• México recibirá un primer C-130J al finalizar 2024 y será el primer usuario en LATAM

    México recibirá un primer C-130J al finalizar 2024 y será el primer usuario en LATAM1

    Aunque en el sexenio 2018-2024 no se renovó ninguno de los equipos de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), gracias a las incorporaciones realizadas antes del 2018, la mayoría de los escuadrones pudieron efectuar sus misiones por los equipos nuevos con los que contaban, aunque en el último año la situación de la flota de los transportes pesados empeoro, con el retiro de los tres Boeing 737-800 del Escuadrón Aéreo 502, para enviarlos a la aerolínea estatal lo que obligo a forzar las maquinas del Escuadrón Aéreo 302 al máximo para suplir en tareas de transporte esos tres aviones de gran capacidad. En un clima de austeridad hacia las fuerzas armadas, los miembros de la FAM se las arreglaron para convencer al alto mando de la necesidad de contar al menos con aeronaves nuevas para el transporte, iniciando en el 2022 los procesos administrativos para la incorporación de dos nuevas aeronaves presentando el Análisis Costo-Beneficio del proyecto de inversión “Fortalecer la capacidad de transporte aéreo” En este se señala que uno de los principales escuadrones aéreos que apoya en el cumplimiento de estas misiones es el Escuadrón Aéreo 302, teniendo como función realizar operaciones de transporte aéreo de personal, carga de insumos de cualquier índole, mediante el transporte aéreo logístico, apoyo al plan DN-III-E, con el objeto de coadyuvar en el cumplimiento de las misiones ordenadas por la secretaria de la Defensa Nacional. La problemática actual que presenta el Escuadrón Aéreo 302 es el déficit en las operaciones, generando altos costos de operatividad y mantenimiento de las aeronaves, afectando en la eficiencia. En la actualidad este Escuadrón cuenta con tres aeronaves C-130, dos del modelo MK-3 y una del modelo L-1110 (versión civil del C-130 que llego a la FAM a través de PEMEX), de las cuales dos están en mantenimiento y una operativa. Esta problemática ocasionó que se tomara la decisión de utilizar los aviones Leonardo C-27J Spartan a cargo del mismo escuadrón para cumplir con la demanda de transporte aéreo. Por la cantidad de años de servicio y las horas de vuelo de los aviones Hércules, se han realizado mantenimientos de manera más constante, generando altos costos, refaccionamiento y un déficit en la oferta de vuelos. Es por eso que uno de los objetivos del proyecto es incrementar y fortalecer las capacidades de la flota actual de aeronaves de ala fija, con dos aviones C-130J (Súper Hércules), con capacidad de transporte aéreo militar, y tecnología de punta que garantice altos estándares de seguridad permitiendo un empleo eficaz de los medios aéreos de acuerdo a los requerimientos específicos, aumentando los márgenes de seguridad, economía, eficiencia y eficacia en su empleo, de acuerdo con el análisis costo beneficio se prevé que la primera aeronave llegue a finales del 2024 y la segunda a principios del 2025. Estas dos aeronaves aumentaran la oferta de operaciones aéreas ya que tienen la ventaja que al ser nuevas su mantenimiento no es muy constante, y su consumo de combustible es menor. A partir de año 2028 se prevé que los C-130 sean dados de baja y queden fuera de servicio, quedando solo las dos aeronaves C-130J. Estas aeronaves garantizarían un ahorro económico en su mantenimiento, al ser aviones nuevos no requiriéndolo constantemente como los C-130 que se tienen actualmente en el Escuadrón Aéreo 302. El proyecto contempla 1 años de ejecución y 20 años de operación, lo que arroja un horizonte de evaluación de 21 años

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  • Como perdió Suiza la venta de 120 aviones a México

