Sistema Satelital Mexicano (MEXSAT)
- Actividades Espaciales, Industria
- noviembre 6, 2016
Por José A. Quevedo Con 1,570 aviones construidos se cierra la línea de producción del que fuera en su momento el avión más grande del mundo, ya que el último Boeing 747 salió de la línea de ensamblaje el pasado 6 de diciembre de 2022, de acuerdo con Boeing, el último 747 tendrá como destino la aerolínea de carga Atlas Air. El Jumbo Jet es el avión más popular que Boeing ha construido, mucho en parte a su enorme tamaño, tan grande como para transportar al Transbordador Espacial y en su momento marco toda una época sobre todo en las rutas trasatlánticas. Pero eso ha quedado en el pasado, ahora su enorme tamaño y sus cuatro motores lo hacen caro de operar para las aerolíneas en la era del bajo costo. Las aerolíneas se han alejado de los aviones con cuatro motores, su rival de Airbus el A380 abandonó su propio jumbo de dos niveles en el 2019. Boeing había informado desde el 2020 que dejaría de fabricar el enorme 747, incluso en su forma de carguero, ya que los clientes preferían el carguero del triple 7, más eficiente en consumo de combustible, o ahorraban dinero reacondicionando antiguos 747 de pasajeros como cargueros. La compañía todavía no ha anunciado sus planes para la fábrica de Everett, Washington, donde se ha construido el 747, la instalación tiene casi 6 millones de metros cúbicos, lo que, según Boeing lo convierte en el edificio más grande del mundo por volumen. El 747 puede transportar entre 400 y 500 pasajeros, el doble que uno de los actuales aviones de fuselaje ancho de Boeing, como el 787-8 Dreamliner. Pero Boeing no ha construido una versión de pasajeros del 747 desde que entregó el último a Korean Airlines en el 2017. En la actualidad solo quedan 44 aviones de pasajeros del 747 en servicio, según la empresa de análisis aeronáutico Cirium. Más de la mitad 25 pertenecen a Lufthansa. Ese número de aviones es inferior a los más de 130 jumbos en servicio que había a finales de 2019, justo antes de que la pandemia paralizara la demanda de transporte aéreo, especialmente en las rutas internacionales en las que se utilizaban principalmente el 747 y otros aviones de fuselaje ancho. La mayoría de esas versiones de pasajeros de los jets se quedaron en tierra durante los primeros meses de la pandemia y nunca volvieron al servicio. Pero todavía hay 314 aviones 747 de carga en uso, según Cirium, muchos de los cuales se utilizaron inicialmente como aviones de pasajeros antes de ser renovados como aviones de carga. “El 747-8 es un avión increíblemente capaz, con una capacidad que no tiene comparación con ningún otro carguero en producción”, dijo UPS en 2020, cuando Boeing señaló que pronto dejaría de construir el avión. “Con una carga útil máxima de 139 toneladas, los utilizamos en rutas largas y de gran volumen, conectando Asia, Norteamérica, Europa y Medio Oriente”. La versión actual el 747-8 mide 76,25 metros de largo, el avión comercial más largo actualmente en servicio, a eso se suman 68.3 metros de envergadura Boeing entregó los primeros 747 de pasajeros en diciembre de 1969 a dos aerolíneas que ya no existen: TWA y PanAm. Delta Air Lines fue la última aerolínea estadounidense en volar una versión de pasajeros del avión, también en 2017. Ese fue el último año en que los últimos vuelos de pasajeros del 747 estadounidense –tanto de Delta como de United — atrajeron a grandes multitudes de seguidores del avión, testimonio de su perdurable popularidad. Boeing tiene pendiente la entrega de dos 747 que reemplazarán a los viejos Air Force One que utiliza el presidente de Estados Unidos. En 2017, la Casa Blanca firmó un contrato por 3.900 millones de dólares para la compra de dos aviones, sin embargo, la entrega ha sufrido retrasos. El fabricante ofreció cambiarlos por la variante Dreamliner, sin embargo, la secretaria de la Fuerza Aérea declaró que el Boeing 747 es el único avión estadounidense que cumple con las capacidades para ejecutar misiones de apoyo presidencial.
