyuvar en el cumplimiento de las misiones ordenadas por la secretaria de la Defensa Nacional. La problemática actual que presenta el Escuadrón Aéreo 302 es el déficit en las operaciones, generando altos costos de operatividad y mantenimiento de las aeronaves, afectando en la eficiencia. En la actualidad este Escuadrón cuenta con tres aeronaves C-130, dos del modelo MK-3 y una del modelo L-1110 (versión civil del C-130 que llego a la FAM a través de PEMEX), de las cuales dos están en mantenimiento y una operativa. Esta problemática ocasionó que se tomara la decisión de utilizar los aviones Leonardo C-27J Spartan a cargo del mismo escuadrón para cumplir con la demanda de transporte aéreo. Por la cantidad de años de servicio y las horas de vuelo de los aviones Hércules, se han realizado mantenimientos de manera más constante, generando altos costos, refaccionamiento y un déficit en la oferta de vuelos. Es por eso que uno de los objetivos del proyecto es incrementar y fortalecer las capacidades de la flota actual de aeronaves de ala fija, con dos aviones C-130J (Súper Hércules), con capacidad de transporte aéreo militar, y tecnología de punta que garantice altos estándares de seguridad permitiendo un empleo eficaz de los medios aéreos de acuerdo a los requerimientos específicos, aumentando los márgenes de seguridad, economía, eficiencia y eficacia en su empleo, de acuerdo con el análisis costo beneficio se prevé que la primera aeronave llegue a finales del 2024 y la segunda a principios del 2025. Estas dos aeronaves aumentaran la oferta de operaciones aéreas ya que tienen la ventaja que al ser nuevas su mantenimiento no es muy constante, y su consumo de combustible es menor. A partir de año 2028 se prevé que los C-130 sean dados de baja y queden fuera de servicio, quedando solo las dos aeronaves C-130J. Estas aeronaves garantizarían un ahorro económico en su mantenimiento, al ser aviones nuevos no requiriéndolo constantemente como los C-130 que se tienen actualmente en el Escuadrón Aéreo 302. El proyecto contempla 1 años de ejecución y 20 años de operación, lo que arroja un horizonte de evaluación de 21 años

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  • Te invitamos a descargar la Reseña oficial FAMEX 2023

    Te invitamos a descargar la Reseña oficial FAMEX 20230

    La Feria Aeroespacial México –FAMEX-, surge en el año 2015 con el objetivo de posicionar a nuestro país dentro de la industria aeroespacial a nivel mundial como un referente obligado, demostrando a lo largo de cinco ediciones su capacidad de convocatoria e impactando en la economía nacional dentro del sector aeroespacial al obtener una derrama de 9.3 miles de millones de dólares, dejando en claro que es posible incrementar el nivel de productividad en este sector a niveles altamente competitivos. Lo anterior queda de manifiesto al revisar los números finales de esta 5ª. Edición, donde FAMEX logró posicionarse en el 5º. Lugar en expositores en comparación con las ferias más importantes de este tipo a nivel mundial al haber logrado reunir 703 expositores y el 3er. sitio en asistencia al reportar la cifra de 105 mil visitantes durante los días del evento, siendo solamente superada por el Paris Airshow y la feria de Farnborough en Reino Unido y delante de FIDAE de Chile y LAAD de Brasil lo cual la ubica en el primer puesto en América Latina. De lo expresado anteriormente surge la necesidad de la presente reseña, cuya meta es reportar de manera puntual las cifras obtenidas durante la edición 2023 así como resaltar las novedades y actores participantes que este año contó con Francia como país invitado, así mismo se presentan los momentos más relevantes sucedidos en FAMEX a través de galerías fotográficas que incluyen por supuesto el espectáculo  aéreo que como cierre del evento preparó el comité organizador, obteniendo como resultado un documento de enorme valor histórico. Te invitamos a leerlo y descargarlo en el siguiente enlace: https://books.google.com.mx/books/about?id=4V4cEQAAQBAJ&redir_esc=y Estas son algunas imágenes de la reseña, que esperamos te ayude para conocer más de la industria aeroespacial mexicana y de la Fuerza Aérea Mexicana.          

