• El A-29 Super Tucano, ¿una opción para México?

    El A-29 Super Tucano, ¿una opción para México?0

    Ha trascendido que durante la visita del avión KC-390 de Embraer a la BAM N° 1, el mes de julio se habló con los directivos de la empresa brasileña de la posibilidad de incorporar el avión de ataque A-29 Super Tucano a las filas de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), el demostrador del A-29 estuvo en México durante la FAMEX 2019 donde puedo ser observado a detalle por los mandos de la FAM. Un punto que ha interesado a la FAM ha sido la complementariedad entre el avión de ataque ligero y entrenador avanzado A-29 Super Tucano y el avión de transporte militar multimisión C-390 Millennium ya que la empresa brasileña cuenta con una línea completa de soluciones y aplicaciones integradas como Centro de Comando y Control (C4I), radares, ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento).  Esto también incluye sistemas integrados de información, comunicaciones, monitoreo y vigilancia de fronteras de acuerdo con información de Embraer. Durante el sexenio 2018-2024, la FAM no ha incorporado ninguna aeronave a su flota, por lo que se tiene un déficit de alrededor de 30 aviones con las capacidades del T-6C del que opera más de 60 unidades, de acuerdo con los planes dados a conocer en el 2018 y aunque la incorporación de más T-6C parecía una decisión tomada, esta pausa de varios años abre la posibilidad de incorporar otra aeronave, dado el acercamiento con Embraer del cual se van a adquirir 20 aviones E-195E2 para la nueva aerolínea estatal mexicana. En América Latina, Colombia emplea tanto el T-6C, como el Super Tucano en su Fuerza Aérea. Apenas el mes pasado Embraer anunció, la venta de doce aviones A-29 Super Tucano, seis a la Fuerza Aérea Paraguaya y seis a la Fuerza Aérea de Uruguay, con entregas previstas a partir de 2025 que incluyen equipamiento de misión y un paquete logístico integrado. El A-29 Super Tucano, diseñado y fabricado por la empresa brasileña Embraer, se distingue por sus capacidades de Apoyo Aéreo Cercano (CAS) y es altamente valorado por esa capacidad. Este avión de ataque ligero, propulsado por hélice, ofrece la ventaja de operar a velocidades reducidas comparadas con aeronaves a reacción, lo que le permite una mayor precisión en las operaciones cercanas a las unidades terrestres y extiende los tiempos de permanencia en los teatros de operaciones, ya que alcanza una velocidad de 367 millas por hora y posee un alcance de aproximadamente 1,900 millas cuando incorpora tanques de combustible externos. Este robusto avión ha acumulado más de 500,000 horas de vuelo, incluyendo 60,000 horas en misiones de combate, lo que evidencia su eficiencia y fiabilidad en operaciones prolongadas. A pesar de ser propulsado por hélice, el impacto del A-29 en combate no es menor. Su armamento primario incluye ametralladoras gemelas M3P de calibre .50, con una capacidad de 250 rondas cada una, sumando un total de 500 rondas. Además, el Super Tucano puede transportar hasta 3,714 libras en armas externas, incluyendo municiones guiadas de alta precisión.

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  • Te invitamos a descargar la Reseña oficial FAMEX 2023

    Te invitamos a descargar la Reseña oficial FAMEX 20230

    La Feria Aeroespacial México –FAMEX-, surge en el año 2015 con el objetivo de posicionar a nuestro país dentro de la industria aeroespacial a nivel mundial como un referente obligado, demostrando a lo largo de cinco ediciones su capacidad de convocatoria e impactando en la economía nacional dentro del sector aeroespacial al obtener una derrama de 9.3 miles de millones de dólares, dejando en claro que es posible incrementar el nivel de productividad en este sector a niveles altamente competitivos. Lo anterior queda de manifiesto al revisar los números finales de esta 5ª. Edición, donde FAMEX logró posicionarse en el 5º. Lugar en expositores en comparación con las ferias más importantes de este tipo a nivel mundial al haber logrado reunir 703 expositores y el 3er. sitio en asistencia al reportar la cifra de 105 mil visitantes durante los días del evento, siendo solamente superada por el Paris Airshow y la feria de Farnborough en Reino Unido y delante de FIDAE de Chile y LAAD de Brasil lo cual la ubica en el primer puesto en América Latina. De lo expresado anteriormente surge la necesidad de la presente reseña, cuya meta es reportar de manera puntual las cifras obtenidas durante la edición 2023 así como resaltar las novedades y actores participantes que este año contó con Francia como país invitado, así mismo se presentan los momentos más relevantes sucedidos en FAMEX a través de galerías fotográficas que incluyen por supuesto el espectáculo  aéreo que como cierre del evento preparó el comité organizador, obteniendo como resultado un documento de enorme valor histórico. Te invitamos a leerlo y descargarlo en el siguiente enlace: https://books.google.com.mx/books/about?id=4V4cEQAAQBAJ&redir_esc=y Estas son algunas imágenes de la reseña, que esperamos te ayude para conocer más de la industria aeroespacial mexicana y de la Fuerza Aérea Mexicana.          