    Como perdió Suiza la venta de 120 aviones a México0

    Por: José A. Quevedo El primer vuelo del prototipo del avión PC-9 ocurrió en mayo de 1984. Un segundo prototipo voló el 20 de julio del mismo año y ya contaba con todos los sistemas de la instrumentación electrónica estándar del vuelo y del control del medio ambiente instalados, era completamente representativo de la versión de la producción. Desafortunadamente el PC-9 había perdido la competencia para dotar a la Real Fuerza Aérea de un entrenador turbohélice ante el Shorts Tucano. Sin embargo, la promoción realizada condujo pronto a su primera orden por parte de la Fuerza Aérea de Arabia Saudita, aunque el primer avión de producción se entregó a Australia en mayo de 1987, con la designación PC-9/A. En 1993, antes de la insurrección en Chiapas, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) estaba en busca de un nuevo avión para complementar con una aeronave más moderna a los aviones PC-7 de sus escuadrones aéreos, siendo lógico optar por el PC-9B una nueva versión de instrucción avanzada del avión suizo. De acuerdo con la revista Air Force Magazine de diciembre de 1995, la FAM había comprado 48 aviones PC-9B, a la empresa Pilatus, mismos que ya no pudieron ser entregados por el veto que el parlamento suizo aplicó a esta compra, alegando un uso no autorizado.   Cabe señalar que en 1995 cuando la FAM intento que se entregaran los 48 aviones Pilatus PC-9B, cuyo costo era de unos 238 millones de dólares el Consejo Federal de Suiza intervino para impedir la venta de nuevos aparatos Pilatus a México. Un año antes, se habían utilizado aviones PC-7 para replegar a la guerrilla zapatista en Chiapas. La FAM había ordenado 48 aviones Pilatus PC-9B de los cuales diez serían usados, fabricados en 1988 para E.I.S. Aircraft GmbH, que los usaba en Alemania para remolque de blancos. Esos aparatos llegaron a recibir las matrículas mexicanas del 2171 al 2180, y el resto serían de nueva construcción. Sin embargo, la compra fue cancelada en febrero de 1995 por el gobierno suizo, debido al empleo en combate de los PC-7 en Chiapas. E.I.S. Aircraft GmbH continúa operando ocho de esos aviones. En 1997 una nueva ley federal sobre control de productos con dobles fines, entro en vigor donde no se consideraba a los aviones Pilatus como “material bélico”. Aun en el 2009, en la página electrónica de la empresa se hacía una breve referencia al embargo, al señalar que en 1995 “se aplicaron estrictas restricciones que frenaron un importante acuerdo comercial con México para la adquisición de aviones de adiestramiento”. No se menciona siquiera de pláticas con el gobierno mexicano para levantar el embargo comercial. Para competir en el programa JPATS, que buscaba un nuevo entrenador avanzado destinado a remplazar los veteranos Cessna T-37 en servicio en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Pilatus y Beechcraft desarrollaron una versión extensamente modificada del PC-9, llamada Pilatus PC-9 Mk. II. Al ganar el concurso, la aeronave cambió su denominación a la de T-6A Texan II.  Posteriormente Pilatus en solitario desarrolló una nueva versión denominada PC-9M con una aleta dorsal agrandada para mejorar la estabilidad longitudinal, así como nuevos controles del motor y del propulsor. Después de un largo litigio respecto a los primeros pagos para la compra de los PC-9B, estos se materializaron en dos PC-9M entregados a la FAM en el 2006, una vez que se levantaron las restricciones del gobierno suizo. Con la idea de que México probara el PC-9M y a la larga hacer un pedido de más aviones, las dos nuevas aeronaves PC-9M con las matrículas FAM 2601 y 2602, hicieron el viaje de traslado realizando varias escalas una de ellas en el aeropuerto de Glasgow Prestwick en Gran Bretaña, llevando para este viaje tanques de combustible externos y una matrícula temporal suiza. Las aeronaves tuvieron un costo unitario de 6´834,000.00 francos suizos. Después de su llegada se procedió a realizar pruebas de tiro, por lo que se le instalaron contenedores de ametralladoras HMP calibre .50 y lanzacohetes LAU-32. En un principio las aeronaves fueron desplegadas a la Base Aérea Militar N° 5 en Zapopan, Jalisco, para iniciar el adiestramiento de pilotos, instructores y personal de mantenimiento. Para el adiestramiento se enviaron a ocho pilotos a recibir instrucción a la República de Irlanda, el personal para mantenimiento recibió los cursos correspondientes en las instalaciones de Pilatus en Suiza. Finalmente, los PC-9M fueron incorporados al Escuadrón Aéreo 202 ubicado en la Base Aérea Militar (BAM) N° 6 en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. El PC-9M de la FAM contaba con dos asientos expulsores cero-cero, que protegen al piloto en caso de un problema durante el vuelo; cuentan con una pantalla de cristal multifunción que presenta la información del vuelo de manera sencilla y en un solo dispositivo, dejando a un lado a los instrumentos análogos y mecánicos que imperan en los aviones que operaba la FAM en esa fecha. Estas aeronaves contienen mejoras como dispositivos de vuelo primarios y secundarios en la cabina de vuelo, a modo de los entrenadores más modernos de cabina digital. Desafortunadamente, el 14 de septiembre de 2011, uno de los PC-9M matricula 2601 se accidentó por el choque de un ave en la cabina, incidente en el que sus dos tripulantes lograron eyectarse para salvar la vida. En un comunicado, se indicó que la aeronave realizaba prácticas de vuelo en la BAM número seis, cuando perdió sustentación y cayó a tierra. “El piloto y copiloto se eyectaron de la aeronave oportunamente, resultando con lesiones leves que no ponen en riesgo su vida”. Un año antes la FAM empezaría la búsqueda de un avión que pudiera reemplazar al PC-7, para determinar el tipo de aeronave más conveniente estableció factores y características a tomarse en cuenta para su evaluación y consiguiente elección, identificado a los aviones PC-9M, Embraer Supertucano y T-6C Texan II, como los que reunían las mejores características. Después de evaluar las especificaciones técnicas, operativas y económicas de las aeronaves indicadas, se determinó que los aviones T-6C

