Crea el Politécnico un simulador de helicóptero Bell 412.
- Ciencia, Tecnología e Innovacion, Helicópteros, Historia Aeronautica
- marzo 9, 2017
Por: Ihuitl Maldonado G. Este 2020 ha sido por supuesto un año sui generis, el Covid-19 nos tiene recluidos en casa sin poder llevar a cabo muchas actividades, en medio de esta crisis los eventos y fechas se siguen sucediendo y a pesar de que no se pueda salir a conmemorar como es debido, eso no significa que no lo debamos hacer; este año se celebra el 75º. Aniversario de la participación de la Fuerza Aérea Expedicionario Mexicana y el Escuadrón Aéreo 201 “Los Aguiluchos” en la Segunda Guerra Mundial, por lo que desde la seguridad de nuestros hogares los recordaremos. Mucha gente cuestiona la participación de México en la Segunda Guerra Mundial a través del Escuadrón 201 y la FAEM, dicen que solamente fueron a pasearse, que no teníamos nada que hacer allí y que al final fue una decisión política la que motivo este hecho; esto es algo que a 75 años de distancia no podemos saber a ciencia cierta, lo que es innegable más allá de las decisiones de un gobierno que por un lado luchaba contra las ideas de un pueblo proclive al nazismo, una reciente expropiación petrolera y el buscar una mejor relación con su vecino país del norte, es el que cada uno de los miembros de la FAEM partieron con la firme convicción de defender a su país en contra del enemigo declarado e incluso de ofrendar la vida por este, y eso es algo que se debe respetar. La historia inicia el 13 de mayo de 1942, cuando el buque tanque “Potrero del Llano” fue torpedeado y hundido por el submarino alemán U-564 al mando del capitán Reinhard Suhren, motivo por el cual el gobierno de nuestro país envío una nota a través de su cancillería en Suecia en la que exigía aclarar el incidente y cubrir la indemnización correspondiente y cuya respuesta vino nueve días después, nuevamente de la mano de un torpedo, esta vez lanzado desde el submarino U-106 el cual impacto al buque “Faja de Oro” y que obligó al presidente Manuel Ávila Camacho a declarar el “Estado de Guerra” en contra de las potencias del eje el 22 de mayo de ese mismo año, tras esta declaración las agresiones se sucedieron hasta completar un total de seis buques de bandera mexicana hundidos en aguas del Golfo de México. Hubieron de pasar 2 años siendo el 8 de mayo de 1944 en que el presidente Ávila Camacho anunció que se tomaría parte en las acciones de combate habiendo sido seleccionada la Fuerza Aérea con el honor de defender a nuestra patria, tomando como base el que el arma aérea podría lograr resultados más significativos y espectaculares en comparación con el ejército regular, además de requerir un menor apoyo económico; en el mes de julio de este año el Congreso aprobó la iniciativa e inmediatamente la Secretaría de la Defensa Nacional dio las órdenes para la conformación del Grupo de Perfeccionamiento Aéreo –GAP- iniciándose la selección del personal que la conformaría incluyendo a elementos del ejército en las diferentes especialidades, el grupo de pilotos de la Fuerza Aérea y voluntarios civiles, los cuales partieron el 24 de julio hacia Randolph Field Texas donde se les aplicó el examen médico siendo descalificados 8 elementos, los cuales retornaron el 16 de agosto; el personal calificado fue distribuido en base a su especialidad en diversos campos y bases de entrenamiento para la capacitación específica, siendo estos: Pocatello Idaho, Boca ratón Florida, Belleville Florida, Foster Field Texas, Farmingdale Long Island, Tactical Ctr. Orlando Florida, Mayors Field Greenville Texas, Abeline Texas, Bronswille Texas y Stoneman Field Sn. Francisco. Es necesario mencionar que para 1945 México no era ni por mucho una nación con los recursos necesarios para poder adquirir equipos de primera línea para hacer frente al compromiso de combatir fuera del territorio nacional, e incluso dentro del mismo; para subsanar esta carencia nuestro país se había sumado a la Ley de Prestamos y Arrendamientos (Lend-Lease Program), el cual fue el programa de ayuda militar estadounidense más ambicioso implementado durante la Segunda Guerra Mundial y que