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  • Cuando México quería el Kfir C-2 de Ala Delta

    Cuando México quería el Kfir C-2 de Ala Delta0

    Por José Antonio Quevedo A finales del año 1976, fueron descubiertos nuevos yacimientos petrolíferos en los mares mexicanos lo que aumento las reservas petroleras, convirtiendo a México en uno de los mayores productores de crudo en el mundo, por lo que la perspectiva de la Defensa nacional tuvo que ser analizada y adecuada a los nuevos intereses y a los recursos descubiertos. Sobre esta situación México comenzó la modernización de sus Fuerzas Armadas de Aire, Tierra y Mar, reconsiderando las ofertas recibidas y buscando a nivel mundial los recursos más adecuados al nivel de protección que se buscaba. Hacia mediados de 1977 la FAM se inclinaba por dos aeronaves;  el FUGA Magister de diseño francés, que se consideraba óptimo para reemplazar a los aviones T-28 con el que estaban dotados los tres Grupos Aéreos ubicados en el interior de México y el Escuadrón del 1er Grupo Aéreo que se encontraba en Zapopan y el caza supersónico Kfir C-2 de fabricación israelí, ideal para reactivar el Escuadrón Aéreo 200 del Séptimo Grupo Aéreo Jet de Pelea con el cual se podrían resolver muchos problemas de índole militar, así como dar un  gran salto tecnológico en todos sus niveles, en ese momento el precio de uno de estos aparatos se estimaba en seis millones de dólares aproximadamente. Dentro de este esquema de equipamiento, finalmente se adquirieron en Suiza los aviones Pilatus PC-7 con la triple función de entrenadores/apoyo a tierra/seguridad interior a partir de 1978. Primero con el escuadrón de entrenamiento de la Escuela Militar de Aviación en Zapopan, Jalisco que utilizaba AT-6 y después en los demás Escuadrones Aéreos que utilizaban T-28 dejando al FUGA Magíster en el camino. Una de las opciones consideradas para el arma de caza durante los últimos años de la década de los setenta era el de aprovechar el Programa de Ventas Militares del Gobierno de los Estados Unidos, para la compra de un Escuadrón Aéreo de aviones de combate y de todo el aparato logístico y de capacitación alrededor de ellos, vislumbrando la posibilidad de equiparse de 26 aparatos Northrop F-5E/F que formarían un Grupo Aéreo, pero en 1977 el presidente James Carter decretó la Directiva Presidencial 13 (PD-13) con la intención de que la transferencia de armas estuviera ligada directamente a mejorar los intereses de seguridad de Estados Unidos y las vinculó estrechamente a los historiales de derechos humanos de los gobiernos receptores, esta primera solicitud se rechazó en 1979. Esta directiva impuso límites en el monto del dinero de las ventas y prohibió que Estados Unidos introdujera en una zona armamentos que sean más sofisticados que los que ya existían en ella, limitó la producción de armamentos que se desarrollaran exclusivamente para exportación y puso muchas otras limitaciones. Muchos analistas señalaron que la presidencia de Carter fue incongruente en la aplicación de la PD-13, ya recibió gran oposición incluso