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  • Se gradúan 81 pilotos aviadores licenciados en Administración Militar, incluyendo un becario de Guatemala y otro de Honduras.

    Se gradúan 81 pilotos aviadores licenciados en Administración Militar, incluyendo un becario de Guatemala y otro de Honduras.0

    En una ceremonia presidida por el general Luis Crescencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, se graduaron 190 cadetes del Colegio del Aire, incluyendo 49 mujeres. Los graduados obtuvieron licenciaturas en diversas especialidades militares y la primera generación de la licenciatura en Seguridad Pública. En su intervención el General de Ala Piloto Aviador, Diplomado de Estado Mayor Aéreo, Leopoldo Cárdenas Curiel, director del Colegio del Aire, destacó el papel crucial de los graduados “En este centro educativo, los alumnos desarrollan habilidades y destrezas. Que les permiten continuar con la ruta profesional establecida, para satisfacer las necesidades de vida y operación del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y de la Guardia Nacional para construir en la seguridad del país“.   “Asimismo, es importante resaltar que, de todos los egresados, 49 son mujeres entre los que destacan, las primeras 6 en las licenciaturas en Aeronáutica Militar, especialistas en mantenimiento de aviación; en electrónica de aviación; abastecedores de material aéreo y en armamento aéreo“, refirió Cárdenas Curiel. Desde el año 2010, suman 217 mujeres graduadas de las diferentes carreras del Colegio del Aire. Además, se graduaron cinco oficiales meteorólogos militares; 38 controladores de vuelo, licenciados en Aeronáutica Militar; 12 en meteorólogos, licenciados en Meteorología Militar; 13 especialistas en mantenimiento de aviación; 16 en electrónica de aviación; seis abastecedores de material aéreo y seis en armamento aéreo, licenciados en Aeronáutica Militar. La celebración concluyó con una exhibición aérea de aeronaves, así como un desfile por parte de los cadetes de ese instituto armado.

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  • Cuando México quería el Kfir C-2 de Ala Delta