READ MOREPor: José A. Quevedo Este 24 de enero del presente año, el Sistema Integral de Vigilancia Aérea de la Secretaría de la Defensa Nacional detectó una aeronave tipo jet no identificada procedente de Sudamérica, motivo por el cual realizó el alertamiento de las Fuerzas de Reacción Helitransportada y Terrestres de los Mandos Territoriales del Ejército Mexicano; de igual forma, ordenó a la Fuerza Aérea Mexicana y Guardia Nacional el despegue de helicópteros para dar seguimiento a la aeronave. Al mismo tiempo personal del Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea Mexicana aplicaron los procedimientos de inteligencia e intercambio de información contemplados en los acuerdos establecidos en la Conferencia de Interoperabilidad Regional de Vigilancia y Seguridad del Espacio Aéreo entre los países latinoamericanos y del Caribe. Debido al contacto de radar y visual, se observó que el avión sospechoso aterrizó a 24 kilómetros al noreste de San Quintín, Chis., por lo que al área arribaron los helicópteros con la Fuerza de Reacción Helitransportada compuesta por elementos del Ejército, Fuerza Aérea Mexicana y Guardia Nacional, quienes procedieron a establecer un perímetro de seguridad para inspeccionar la aeronave sospechosa y, de igual forma, efectuar reconocimientos en el área de aterrizaje, localizando en inmediaciones del lugar a la aeronave que fue asegurada y puesta a disposición de las autoridades correspondientes.
READ MOREEl primer F-16 en configuración bloque 70/72 ha salido de las instalaciones de Lockheed Martin en Greenville (Carolina del Sur) para preparar su primer vuelo a principios de 2023. La fábrica está preparada para construir al menos 128 aviones más hasta el final de esta década. El avión, destinado a Bahrain, debería ser aceptado por el gobierno estadounidense a principios de 2023 y se someterá a pruebas de vuelo en la base aérea de Edwards (California) antes de ser entregado en el marco del programa de Ventas Militares al Extranjero. El 21 de noviembre completó el montaje y la comprobación final (FACO) y la pintura en Greenville. El ritmo de trabajo del Bloque 70 que se está construyendo en Greenville “aumentará significativamente” en el año fiscal 2023, alcanzando un ritmo de producción de hasta cuatro aviones al mes, según un portavoz de la compañía. Cinco países tienen contrato para el Bloque 70/72: Bahréin, Eslovaquia, Bulgaria Taiwán y “otro más”, señaló la empresa. Jordania también ha firmado una carta de oferta y aceptación de ocho aviones; cuando se adjudique, ese contrato elevará la cartera de pedidos a 136 aviones. Bulgaria también ha iniciado el proceso de compra de aviones adicionales. Greenville tiene “otros muchos aviones” en diversas fases de trabajo, señaló un portavoz de Lockheed Martin. La empresa obtuvo en enero un contrato de entrega indefinida y cantidad indefinida por valor de hasta 64.300 millones de dólares para la producción de nuevos F-16 para clientes FMS, así como para la actualización de 405 aviones en manos extranjeras a la configuración F-16V, si se materializa todo el trabajo potencial. Lockheed Martin trasladó su línea de producción de F-16 a Carolina del Sur desde Fort Worth, Texas, en 2019 con el fin de liberar espacio allí para aumentar las actividades de producción del F-35 Además de producir nuevos F-16, la planta de Greenville está realizando modificaciones y reacondicionamientos en modelos de F-16 más antiguos. Los F-16 marroquíes, por ejemplo, recibirán una actualización a la configuración del bloque 70/72 en la planta. La empresa dijo que su cartera de pedidos garantizará la producción de F-16 nuevos de fábrica “hasta mediados o finales de la década de 2020”. La USAF señalo el año pasado que, de acuerdo con su hoja de ruta de cazas “4+1”, planean seguir volando con el F-16 hasta bien entrada la década de 2030, lo que garantiza a los posibles compradores una sólida línea de suministro de piezas y apoyo hasta la próxima década. La USAF ha indicado que podría mantener hasta 600 F-16 en la década de 2030.