dentro de su propia administración. Mientras que el presidente Carter prohibió las ventas de aviones a América Latina, propuso una de las ventas más grandes de aviones a Israel, Arabia Saudita y Egipto en la primavera de 1978, proporcionando un claro ejemplo de las incongruencias de sus políticas. Así las cosas la FAM, volvió a su primera opción, el avión de combate multipropósito supersónico de fabricación israelí Kfir C-2 de acuerdo a la propuesta presentada por el gobierno de Israel, llegando incluso a la visita de sus representantes durante el mes de enero de 1980 para estudiar la compraventa de veinticuatro de estas aeronaves, con posibilidades de llevar a cabo el ensamblado de estos en territorio mexicano y convertirse en plataforma de producción para posibles ventas en Latinoamérica. Un Boeing 727 de la Fuerza Aérea Mexicana se desplazó a Israel y dos pilotos, el General de Grupo Javier Velarde Quintero y el Capitán Alberto Esquinca Gurrusquieta, realizaron vuelos de prueba en el avión. El avión Kfir, que era una muy mejorada evolución del Mirage 5, de origen francés y que presentaba un notorio incremento sobre las prestaciones de los Mirage originales en gran parte por la adopción de planos canard  y un motor mucho más potente, en este caso un turborreactor de flujo axial General Electric J79. El motor norteamericano presentaba en si un obstáculo en el diseño del Kfir que a la larga no permitirá su llegada a México, siendo este motor la causa de la restricción para su venta a terceros países, ya que al estar equipado con un motor norteamericano, para la venta de los aviones se tenía que pedir autorización del Departamento de Estado Norteamericano, que decidió no otorgar la licencia de reexportación de los motores J-79, al no concretar un acuerdo de compensación para General Electric. Esta falta de compensaciones por parte de Israel fue el obstáculo principal para que el Kfir no llegara a México, así de simple, ni el inexistente tratado de Bucareli, ni conspiraciones son las causas. Por su parte la Secretaría de la Defensa Nacional teniendo conocimiento de que otros países como la Argentina no pudieron tampoco obtener la aeronave, causaron el derrumbe de la adquisición mexicana, que de cualquier manera no había cesado en su interés por el caza ligero de Northrop, que era de nueva construcción. A la luz de los años es muy probable que la empresa israelí, al no obtener la autorización para la venta del motor J-79, haya ofrecido a la FAM como lo hizo a la Argentina un avión como el Nesher que era una versión de transición desarrollada a partir del Mirage V con distintas modificaciones, escasa aviónica y reducida capacidad de ataque diurno y sin radar, lo que contrastaba con las prestaciones de un avión nuevo como el F-5E y que inclinaron totalmente la opción de compra hacia el avión de Northrop. Es de hacer notar que lo que México y la Argentina no lograron, el Ecuador si lo lograría, ya que comenzó a operar el Kfir en su Fuerza Aérea a partir de marzo de 1982, muy probablemente autorizando la importación del motor norteamericano como