permitía a los Estados Unidos vender, intercambiar o transferir materiales militares de diversa índole a países cuya necesidad de defensa interna era vital para su seguridad; México había entablado conversaciones y logrado la firma del acuerdo el 27 de marzo de 1942, gracias a esto es que se pudo enviar una unidad de combate con materiales de primera línea. Foster Field en Texas fue el campo de entrenamiento destinado a los pilotos, los cuales fueron divididos en tres secciones de vuelo y que de manera independiente iniciaron su adiestramiento, primeramente en el entrenador básico Vultee BT-13 para de allí en el entrenador North American AT-6 completar su entrenamiento avanzado, posteriormente recibieron el entrenamiento de transición al Curtiss P-40 y de este concluir a bordo del Republic P-47 “Thuderbolt”; la instrucción tuvo una duración de 10 semanas dentro de las cuales se capacitaron en vuelo acrobático, nocturno, tácticas de combate, tiro, bombardeo y vuelo de formación. Tras la instrucción específica la unidad entera fue concentrada en la base de Pocatello Idaho en septiembre de 1944 para llevar a cabo la fase del entrenamiento ya en conjunto como una sola unidad, que fue recibida en tres bases distintas: Pocatello Idaho de principios septiembre al 27 de noviembre de 1944 (de donde tuvo que ser trasladada debido al mal tiempo de la temporada invernal), Major Field Texas donde permanecieron hasta el 14 de diciembre de ese año y la base aérea de Abelline en Texas a partir del 16 de diciembre y hasta febrero de 1945. Fue hasta el 29 de diciembre de 1944 en que la Cámara de Senadores autorizó al presidente de la república el envío de tropas y material bélico fuera del territorio nacional durante el tiempo en que nuestro país se encontrara en estado de guerra contra las potencias del eje, por lo que el Grupo de Perfeccionamiento Aéreo paso a ser la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana,
READ MOREPor: José A. Quevedo En una reciente entrevista realizada por la revista “Armas” al General Manuel de Jesús Hernández, Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, este señalo que no se tiene contemplada la adquisición de ningún material de vuelo durante el presente gobierno. También dijo que la Fuerza Aérea Mexicana cuenta con un total de 351 aeronaves de las cuales 222 son aeronaves de ala fija (aviones) y 129 de ala rotativa (helicópteros) distribuidos a lo largo del territorio mexicano para desempeñar las tareas que le sean encomendadas. Desde hace más de diez años, se había dado un impulso significativo para modernizar los aviones y helicópteros de los escuadrones aéreos de la FAM a través de una estrategia programática y medible que se incorpora como una acción de gobierno. A partir del 2012, todas las adquisiciones se encontraban contempladas en los programas sectoriales tanto de la Secretaria de la Defensa Nacional como de la Secretaria de Marina, siendo parte de una actividad de gobierno, ya cuentan con indicadores que permiten medir su avance. Siendo así que de no cumplirse se estaría incurriendo en un desfase a los programas de gobierno. A la fecha no se han publicado los programas sectoriales 2019-2024 ni de Defensa ni de Marina. En la década anterior el enfoque fue modernizar los escuadrones de transporte, de aviones tácticos y de helicópteros. Es así que ahora se cuenta con una importante flota de aviones de transporte medio como los Airbus Military C-295M y W además de los C-27J de la entonces Alenia ahora Leonardo y los transportes pesados con los jets Boeing 737-800. Los aviones tácticos de la FAM los Pilatus PC-7 empleados para interceptar vuelos ilegales desde la década de los ochenta están siendo sustituidos por los nuevos T-6C también se cuenta también con nuevos aviones Beechcraft King Air 350, para realizar misiones de transporte, enlace y vigilancia. Los medios para adiestramiento también fueron renovados con la incorporación de los aviones Grob 120TP para la Escuela Militar de Aviación. La flota de helicópteros también fue renovada, incorporando los Airbus Helicopters HM-225M Cougar, los Sikorsky UH-60M Black Hawk y los Bell 407 GX. También se