    Cuando México quería el Kfir C-2 de Ala Delta0

    Por José Antonio Quevedo A finales del año 1976, fueron descubiertos nuevos yacimientos petrolíferos en los mares mexicanos lo que aumento las reservas petroleras, convirtiendo a México en uno de los mayores productores de crudo en el mundo, por lo que la perspectiva de la Defensa nacional tuvo que ser analizada y adecuada a los nuevos intereses y a los recursos descubiertos. Sobre esta situación México comenzó la modernización de sus Fuerzas Armadas de Aire, Tierra y Mar, reconsiderando las ofertas recibidas y buscando a nivel mundial los recursos más adecuados al nivel de protección que se buscaba. Hacia mediados de 1977 la FAM se inclinaba por dos aeronaves;  el FUGA Magister de diseño francés, que se consideraba óptimo para reemplazar a los aviones T-28 con el que estaban dotados los tres Grupos Aéreos ubicados en el interior de México y el Escuadrón del 1er Grupo Aéreo que se encontraba en Zapopan y el caza supersónico Kfir C-2 de fabricación israelí, ideal para reactivar el Escuadrón Aéreo 200 del Séptimo Grupo Aéreo Jet de Pelea con el cual se podrían resolver muchos problemas de índole militar, así como dar un  gran salto tecnológico en todos sus niveles, en ese momento el precio de uno de estos aparatos se estimaba en seis millones de dólares aproximadamente. Dentro de este esquema de equipamiento, finalmente se adquirieron en Suiza los aviones Pilatus PC-7 con la triple función de entrenadores/apoyo a tierra/seguridad interior a partir de 1978. Primero con el escuadrón de entrenamiento de la Escuela Militar de Aviación en Zapopan, Jalisco que utilizaba AT-6 y después en los demás Escuadrones Aéreos que utilizaban T-28 dejando al FUGA Magíster en el camino. Una de las opciones consideradas para el arma de caza durante los últimos años de la década de los setenta era el de aprovechar el Programa de Ventas Militares del Gobierno de los Estados Unidos, para la compra de un Escuadrón Aéreo de aviones de combate y de todo el aparato logístico y de capacitación alrededor de ellos, vislumbrando la posibilidad de equiparse de 26 aparatos Northrop F-5E/F que formarían un Grupo Aéreo, pero en 1977 el presidente James Carter decretó la Directiva Presidencial 13 (PD-13) con la intención de que la transferencia de armas estuviera ligada directamente a mejorar los intereses de seguridad de Estados Unidos y las vinculó estrechamente a los historiales de derechos humanos de los gobiernos receptores, esta primera solicitud se rechazó en 1979. Esta directiva impuso límites en el monto del dinero de las ventas y prohibió que Estados Unidos introdujera en una zona armamentos que sean más sofisticados que los que ya existían en ella, limitó la producción de armamentos que se desarrollaran exclusivamente para exportación y puso muchas otras limitaciones. Muchos analistas señalaron que la presidencia de Carter fue incongruente en la aplicación de la PD-13, ya recibió gran oposición incluso dentro de su propia administración. Mientras que el presidente Carter prohibió las ventas de aviones a América Latina, propuso una de las ventas más grandes de aviones a Israel, Arabia Saudita y Egipto en la primavera de 1978, proporcionando un claro ejemplo de las incongruencias de sus políticas. Así las cosas la FAM, volvió a su primera opción, el avión de combate multipropósito supersónico de fabricación israelí Kfir C-2 de acuerdo a la propuesta presentada por el gobierno de Israel, llegando incluso a la visita de sus representantes durante el mes de enero de 1980 para estudiar la compraventa de veinticuatro de estas aeronaves, con posibilidades de llevar a cabo el ensamblado de estos en territorio mexicano y convertirse en plataforma de producción para posibles ventas en Latinoamérica. Un Boeing 727 de la Fuerza Aérea Mexicana se desplazó a Israel y dos pilotos, el General de Grupo Javier Velarde Quintero y el Capitán Alberto Esquinca Gurrusquieta, realizaron vuelos de prueba en el avión. El avión Kfir, que era una muy mejorada evolución del Mirage 5, de origen francés y que presentaba un notorio incremento sobre las prestaciones de los Mirage originales en gran parte por la adopción de planos canard  y un motor mucho más potente, en este caso un turborreactor de flujo axial General Electric J79. El motor norteamericano presentaba en si un obstáculo en el diseño del Kfir que a la larga no permitirá su llegada a México, siendo este motor la causa de la restricción para su venta a terceros países, ya que al estar equipado con un motor norteamericano, para la venta de los aviones se tenía que pedir autorización del Departamento de Estado Norteamericano, que decidió no otorgar la licencia de reexportación de los motores J-79, al no concretar un acuerdo de compensación para General Electric. Esta falta de compensaciones por parte de Israel fue el obstáculo principal para que el Kfir no llegara a México, así de simple, ni el inexistente tratado de Bucareli, ni conspiraciones son las causas. Por su parte la Secretaría de la Defensa Nacional teniendo conocimiento de que otros países como la Argentina no pudieron tampoco obtener la aeronave, causaron el derrumbe de la adquisición mexicana, que de cualquier manera no había cesado en su interés por el caza ligero de Northrop, que era de nueva construcción. A la luz de los años es muy probable que la empresa israelí, al no obtener la autorización para la venta del motor J-79, haya ofrecido a la FAM como lo hizo a la Argentina un avión como el Nesher que era una versión de transición desarrollada a partir del Mirage V con distintas modificaciones, escasa aviónica y reducida capacidad de ataque diurno y sin radar, lo que contrastaba con las prestaciones de un avión nuevo como el F-5E y que inclinaron totalmente la opción de compra hacia el avión de Northrop. Es de hacer notar que lo que México y la Argentina no lograron, el Ecuador si lo lograría, ya que comenzó a operar el Kfir en su Fuerza Aérea a partir de marzo de 1982, muy probablemente autorizando la importación del motor norteamericano como