READ MOREEl crucero de misiles guiados USS Lake Champlain (CG 57) de clase Ticonderoga llegó a Cabo San Lucas, México para realizar una visita al puerto, del 5 al 8 de febrero. El barco ancló en las cercanías de la Marina de Cabo San Lucas, lo que permitió a los marineros la oportunidad de visitar la ciudad y le dio a la tripulación la oportunidad de entablar relaciones comunitarias y militares en México. Durante la visita al puerto, los marineros norteamericanos visitaron la Escuela Primaria Amelia Wilkes. El evento fue una oportunidad para celebrar la fortaleza de la relación bilateral México-Estados Unidos a través de una donación en especie y una actividad voluntaria que involucró a los marineros. Financiado por el Programa de Asistencia Humanitaria del Comando Norte, las donaciones en especie incluyeron mesas, sillas, pintura y dispositivos de accesibilidad solicitados por la Escuela Primaria Amelia Wilkes. Los marineros que se ofrecieron como voluntarios participaron en la instalación de las estanterías, la jardinería del área exterior y la pintura del área de arte y biblioteca. La escuela primaria Amelia Wilkes atiende a 574 estudiantes de primaria en Cabo San Lucas, Baja California Sur. El evento permitió a los marineros relacionarse con los ciudadanos locales y compartir las culturas de sus naciones. Fortaleciendo las relaciones militares entre Estados Unidos y México, el comandante en Jefe del Buque Capitán Steve Foley, recibió a varios miembros de la Armada de México (SEMAR) a bordo del barco el 7 de febrero, dando la bienvenida al Vicealmirante Santiago Jorge Morgado Gómez, de la Cuarta Región Naval, Contralmte. Luis Enrique Tun Pastrana, Jefe de Estado Mayor Segunda Zona Naval, y Contralmte. Alberto Valerio Verduzco, Capitán de Puerto. Su visita destaca la asociación estratégica compartida entre las armadas de Estados Unidos y México, celebrando no solo nuestra capacidad de cooperar militarmente, sino también la amistad reflejada en 200 años de relaciones bilaterales. Varios funcionarios locales también tuvieron la oportunidad de recorrer el USS Lake Champlain y relacionarse con los marineros a bordo. “Nuestra visita a México brindó a los marineros del USS Lake Champlain la oportunidad de obtener un merecido descanso en Cabo San Lucas. Fue una gran oportunidad para ellos experimentar la cultura mexicana y disfrutar los beneficios de la amistad entre Estados Unidos y México”, dijo Foley. “Nos interactuar con nuestros socios en SEMAR y recibirlos a bordo es una oportunidad única para desarrollar la preparación operativa de nuestras dos armadas y la capacidad de trabajar hacia objetivos estratégicos”. El buque de guerra regresó de un despliegue de ocho meses con el Carrier Strike Group One el 14 de febrero de 2022. La tripulación continúa manteniendo una fuerza capaz y lista mientras realiza operaciones de mantenimiento en la costa oeste. imagenes US Navy
READ MOREPor José A Quevedo A un año de su puesta en operación el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) no ha logrado ni siquiera la reducción en 15 por ciento de las operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), lo anterior a pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno federal mexicano, llegando a su primer aniversario con poco más de 1.3 millones de pasajeros movilizados. En estos 12 meses, el proyecto no ha logrado reducir la saturación del aeropuerto capitalino, que fue el principal argumento para su construcción. El aeropuerto inaugurado el 21 de marzo de 2022, tiene alrededor de 14 mil 500 operaciones acumuladas al mismo mes de 2022, una cifra que el AICM realiza cada 10 días, por lo que el nuevo aeropuerto ha fracasado en generar un mercado aéreo que pueda ser atractivo para las líneas aéreas nacionales y extranjeras, mucho en parte a su remota localización, falta de conectividad y otro lado por la degradación de la categoría aérea en México, lo que ha impedido la creación de nuevos vuelos al mayor mercado, el de los Estados Unidos. A la fecha existe poca información sobre las conexiones viales y la manera de llegar de manera rápida a este aeropuerto, sobre todo desde la zona poniente de la CDMX, que es la que concentra el mayor numero de pasajeros, tampoco existe claridad sobre la puesta en operación del Tren Suburbano hacia el AIFA, lo que genera dudas entre los potenciales pasajeros sobre las distancias que hay que cubrir para llegar, optando por usar la opción segura del AICM. Es de destacar que ninguna de las líneas aéreas ha trasladado vuelos del AICM al AIFA, es decir, la oferta que el nuevo aeropuerto tiene es por capacidad adicional de las aerolíneas mexicanas principalmente Volaris, Viva Aerobus y Aeroméxico. La meta establecida para el primer año de operación del AIFA era de 2.4 millones de pasajeros, no se llegó ni al 50 por ciento estimado. Eso repercute en que se tienen ocupados solo 63 locales de los 205, es decir sólo el 30.73% está en funcionamiento. El aeropuerto ubicado dentro de la base aérea militar de Santa Lucía también carece de un plan maestro con metas claras, aunque existe un primer plan diseñado por Aéroports de Paris Ingénerie, en el que se contemplaba una meta de 19.4 millones de pasajeros anuales en la primera fase, que estaría concluida hacia el 2032, la cifra se antoja difícil de lograr. En ese tenor la Auditoría Superior de la Federación concluyó desde 2021 que el AIFA carecía de planeación, análisis de impacto social, estudios de costo real y beneficios, y que no existían evidencias de que fuera un proyecto rentable.
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