adquirieron insumos nuevos, como los Vehículos Aéreos no Tripulados, conocidos como drones, como los Hermes adquiridos en Israel, y aún más importante, los modelos desarrollados y producidos en México por la compañía Hydra Technologies. México es un país que tiene una superficie territorial de casi dos millones de kilómetros cuadrados, a los que hay que sumarle un poco más de tres millones de kilómetros cuadrados de zona económica exclusiva sobre el mar. De acuerdo con datos del Fondo monetario internacional y del Banco Mundial el Producto Interno Bruto (PIB) de la economía mexicana es el quince a nivel mundial, solo abajo de España y Australia, por lo tanto su fuerza militar debería ser similar, pero no es así, es conocido que México tiene un déficit de elementos y materiales en sus fuerzas armadas debido principalmente a la falta de presupuesto. Tan solo de realizar una comparación entre las fuerzas aéreas de estos tres países, con un PIB similar veremos que la mexicana es la más pequeña en términos de aeronaves y capacidad tecnológica, aunque el rezago estaba siendo atacado con las incorporaciones de nuevas aeronaves y tecnologías. Al término del gobierno anterior se destinaba a la defensa un 0.49% del Producto Bruto Interno (PIB), situación que continua, aunque se habían hecho esfuerzos para lograr incrementos que en forma gradual llegaran al 1.5% lo que permitirá contar de acuerdo con la visión 2030 de la Secretaría de la Defensa Nacional, con una Fuerza Armada polivalente, ligera, flexible, de gran movilidad táctica y estratégica, con capacidad de respuesta y dotada de recursos humanos, tecnológicos e informáticos de alta calidad, acordes a la potencialidad del país, que pueda hacer frente en diversos ambientes, a amenazas externas e internas, que pongan en riesgo la consecución y/o mantenimiento de los objetivos nacionales. América Latina gasta en promedio el 1.31 por ciento de su PIB en Defensa, en proporción, el gasto de México en esta área es uno de los más bajos de la región. El fortalecimiento de la FAM se logrará al adquirir material de vuelo con tecnología de punta, tales como aeronaves a reacción interceptores, de transporte ligero y pesado, así como aeronaves configuradas como ambulancias; también será necesaria la configuración y desarrollo de un sistema de defensa aérea, sin olvidar los helicópteros para las operaciones aéreas en apoyo a la población civil en sus diversas vertientes; desde luego, que esto conlleva a la construcción de las instalaciones para su operación adecuada. El no continuar con el equipamiento de la Fuerza Aérea Mexicana como se había planeado repercutirá en el futuro ya que hará más difícil la adquisición de equipamiento en los presupuestos futuros y se podrían mermar varias capacidades para la defensa y los planes de ayuda a la población.
READ MORELas Secretarías de Relaciones Exteriores y de la Defensa Nacional informan que debido a la contingencia por Coronavirus COVID-19, esta fecha, elementos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, en coordinación con personal de la Secretaría de Relaciones Exteriores llevaron a cabo un vuelo de traslado humanitario. Como parte de las acciones implementadas por el Gobierno de México, se envió una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana a la Habana Cuba, para traer de regreso a 134 mexicanos que se encontraban varados debido a las restricciones sanitarias de salud implementadas para el combate del COVID-19, asimismo, durante el vuelo de ida se transportó a 49 personas (30 mujeres y 19 hombres) originarias de ese país. En esta operación aérea, participó un equipo militar conformado por la tripulación del avión 737/800 del Escuadrón Aéreo 502 de la Fuerza Aérea Mexicana, personal del servicio de Sanidad, así como personal de la Secretaría de Relaciones Exteriores, realizando en todo momento los controles y medidas sanitarias internacionales correspondientes. Lo anterior, es resultado del trabajo intenso que realiza el personal de ambas dependencias, afrontando cada misión con disposición y compromiso, permitiendo mantener el prestigio, confianza y respaldo otorgado por los mexicanos.