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  • Paracaidistas Mexicanos en acción

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    En días pasados la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) publico imágenes del adiestramiento de elementos paracaidistas en el Centro Nacional de Adiestramiento, mismos que efectuaron sus saltos desde aeronaves Airbus Military C295 del escuadrón Aéreo 301 de la Fuerza Aérea Mexicana, señalando que los Paracaidistas del Ejército Mexicano suelen realizar sus saltos de entrenamiento desde altitudes que varían entre 1,000 y 1,500 pies (304 a 457 metros). Los paracaidistas de México son orgullosos herederos de nobles tradiciones, forjadas en el acontecer histórico de esta gran Nación, por ello, la lealtad a la Nación es el fundamento de lo que hacen cada día, del Cielo a la Misión”. La Brigada de Fusileros Paracaidistas es una unidad especializada de la Sedena y que entre sus muchas misiones se cuentan; el apoyo a la población civil en casos de desastre, tareas de rescate en distintas áreas geográficas, operaciones para reducir la violencia en el país, adiestramiento a las tropas del Servicio Militar Nacional o fomentando el nacionalismo a través de su participación en eventos cívico-militares. En el año de 1946 se realizó una convocatoria en el Ejército, a fin de que soldados bien preparados física, mental y emocionalmente, viajaran al vecino país del norte para ser adiestrados como paracaidistas.  El Capitán 2/o. Bombardeador Aéreo Plutarco Albarrán López, con 20 oficiales y 30 de tropa, seleccionados en dos grupos, recibieron su adiestramiento en la Escuela de Paracaidistas en Fort Benning, Estados Unidos de América. Fue el 15 de septiembre de 1946, cuando se realizó el primer salto aéreo en masa en los campos de Balbuena, donde se impusieron alas de paracaidista a los integrantes de pie veterano, naciendo en esa fecha el lema “Del Cielo a la Misión”. Aunque el primer salto en masa fue en esa fecha, el Día del Paracaidista se celebra en México el 29 de septiembre, ya que es el Día de San Miguel Arcángel, a quien por tradición se le ha adoptado como patrono protector de los paracaidistas en nuestro país y en otras partes del mundo. El 1 de enero de 1969, se creó la Brigada de Fusileros Paracaidistas, quedando organizada con un Cuartel General, una compañía del Cuartel General y el primero y segundo Batallón. El 1 de julio de 1974 pasó revista de entrada del Tercer Batallón y fue hasta 1997 cuando se creó la Fuerza Especial de paracaidistas. La Brigada de Fusileros Paracaidistas ha dotado a sus elementos de material especializado como altímetros digitales, paracaídas de caída libre militar y paracaídas de cinta estática. Este material especializado, permite mantener un entrenamiento constante en los programas de adiestramiento, un amplio programa de especialidades y la participación en saltos de exhibición en actividades cívico-militares, además de las operaciones características que realiza la Fuerza Especial de esta gran unidad elemental. Gracias al programa de becas, elementos de la Brigada de Fusileros Paracaidistas se han podido capacitar en países como Alemania, Estados Unidos, Colombia, y Chile, entre otros, lo que ha dado como resultado, soldados más preparados, en la especialidad de Master Tándem, Caída Libre Militar, Mantenimiento de Paracaídas, operaciones urbanas y supervivencia en selva, logrando con ello incrementar sus conocimientos y capacidades en materia de paracaidismo y combate en diversas áreas geográficas y situaciones tácticas, además de participar con mayor éxito en operaciones para reducir la violencia en el país.