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  • Cuando México quería el Kfir C-2 de Ala Delta

    Cuando México quería el Kfir C-2 de Ala Delta0

    Por José Antonio Quevedo A finales del año 1976, fueron descubiertos nuevos yacimientos petrolíferos en los mares mexicanos lo que aumento las reservas petroleras, convirtiendo a México en uno de los mayores productores de crudo en el mundo, por lo que la perspectiva de la Defensa nacional tuvo que ser analizada y adecuada a los nuevos intereses y a los recursos descubiertos. Sobre esta situación México comenzó la modernización de sus Fuerzas Armadas de Aire, Tierra y Mar, reconsiderando las ofertas recibidas y buscando a nivel mundial los recursos más adecuados al nivel de protección que se buscaba. Hacia mediados de 1977 la FAM se inclinaba por dos aeronaves;  el FUGA Magister de diseño francés, que se consideraba óptimo para reemplazar a los aviones T-28 con el que estaban dotados los tres Grupos Aéreos ubicados en el interior de México y el Escuadrón del 1er Grupo Aéreo que se encontraba en Zapopan y el caza supersónico Kfir C-2 de fabricación israelí, ideal para reactivar el Escuadrón Aéreo 200 del Séptimo Grupo Aéreo Jet de Pelea con el cual se podrían resolver muchos problemas de índole militar, así como dar un  gran salto tecnológico en todos sus niveles, en ese momento el precio de uno de estos aparatos se estimaba en seis millones de dólares aproximadamente. Dentro de este esquema de equipamiento, finalmente se adquirieron en Suiza los aviones Pilatus PC-7 con la triple función de entrenadores/apoyo a tierra/seguridad interior a partir de 1978. Primero con el escuadrón de entrenamiento de la Escuela Militar de Aviación en Zapopan, Jalisco que utilizaba AT-6 y después en los demás Escuadrones Aéreos que utilizaban T-28 dejando al FUGA Magíster en el camino. Una de las opciones consideradas para el arma de caza durante los últimos años de la década de los setenta era el de aprovechar el Programa de Ventas Militares del Gobierno de los Estados Unidos, para la compra de un Escuadrón Aéreo de aviones de combate y de todo el aparato logístico y de capacitación alrededor de ellos, vislumbrando la posibilidad de equiparse de 26 aparatos Northrop F-5E/F que formarían un Grupo Aéreo, pero en 1977 el presidente James Carter decretó la Directiva Presidencial 13 (PD-13) con la intención de que la transferencia de armas estuviera ligada directamente a mejorar los intereses de seguridad de Estados Unidos y las vinculó estrechamente a los historiales de derechos humanos de los gobiernos receptores, esta primera solicitud se rechazó en 1979. Esta directiva impuso límites en el monto del dinero de las ventas y prohibió que Estados Unidos introdujera en una zona armamentos que sean más sofisticados que los que ya existían en ella, limitó la producción de armamentos que se desarrollaran exclusivamente para exportación y puso muchas otras limitaciones. Muchos analistas señalaron que la presidencia de Carter fue incongruente en la aplicación de la PD-13, ya recibió gran oposición incluso dentro de su propia administración. Mientras que el presidente Carter prohibió las ventas de aviones a América Latina, propuso una de las ventas más grandes de aviones a Israel, Arabia Saudita y Egipto en la primavera de 1978, proporcionando un claro ejemplo de las incongruencias de sus políticas. Así las cosas la FAM, volvió a su primera opción, el avión de combate multipropósito supersónico de fabricación israelí Kfir C-2 de acuerdo a la propuesta presentada por el gobierno de Israel, llegando incluso a la visita de sus representantes durante el mes de enero de 1980 para estudiar la compraventa de veinticuatro de estas aeronaves, con posibilidades de llevar a cabo el ensamblado de estos en territorio mexicano y convertirse en plataforma de producción para posibles ventas en Latinoamérica. Un Boeing 727 de la Fuerza Aérea Mexicana se desplazó a Israel y dos pilotos, el General de Grupo Javier Velarde Quintero y el Capitán Alberto Esquinca Gurrusquieta, realizaron vuelos de prueba en el avión. El avión Kfir, que era una muy mejorada evolución del Mirage 5, de origen francés y que presentaba un notorio incremento sobre las prestaciones de los Mirage originales en gran parte por la adopción de planos canard  y un motor mucho más potente, en este caso un turborreactor de flujo axial General Electric J79. El motor norteamericano presentaba en si un obstáculo en el diseño del Kfir que a la larga no permitirá su llegada a México, siendo este motor la causa de la restricción para su venta a terceros países, ya que al estar equipado con un motor norteamericano, para la venta de los aviones se tenía que pedir autorización del Departamento de Estado Norteamericano, que decidió no otorgar la licencia de reexportación de los motores J-79, al no concretar un acuerdo de compensación para General Electric. Esta falta de compensaciones por parte de Israel fue el obstáculo principal para que el Kfir no llegara a México, así de simple, ni el inexistente tratado de Bucareli, ni conspiraciones son las causas. Por su parte la Secretaría de la Defensa Nacional teniendo conocimiento de que otros países como la Argentina no pudieron tampoco obtener la aeronave, causaron el derrumbe de la adquisición mexicana, que de cualquier manera no había cesado en su interés por el caza ligero de Northrop, que era de nueva construcción. A la luz de los años es muy probable que la empresa israelí, al no obtener la autorización para la venta del motor J-79, haya ofrecido a la FAM como lo hizo a la Argentina un avión como el Nesher que era una versión de transición desarrollada a partir del Mirage V con distintas modificaciones, escasa aviónica y reducida capacidad de ataque diurno y sin radar, lo que contrastaba con las prestaciones de un avión nuevo como el F-5E y que inclinaron totalmente la opción de compra hacia el avión de Northrop. Es de hacer notar que lo que México y la Argentina no lograron, el Ecuador si lo lograría, ya que comenzó a operar el Kfir en su Fuerza Aérea a partir de marzo de 1982, muy probablemente autorizando la importación del motor norteamericano como