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  • AT-6 Wolverine, un avión de ataque para México

    AT-6 Wolverine, un avión de ataque para México1

    El 5 de enero de 2023, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) tuvo que echar mano de dos de sus aviones T-6C Texan II artillados con pods de ametralladoras para apoyar a las tropas del ejército mexicano que luchaban por controlar la ciudad de Culiacán Sinaloa, que estaba siendo tomada por grupos de criminales fuertemente armados que querían evitar la detención y traslado de su líder, el apoyo de los tejanos y de los helicópteros Blackhawk fue definitoria para replegar a los criminales. Apenas meses atrás la Fuerza Aérea Mexicana terminó de poner a punto el artillado de estas aeronaves ya que como sabemos la función principal de esta versión es el entrenamiento avanzado, aunque eso no limita su capacidad de ataque a tierra, sobre todo ahora que los escuadrones de ataque conformados por los aviones PC-7 fueron desactivados, por lo anterior es necesario plantearse la necesidad real de que la Fuerza Aérea Mexicana opere un avión dedicado al ataque y que mejor que hacerlo con la versión AT-6 Wolwerine, como es de todos conocido la Aviación militar mexicana opera más de 70 aeronaves T-6C, la fuerza aérea 60 y la aviación de la Armada de México 13. El T-6C es la última versión de la aeronave T-6 que apenas alcanzó su completa operación y aceptación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en octubre de 2001 y en agosto de 2003, por la Marina de los Estados Unidos. El T-6 Texan II ha sido un elemento confiable para operaciones de entrenamiento donde se han reducido los ciclos de mantenimiento en comparación con los T-37, los jets de entrenamiento que reemplazó y por ende los costos operativos. La aeronave ofrece soluciones integradas de entrenamiento sintético aire-tierra y aire-aire. Su aviónica digital Esterline CMC Cockpit 4000 incorpora un sistema de gestión de vuelo certificado por la FAA, sistema de navegación GPS, pantallas de vuelo primario,  un HUD que tiene capacidad de simular aviones como el F-16 o el F-18, una unidad inercial de referencia, altímetro de radar, sistema de control de temperatura y grabador de video digital entre otros sistemas de vanguardia, la flexibilidad inherente del T-6C su excelente aerodinámica y el rendimiento del motor similar a un jet permiten una amplia gama de potenciales usos multimisión. Las variantes del T-6C básico que ya se han utilizado para el entrenamiento de armas  a nivel mundial y también se evaluado con éxito en las opciones para agregar capacidad de vigilancia y reconocimiento, con todo lo anterior la última versión del T-6C y que es la versión que operan las fuerzas armadas mexicanas es una aeronave bastante avanzada, capaz de llevar armamento, aunque los  fines ofensivos del T-6C son limitados por lo que se desarrolló la versión AT-6 Wolverine que está equipado con otra planta motriz más potente, aviónica y blindaje erigiéndose como un verdadero avión de ataque y apoyo aéreo cercano ya que proporciona una capacidad integral de ataque en ambientes de combate. El Wolverine es un avión con sistemas para múltiples misiones,  diseñado para satisfacer una amplia variedad de necesidades de ataque ya que cuenta con un ordenador de misión integrado usado por el A-10C en la cabina además de sistemas de gestión de vuelo puede operar una amplia variedad de armas incluyendo las de uso general guiadas por láser y municiones asistidas por inercia, el Wolverine cubre un amplio espectro de misiones que incluye el entrenamiento vigilancia y reconocimiento de inteligencia además del ataque de precisión sus capacidades son ideales para la defensa interna y para las misiones de apoyo Como vemos el AT-6 es un avión muy capaz para misiones de apoyo aéreo cercano equipado con lo último en tecnología y a un precio accesible por lo que ahora sería el momento que México pudiera contar con una aeronave de última generación que realice la función de apoyo aéreo cercano especializado aprovechando las capacidades y experiencia ganada en la operación del T-6C ; por otra parte en el plan de la FAM  para el sexenio 2018-2024  se preveía la incorporación de 30 nuevos Aviones Texan II  por lo que creemos que sería el momento de pensar en incorporar una aeronave como el Wolverine recordando que en FAMEX 2015, esta aeronave fue presentada a los mandos de la fuerza a Mexicana con miras a su evaluación por parte de los pilotos mexicanos.

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  • ¿Reemplazar o modernizar? F-5E/F Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana

    ¿Reemplazar o modernizar? F-5E/F Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana17