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  • ¿Reemplazar o modernizar? F-5E/F Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana

    ¿Reemplazar o modernizar? F-5E/F Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana17

    Los interceptores F-5E/F Tiger II y que equipan al Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana, son aviones de combate ligeros diseñados principalmente para misiones de defensa aérea y ataque ligero. Estas son sus capacidades de combate: Armamento – Dos cañones Pontiac M39 de 20 mm – Dos misiles aire-aire AIM-93P Sidewinder. – Pueden portar una variedad de bombas y cohetes no guiados para misiones de ataque a tierra. Rendimiento – Velocidad: Aproximadamente Mach 1.6 (alrededor de 1,700 km/h). – Alcance: 1,400 km sin reabastecimiento en vuelo, con tanque de combustible – Techo de Servicio: Hasta 51,800 pies (unos 15,800 metros). Aviónica – Equipados con un radar AN/APQ-159, que permiten la detección y seguimiento de objetivos aéreos. – Sistemas de navegación y comunicación básicos, adecuados para su época de diseño. Aunque los F-5E han sido efectivos en su rol, su tecnología es ahora considerada obsoleta en comparación con los aviones de combate modernos. La decisión de reemplazar o modernizar los F-5E de la Fuerza Aérea Mexicana es un dilema complejo que implica una serie de factores interrelacionados. Argumentos a favor de la modernización: Extensión de la vida útil: Mediante actualizaciones tecnológicas, los F-5E podrían prolongar su servicio activo por varios años más, ofreciendo una solución a corto plazo y más económica que la adquisición de nuevos aviones. Continuidad operativa: Los pilotos mexicanos ya están familiarizados con el F-5E, lo que reduce los costos y el tiempo de entrenamiento necesarios para operar una nueva plataforma. Integración a sistemas existentes: La modernización permitiría integrar los F-5E a los sistemas de defensa aérea existentes, optimizando la interoperabilidad y la eficiencia. Argumentos a favor del reemplazo: Obsolescencia tecnológica: Los F-5E son aviones de una generación anterior, y su tecnología se ha vuelto obsoleta en comparación con los cazas de última generación. Limitaciones operativas: Los F-5E tienen limitaciones en cuanto a alcance, carga útil y capacidades de combate aire-aire, lo que los hace menos efectivos en escenarios de conflicto modernos. Costos a largo plazo: Si bien la modernización puede ser una opción atractiva a corto plazo, los costos de mantenimiento y actualización a largo plazo podrían superar los beneficios. Factores a considerar: Presupuesto: El presupuesto de la Fuerza Aérea Mexicana es un factor limitante que influirá en la decisión final. Necesidades operativas: Las amenazas a la seguridad nacional y las misiones que debe cumplir la Fuerza Aérea definirán las capacidades requeridas en un nuevo caza. Disponibilidad de opciones: La oferta de cazas en el mercado internacional y las condiciones de las negociaciones con los fabricantes también serán determinantes. Integración a la región: La necesidad de operar en conjunto con otras fuerzas aéreas de la región, como Estados Unidos y Canadá, podría influir en la elección de un nuevo avión. En conclusión, la decisión de reemplazar o modernizar los F-5E es una cuestión estratégica que debe ser analizada cuidadosamente. Si bien la modernización puede ser una solución a corto plazo, la adquisición de nuevos cazas a largo plazo parece inevitable para garantizar la seguridad aérea de México y su capacidad para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Algunos posibles candidatos para reemplazar al F-5E incluyen: F-16 Block 70/72: Una versión modernizada del F-16, con capacidades mejoradas y mayor alcance. Gripen E: Un caza sueco de última generación, conocido por su alta maniobrabilidad y bajo costo de operación. FA-50: El FA-50 es un avión de combate ligero basado en el avión de entrenamiento supersónico avanzado T-50 Golden Eagle. El avión tiene un solo turboventilador General Electric F404, el mismo que el F/A-18 Hornet, y puede superar los 1800 km/h. Es importante destacar que la elección de un nuevo caza debe basarse en un análisis exhaustivo de las necesidades específicas de la Fuerza Aérea Mexicana y en una evaluación rigurosa de las diferentes opciones disponibles en el mercado.

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