READ MOREPor: José A. Quevedo Diversos medios periodísticos han destacado información del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés) respecto a una carrera armamentista en México, y que esta continúa en ascenso. La organización especializada en transferencias armamentistas reporta un incremento de las adquisiciones de 17% durante el periodo 2015-2019, en comparación con 2010-2014. La cifra representó 70% de las importaciones totales registradas en América Central y el Caribe durante 2015 y 2019. De acuerdo con la información, México fue el segundo cliente en el mercado de armas convencionales en toda Latinoamérica, después de Brasil. A nivel global ocupó el escalafón 36, por delante de Bielorrusia y Kuwait. El gasto militar de México entre 2015 y 2018, acumuló un total de 25 mil 475 millones de dólares, señalando que el incremento va de la mano del uso de las fuerzas armadas en la lucha contra la delincuencia siendo que los carteles de la droga son percibidos como la mayor amenaza a la seguridad en México y el equipo que está adquiriendo tiene que ver de alguna manera con esta amenaza. La publicación señala que Estados Unidos concentró el 64% de los envíos bélicos a México, seguido por España con un 9.5% y Francia con un 8.5%. Las ventas estadounidenses se caracterizan sobre todo por material de vuelo. Independientemente que el informe contiene imprecisiones respecto al tipo y nombre de los equipos, este no toma en cuenta las características de las Fuerzas Armadas Mexicanas ni su desarrollo institucional ya que no se había efectuado ningún reequipamiento de alto perfil desde 1982 y a pesar de eso la Fuerza Aérea no ha renovado aun su aviación de combate, por ejemplo el arma blindada usa el mismo material desde 1982, aunque en 1994 se reforzó con blindados a oruga AMX-13 de segunda mano comprados apresuradamente por el levantamiento zapatista. Lo que ellos ven como una carrera armamentista, es solo el reequipamiento de los equipos aéreos de la Fuerza Aérea y la Aviación Naval que por su desarrollo tecnológico es una adquisición costosa, es por eso el incremento en el gasto militar. Ahora esta renovación de material que inicio en el sexenio de Felipe Calderón, quedo plasmada en los programas sectoriales de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina. A contra sentido de lo que señala el informe, el gasto de defensa de México es uno de los más bajos a nivel mundial, fluctuando en 0.5% del PIB, muy por debajo de la mayoría de países de América Latina, que oscila alrededor del 1.31%. El presupuesto asignado a la Defensa en los últimos años, ha sido destinado principalmente a gasto corriente y en un porcentaje menor a gasto de inversión, destacándose que su cuantía ha sido la mínima indispensable para mantener la operatividad del Ejército y Fuerza Aérea. Las Fuerzas Armadas requieren infraestructura y pertrechos adecuados y modernos para desempeñar con eficacia las múltiples tareas que realizan. Es inaplazable considerar las necesidades más apremiantes, como son: renovar los automotores, aeronaves, equipo de comunicaciones y de inteligencia, sistemas tecnológicos, entre otros pertrechos castrenses. El informe destaca las compras de equipo de rastreo, monitoreo y operativo para la Armada de México; como el radar de baja frecuencia para la detección de submarinos, el cañón naval Bofors Mk3 de 57 mm, los torpedos híbridos ligeros Mk-54 y los sistemas de misil antibuque Harpoon 2. El material está dirigido a equipar a la POLA un nuevo buque fabricado en México bajo un programa de cooperación con la firma holandesa Damen, y cuenta con la tecnología más avanzada disponible en América Latina. La renovación y modernización de los recursos materiales tiene una justificación fundada y coherente, con el desgaste de los medios, y con las amenazas y riesgos que enfrenta el Estado. Finalmente sería deseable que el presupuesto de las Fuerzas Armadas Mexicanas sea congruente a las necesidades de modernización y se requiere tener un crecimiento sostenido y gradual, para que se logre alcanzar una relación del 1% con respecto al PIB; calendarizando los recursos conforme a las necesidades institucionales para el mejor cumplimiento de los objetivos de los programas presupuestarios. Al contrario de lo anterior y que sería lo deseable en los primeros dos años de este sexenio no se ha cuenta con ningún nuevo programa presupuestario para adquisiciones de equipo militar, es así que ustedes creen que México está en una carrera armamentista?