    Los interceptores F-5E/F Tiger II y que equipan al Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana, son aviones de combate ligeros diseñados principalmente para misiones de defensa aérea y ataque ligero. Estas son sus capacidades de combate: Armamento – Dos cañones Pontiac M39 de 20 mm – Dos misiles aire-aire AIM-93P Sidewinder. – Pueden portar una variedad de bombas y cohetes no guiados para misiones de ataque a tierra. Rendimiento – Velocidad: Aproximadamente Mach 1.6 (alrededor de 1,700 km/h). – Alcance: 1,400 km sin reabastecimiento en vuelo, con tanque de combustible – Techo de Servicio: Hasta 51,800 pies (unos 15,800 metros). Aviónica – Equipados con un radar AN/APQ-159, que permiten la detección y seguimiento de objetivos aéreos. – Sistemas de navegación y comunicación básicos, adecuados para su época de diseño. Aunque los F-5E han sido efectivos en su rol, su tecnología es ahora considerada obsoleta en comparación con los aviones de combate modernos. La decisión de reemplazar o modernizar los F-5E de la Fuerza Aérea Mexicana es un dilema complejo que implica una serie de factores interrelacionados. Argumentos a favor de la modernización: Extensión de la vida útil: Mediante actualizaciones tecnológicas, los F-5E podrían prolongar su servicio activo por varios años más, ofreciendo una solución a corto plazo y más económica que la adquisición de nuevos aviones. Continuidad operativa: Los pilotos mexicanos ya están familiarizados con el F-5E, lo que reduce los costos y el tiempo de entrenamiento necesarios para operar una nueva plataforma. Integración a sistemas existentes: La modernización permitiría integrar los F-5E a los sistemas de defensa aérea existentes, optimizando la interoperabilidad y la eficiencia. Argumentos a favor del reemplazo: Obsolescencia tecnológica: Los F-5E son aviones de una generación anterior, y su tecnología se ha vuelto obsoleta en comparación con los cazas de última generación. Limitaciones operativas: Los F-5E tienen limitaciones en cuanto a alcance, carga útil y capacidades de combate aire-aire, lo que los hace menos efectivos en escenarios de conflicto modernos. Costos a largo plazo: Si bien la modernización puede ser una opción atractiva a corto plazo, los costos de mantenimiento y actualización a largo plazo podrían superar los beneficios. Factores a considerar: Presupuesto: El presupuesto de la Fuerza Aérea Mexicana es un factor limitante que influirá en la decisión final. Necesidades operativas: Las amenazas a la seguridad nacional y las misiones que debe cumplir la Fuerza Aérea definirán las capacidades requeridas en un nuevo caza. Disponibilidad de opciones: La oferta de cazas en el mercado internacional y las condiciones de las negociaciones con los fabricantes también serán determinantes. Integración a la región: La necesidad de operar en conjunto con otras fuerzas aéreas de la región, como Estados Unidos y Canadá, podría influir en la elección de un nuevo avión. En conclusión, la decisión de reemplazar o modernizar los F-5E es una cuestión estratégica que debe ser analizada cuidadosamente. Si bien la modernización puede ser una solución a corto plazo, la adquisición de nuevos cazas a largo plazo parece inevitable para garantizar la seguridad aérea de México y su capacidad para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Algunos posibles candidatos para reemplazar al F-5E incluyen: F-16 Block 70/72: Una versión modernizada del F-16, con capacidades mejoradas y mayor alcance. Gripen E: Un caza sueco de última generación, conocido por su alta maniobrabilidad y bajo costo de operación. FA-50: El FA-50 es un avión de combate ligero basado en el avión de entrenamiento supersónico avanzado T-50 Golden Eagle. El avión tiene un solo turboventilador General Electric F404, el mismo que el F/A-18 Hornet, y puede superar los 1800 km/h. Es importante destacar que la elección de un nuevo caza debe basarse en un análisis exhaustivo de las necesidades específicas de la Fuerza Aérea Mexicana y en una evaluación rigurosa de las diferentes opciones disponibles en el mercado.

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  • Cuando México tenía más de 50 jets de entrenamiento T-33