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  • AT-6 Wolverine, un avión de ataque para México

    AT-6 Wolverine, un avión de ataque para México1

    El 5 de enero de 2023, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) tuvo que echar mano de dos de sus aviones T-6C Texan II artillados con pods de ametralladoras para apoyar a las tropas del ejército mexicano que luchaban por controlar la ciudad de Culiacán Sinaloa, que estaba siendo tomada por grupos de criminales fuertemente armados que querían evitar la detención y traslado de su líder, el apoyo de los tejanos y de los helicópteros Blackhawk fue definitoria para replegar a los criminales. Apenas meses atrás la Fuerza Aérea Mexicana terminó de poner a punto el artillado de estas aeronaves ya que como sabemos la función principal de esta versión es el entrenamiento avanzado, aunque eso no limita su capacidad de ataque a tierra, sobre todo ahora que los escuadrones de ataque conformados por los aviones PC-7 fueron desactivados, por lo anterior es necesario plantearse la necesidad real de que la Fuerza Aérea Mexicana opere un avión dedicado al ataque y que mejor que hacerlo con la versión AT-6 Wolwerine, como es de todos conocido la Aviación militar mexicana opera más de 70 aeronaves T-6C, la fuerza aérea 60 y la aviación de la Armada de México 13. El T-6C es la última versión de la aeronave T-6 que apenas alcanzó su completa operación y aceptación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en octubre de 2001 y en agosto de 2003, por la Marina de los Estados Unidos. El T-6 Texan II ha sido un elemento confiable para operaciones de entrenamiento donde se han reducido los ciclos de mantenimiento en comparación con los T-37, los jets de entrenamiento que reemplazó y por ende los costos operativos. La aeronave ofrece soluciones integradas de entrenamiento sintético aire-tierra y aire-aire. Su aviónica digital Esterline CMC Cockpit 4000 incorpora un sistema de gestión de vuelo certificado por la FAA, sistema de navegación GPS, pantallas de vuelo primario,  un HUD que tiene capacidad de simular aviones como el F-16 o el F-18, una unidad inercial de referencia, altímetro de radar, sistema de control de temperatura y grabador de video digital entre otros sistemas de vanguardia, la flexibilidad inherente del T-6C su excelente aerodinámica y el rendimiento del motor similar a un jet permiten una amplia gama de potenciales usos multimisión. Las variantes del T-6C básico que ya se han utilizado para el entrenamiento de armas  a nivel mundial y también se evaluado con éxito en las opciones para agregar capacidad de vigilancia y reconocimiento, con todo lo anterior la última versión del T-6C y que es la versión que operan las fuerzas armadas mexicanas es una aeronave bastante avanzada, capaz de llevar armamento, aunque los  fines ofensivos del T-6C son limitados por lo que se desarrolló la versión AT-6 Wolverine que está equipado con otra planta motriz más potente, aviónica y blindaje erigiéndose como un verdadero avión de ataque y apoyo aéreo cercano ya que proporciona una capacidad integral de ataque en ambientes de combate. El Wolverine es un avión con sistemas para múltiples misiones,  diseñado para satisfacer una amplia variedad de necesidades de ataque ya que cuenta con un ordenador de misión integrado usado por el A-10C en la cabina además de sistemas de gestión de vuelo puede operar una amplia variedad de armas incluyendo las de uso general guiadas por láser y municiones asistidas por inercia, el Wolverine cubre un amplio espectro de misiones que incluye el entrenamiento vigilancia y reconocimiento de inteligencia además del ataque de precisión sus capacidades son ideales para la defensa interna y para las misiones de apoyo Como vemos el AT-6 es un avión muy capaz para misiones de apoyo aéreo cercano equipado con lo último en tecnología y a un precio accesible por lo que ahora sería el momento que México pudiera contar con una aeronave de última generación que realice la función de apoyo aéreo cercano especializado aprovechando las capacidades y experiencia ganada en la operación del T-6C ; por otra parte en el plan de la FAM  para el sexenio 2018-2024  se preveía la incorporación de 30 nuevos Aviones Texan II  por lo que creemos que sería el momento de pensar en incorporar una aeronave como el Wolverine recordando que en FAMEX 2015, esta aeronave fue presentada a los mandos de la fuerza a Mexicana con miras a su evaluación por parte de los pilotos mexicanos.