READ MOREDebido al reporte de dos alpinistas extranjeros accidentados el 6 de marzo de 2020, en el cerro “La Peña del Gigante”, ubicado en el municipio de Ocampo, Chih., elementos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos aplicaron el “PLAN DN-III-E”, en su FASE DE AUXILIO. El 7 de marzo de 2020, esta dependencia activó el Sistema de Búsqueda y Rescate, desplegando personal militar y un helicóptero UH-60M; asimismo, se coordinó con autoridades de Protección Civil, Policía Municipal, Cruz Roja y Ministerio Público del estado para el rescate de los desaparecidos. Durante la madrugada del 8 de marzo de 2020, los efectivos militares en coadyuvancia con personal civil rescataron a uno de los alpinistas, el cual se encontraba con vida y en buen estado de salud; proporcionándosele atención médica, alimentación y traslado al poblado de Cajurichi, municipio de Ocampo, Chih., donde lo esperaban familiares y amigos. El 9 de marzo de 2020, fue localizado el cuerpo del segundo alpinista, sin poder recuperarlo debido a la configuración geográfica del área y a las condiciones meteorológicas adversas; por lo que el 10 de marzo de 2020, esta Secretaría desplegó, a bordo de una aeronave militar, a un grupo de rescate integrado por un médico, tres rescatistas y un equipo especialista en media montaña perteneciente a la Brigada de Fusileros Paracaidistas, para coadyuvar en las labores de rescate. El cuerpo del segundo alpinista fue recuperado por efectivos castrenses en coadyuvancia con personal civil, siendo trasladado en la aeronave perteneciente a la Fuerza Aérea Mexicana y entregado a las autoridades correspondientes. Lo anterior fue resultado del trabajo intenso que realiza el personal de este Instituto Armado, así como, su lealtad, disposición y compromiso siempre en aras del cumplimiento de las misiones encomendadas.
READ MOREAunque la Fuerza Aérea Mexicana opera una de las flotas de helicópteros más grandes de Latinoamérica, siempre ha preferido usar multipropósitos, pero opera una aeronave dedicada al ataque el MD-530F. Uno de los más populares helicópteros de una sola turbina para uso civil y militar, es el MD-500, ya que combina un mantenimiento sencillo y una gran velocidad, excelentes prestaciones si se compara con otros helicópteros de su clase y lo más importante sus costos de operación son razonablemente bajos. El MD 500 desciende del famoso helicóptero usado por el ejército de los Estados Unidos OH-6A “Cayuse”, la serie fabricada bajo la denominación “MD” incluye el MD 500E, el MD 530F y el nuevo MD 902 Explorer que incorpora en su diseño un nuevo rotor de cola con tecnología silenciosa. Conocido en todo el mundo por su fuselaje en forma de huevo, el Hughes 500/OH6-A Cayuse es un desarrollo que se remonta al pequeño helicóptero entrenador primario “269” producido por la división aeronáutica de la Hughes Tool Company a principios de la década de los sesenta. El helicóptero fue desarrollado principalmente para su uso civil, pero de acuerdo a las excelentes prestaciones que demostró el Modelo 269, se perfeccionó una versión para cubrir los requerimientos que se necesitaban para la competición del Helicóptero Ligero de Observación del ejercito norteamericano en 1961; el primer vuelo del prototipo fue el 27 de febrero de 1963, ganando el concurso y el contrato en mayo de 1965, el helicóptero recibió en la fábrica la designación de “369”, llamándole oficialmente como a la aguerrida tribu indígena de Norteamérica “Cayuse”, siendo conocido también por su denominación militar LOH (Light Observation Helicopter). Siendo puestos en servicio inmediatamente para auxiliar a las tropas en la guerra de Vietnam, el OH-6A fue ordenado en grandes cantidades en el periodo de 1965 a 1969, entregando eventualmente 1,417 modelos de la versión militar hasta agosto de 1970. En la actualidad MD Helicopters, Inc., construye la familia de helicópteros MD que incluye a los doble turbina MD Explorer y MD 600N, y la serie MD 500 que