    Cuando México tenía más de 50 jets de entrenamiento T-330

    Por José A. Quevedo Durante 46 años el Lockheed T-33 sirvió en las filas de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) como el único avión entrenador jet de la aviación militar mexicana hasta que fue desactivado el 13 de julio de 2007 en una ceremonia con la que se despidió del servicio activo. Mucha de esta longevidad se logró por su extraordinaria construcción y diseño además de la gran calidad en su fabricación, pero de suma importancia fue el gran trabajo que durante años los técnicos de mantenimiento mexicanos realizaron sobre las aeronaves. En México se les conoció como “Tetras” el nombre de “Tetra” deriva de un apodo dado a la aeronave por la pronunciación que se le da en español a la denominación T-33 que se pronuncia como te-treinta y tres. El Lockheed T-33 fue adquirido por México a través del Sistema norteamericano de Asistencia Militar (F.M.S. por sus siglas en ingles) en 1960. Las primeras quince maquinas, fueron entregadas entre el final del año 1961 y principios de 1962 pasando revista de entrada en el Escuadrón Aéreo Jet de Pelea 202, el día 11 de enero de 1962 en la Base Aérea Militar ubicada en el Aeropuerto de la ciudad de México. Al mando del escuadrón estaba el C. Mayor Piloto Aviador Ernesto González Ochoa. En enero de 1962 se formó también el Séptimo Grupo Aéreo Jet de pelea, al mando del Teniente Coronel Piloto Aviador Graco Ramírez Garrido, reconocido veterano de la Segunda Guerra Mundial con el Escuadrón Aéreo 201 y donde fue encuadrado el escuadrón permaneciendo así hasta 1998 cuando se reorganizo por decreto la estructura de mando de la FAM.   En febrero de 1986, la FAM inicio los trámites para la adquisición de aviones T-33 que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos  (USAF) tendría disponibles a partir  de julio de ese año. Con los nuevos aviones la FAM creó tres nuevos escuadrones y un nuevo grupo aéreo. El 16 de octubre de 1988 causo alta el 10° Grupo Aéreo de la 2ª  Ala de combate, adscrito a la IV Región Aérea del Sureste, entre enero y febrero de 1989 quedaron constituidos el Escuadrón Aéreo Jet de Pelea 210 con base en Mérida, Yucatán y los Escuadrones Aéreos Jet de Pelea 211 y 212 basados en Ixtepec, Oaxaca, mientras el Escuadrón Aéreo Jet de Pelea 202, al que se integraron nuevas máquinas, permaneció en la BAM Nº 1 de Santa Lucía con el 7º Grupo Aéreo, como parte de la 1ª  Ala de Combate. A mediados de 1989 el estado operativo de las aeronaves era el siguiente: ESCUADRON N° DE AVIONES EAJP 202 17 EAJP 210 12 EAJP 211 10 EAJP 212 13 TOTAL 52 En 1998, con la reestructura de la FAM los T-33 fueron reubicados en un nuevo escuadrón. El Escuadrón Aéreo 402 (E.A. 402) fue creado para operar en la Base Aérea Militar N° 2 “Gral. Antonio Cárdenas Rodríguez” (BAM N° 2) en Ixtepec en el estado de Oaxaca el día 1° de enero de 1998, creándose también con esa fecha e instalaciones el 3er Escalón de mantenimiento de material aéreo y el Depósito de abastecimientos técnicos de la Fuerza Aérea.  Para el 17 de enero de 1998, se ordena que 24 aeronaves que fueron dadas de baja de sus respectivos Escuadrones Jet de Pelea pasaran a formar parte del E.A. 402 Anterior a la reestructura a principios de 1997, se había ordenado el cambio de pintura de todas las aeronaves de la FAM, con lo que desaparecieron los llamativos esquemas de las aeronaves como los dientes de tiburón del EAJP 2002 o el águila negra del EAJP del 210. Una vez en la BAM N° 2 fueron cambiadas las matrículas sustituyendo las letras JE o Jet de Entrenamiento por el numeral 4 que de acuerdo al nuevo sistema de numeración corresponde a los aviones de combate, otros aviones que llevan el numeral 4 antes del número de la maquina son los Northrop F-5E/F. Entre las muchas razones por las cuales el T-33 se mantuvo en la primera línea de vuelo en la Fuerza Aérea Mexicana podemos contar las siguientes: -Era el único avión a reacción de transición con el que contaba la FAM para adiestrar a los pilotos que formaran parte de las tripulaciones de aeronaves más avanzadas en su momento como el Northrop F-5E el Boeing 727, el JetStar y el Boeing 737. -Algunas de estas aeronaves era posible artillarlas y emplearlas en adiestramiento para apoyo a fuerzas de superficie. -Podían realizar intercepciones en coordinación con el sistema de detección y control. -Era factible emplearlo en misiones de reconocimiento visual -Apoyaba el adiestramiento y desarrollaba capacidades para que el personal técnico trabajara en sistemas más complejos y modernos. Hasta julio del 2007 continuaban operando una docena de estas aeronaves realizando misiones de observación, adiestramiento e intercepción. Durante los meses de noviembre de 2005 y 2006 al menos cuatro T-33 participaron en los ejercicios de adiestramiento táctico en la Base aérea Militar de Santa Gertrudis, Chihuahua junto a otras unidades de la FAM, donde realizaron prácticas de bombardeo y ametrallamiento. Para el 45 Aniversario de la llegada de la aeronave a México, se decidió festejarlo con un atractivo esquema conmemorativo además de acondicionar algunas máquinas no operativas con los esquemas que usaron en su vida operativa en México en los Escuadrones Aéreos Jet de Pelea.  Las aeronaves a las que se les aplico el nuevo esquema fueron la 4009 (aeronave del comandante del Escuadrón) la 4026, la 4046 y la 4055.

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