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  • ¿Reemplazar o modernizar? F-5E/F Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana

    ¿Reemplazar o modernizar? F-5E/F Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana17

    Los interceptores F-5E/F Tiger II y que equipan al Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana, son aviones de combate ligeros diseñados principalmente para misiones de defensa aérea y ataque ligero. Estas son sus capacidades de combate: Armamento – Dos cañones Pontiac M39 de 20 mm – Dos misiles aire-aire AIM-93P Sidewinder. – Pueden portar una variedad de bombas y cohetes no guiados para misiones de ataque a tierra. Rendimiento – Velocidad: Aproximadamente Mach 1.6 (alrededor de 1,700 km/h). – Alcance: 1,400 km sin reabastecimiento en vuelo, con tanque de combustible – Techo de Servicio: Hasta 51,800 pies (unos 15,800 metros). Aviónica – Equipados con un radar AN/APQ-159, que permiten la detección y seguimiento de objetivos aéreos. – Sistemas de navegación y comunicación básicos, adecuados para su época de diseño. Aunque los F-5E han sido efectivos en su rol, su tecnología es ahora considerada obsoleta en comparación con los aviones de combate modernos. La decisión de reemplazar o modernizar los F-5E de la Fuerza Aérea Mexicana es un dilema complejo que implica una serie de factores interrelacionados. Argumentos a favor de la modernización: Extensión de la vida útil: Mediante actualizaciones tecnológicas, los F-5E podrían prolongar su servicio activo por varios años más, ofreciendo una solución a corto plazo y más económica que la adquisición de nuevos aviones. Continuidad operativa: Los pilotos mexicanos ya están familiarizados con el F-5E, lo que reduce los costos y el tiempo de entrenamiento necesarios para operar una nueva plataforma. Integración a sistemas existentes: La modernización permitiría integrar los F-5E a los sistemas de defensa aérea existentes, optimizando la interoperabilidad y la eficiencia. Argumentos a favor del reemplazo: Obsolescencia tecnológica: Los F-5E son aviones de una generación anterior, y su tecnología se ha vuelto obsoleta en comparación con los cazas de última generación. Limitaciones operativas: Los F-5E tienen limitaciones en cuanto a alcance, carga útil y capacidades de combate aire-aire, lo que los hace menos efectivos en escenarios de conflicto modernos. Costos a largo plazo: Si bien la modernización puede ser una opción atractiva a corto plazo, los costos de mantenimiento y actualización a largo plazo podrían superar los beneficios. Factores a considerar: Presupuesto: El presupuesto de la Fuerza Aérea Mexicana es un factor limitante que influirá en la decisión final. Necesidades operativas: Las amenazas a la seguridad nacional y las misiones que debe cumplir la Fuerza Aérea definirán las capacidades requeridas en un nuevo caza. Disponibilidad de opciones: La oferta de cazas en el mercado internacional y las condiciones de las negociaciones con los fabricantes también serán determinantes. Integración a la región: La necesidad de operar en conjunto con otras fuerzas aéreas de la región, como Estados Unidos y Canadá, podría influir en la elección de un nuevo avión. En conclusión, la decisión de reemplazar o modernizar los F-5E es una cuestión estratégica que debe ser analizada cuidadosamente. Si bien la modernización puede ser una solución a corto plazo, la adquisición de nuevos cazas a largo plazo parece inevitable para garantizar la seguridad aérea de México y su capacidad para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Algunos posibles candidatos para reemplazar al F-5E incluyen: F-16 Block 70/72: Una versión modernizada del F-16, con capacidades mejoradas y mayor alcance. Gripen E: Un caza sueco de última generación, conocido por su alta maniobrabilidad y bajo costo de operación. FA-50: El FA-50 es un avión de combate ligero basado en el avión de entrenamiento supersónico avanzado T-50 Golden Eagle. El avión tiene un solo turboventilador General Electric F404, el mismo que el F/A-18 Hornet, y puede superar los 1800 km/h. Es importante destacar que la elección de un nuevo caza debe basarse en un análisis exhaustivo de las necesidades específicas de la Fuerza Aérea Mexicana y en una evaluación rigurosa de las diferentes opciones disponibles en el mercado.

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