incluye al MD 520N, MD 500E y al MD-530F, en su planta de Mesa en Arizona. Los primeros helicópteros de la familia MD que sirvieron en las Fuerzas Armadas Mexicanas fueron tres MD 500 E usados por la Escuela de Aviación Naval de la Armada de México, para el entrenamiento de pilotos de ala giratoria, que sustituyeron a los anticuados Hiller UH-12E en julio de 1990. El 17 de julio de 1992 se anunció la compra de 10 helicópteros Mcdonell Douglas MD-530F, Defender, para la Fuerza Aérea Mexicana mismos que fueron seriados HBRE (Helicóptero Búsqueda, Rescate y Evacuación) 1131 a 1140, los aparatos fueron destinados al Escuadrón Aéreo 203, al Escuadrón de Operaciones Especiales 214 de Culiacán, Sinaloa, y al Escuadrón Aéreo de Operaciones Especiales 215 de Pie de la Cuesta, Guerrero. Estos MD-530F ostentaban un esquema en color verde obscuro y su respectiva matricula sobre las puertas traseras del helicóptero y el triángulo tricolor en la parte trasera a ambos lados del fuselaje y la leyenda “FUERZA AEREA MEXICANA”, a ambos lados del Boom de cola, como detalle estas aeronaves cuentan con una gran antena de comunicaciones de color blanco colocada horizontalmente sobre el fuselaje superior derecho. Con una cabina de vuelo rediseñada que le otorga una nueva fisonomía al helicóptero, los MD-530F fueron utilizados por los escuadrones de Operaciones Especiales en todo clima y terreno en la lucha contra el narcotrafico. Las misiones de observación y ataque también están a cargo de estos helicópteros, la versión F cuenta con una turbina Allison 250 C30 de 425 shp que le da la potencia necesaria para operar en las duras condiciones de altitud y temperatura que imperan en la República Mexicana. La primera aparición publica de los MD-530F es dentro de la columna militar del desfile militar el 16 se septiembre de 1992 volando los diez aparatos en formación sobre la Ciudad de México dentro de un escuadrilla formada por helicópteros Bell 212 , MD-530F y dos UH-60 Black Hawk. En 1993 entro en operaciones el 11/º Grupo Aéreo de Operaciones Especiales en la BAM Nº 10 en Culiacán, Sinaloa, con los Escuadrones Aéreos 214 y 215 de operaciones especiales dotados de Bell 212 y MD-530F y una escuadrilla mixta de aviones Arava, Pilatus PC-6 y Srike Commander, aunque el escuadrón 215 opero también desde la base de Pie de la Cuesta. En 1994 el conflicto en Chiapas pone a prueba la versatilidad de los MD-530 de la Fuerza Aérea Mexicana, que se aprestó a dar la batalla a un enemigo que conocía palmo a palmo el agreste terreno de la selva chiapaneca y es cuando los pequeños y versátiles MD-530F se mimetizaron fácilmente en las espesas selvas del sureste mexicano efectuando valiosos reconocimientos tácticos y meteorológicos. En febrero de 1995, los MD 530F de los escuadrones de operaciones especiales, entraron en acción, apoyando en todo momento la “Operación Arco Iris” donde incursionaron en once poblados de Chiapas donde había presencia del EZLN, apoyando a las tropas del ejército para la ocupación del poblado de Guadalupe Tepeyac, que era el bastión del grupo guerrillero, efectuando sobrevuelos de apoyo y reconocimiento. Como una repercusión directa a los acontecimientos de enero de 1994, se obtuvieron doce nuevos helicópteros MD-530MG DEFENDER, que fueron artillados con un lanzacohetes LAU-68A, con 7 tubos, una ametralladora de calibre .50″, o un pod de origen belga FN Herstal Twin Mag TMP-5, con doble ametralladora MAG 58P calibre 7.62 mm, que van sujetos en soportes removibles a los lados. Los MD-530MG se numeraron 1141 al 1153. Al mismo tiempo los diez MD-530F se artillaron localmente con armamento FN Herstal. Son operados por dos personas, aunque tiene capacidad hasta para transportar a cinco. Utiliza un motor turboeje Allison 250-C30 con 650 hp. Su velocidad máxima es de 152 nudos (282 km/h), una autonomía de vuelo de hasta 232 millas náuticas (430 km) y un techo máximo de 18,700 pies
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