Los Tratados de Bucareli, firmados el 10 de septiembre de 1923, han tenido por alguna extraña razón, una serie de connotaciones, tanto históricas como psicológicas, dentro de ciertos sectores de la sociedad casi comparables con los estigmas de la conquista o perdida de los territorios en la guerra con los Estados Unidos. El tratado buscaba canalizar las exigencias de ciudadanos estadounidenses por presuntos daños causados a sus bienes por guerras internas en la Revolución Mexicana durante el período comprendido entre 1910 y 1921 y se llevaron a cabo en un edificio del gobierno federal ubicado en la calle de Bucareli. Las negociaciones se iniciaron el 15 de mayo de 1923 y terminaron el 13 de agosto del mismo año. En ningún lugar de los textos se hace mención a la prohibición de construir maquinaria o aeronaves y de su lectura se desprende lo siguiente: El presidente Obregón no tenía jurisdicción legal para hacer cumplir un tratado a título personal ya que los comisionados que los comisionados que a ellas concurrieron, fueron meros representantes personales de Obregón y por lo tanto incapaces para obligar al gobierno, que legalmente no intervino Las indemnizaciones o reclamaciones debieron ser entregadas durante cinco años a partir de la firma del tratado. Sin embargo, el Tratado careció de validez legal porque no estuvo sujeto a la aprobación de los congresos de los dos países firmantes, quedando en un “acuerdo de caballeros”, que comprometía únicamente a Obregón pero no a sus sucesores. Cuando Plutarco Elías Calles asumió la presidencia en diciembre de 1924, uno de los principales puntos de discordia entre Estados Unidos y México todavía era el petróleo. Calles rápidamente rechazó el Tratado de Bucareli de 1923. Por alguna razón se tiene la idea de que los Tratados de Bucareli, fueron ocultos aunque se encuentra publicado en el Diario Oficial de la Federación del 26 de febrero de 1924, aun así se especula que existe un complemento de dichos tratados de los cuales nadie ha visto, ni conseguido obtener información alguna. Después de 1923, la construcción de aviones no se continuó por motivos políticos pero sobre todo por falta de interés y la dificultad de crear una base industrial que permitiera conseguir esas capacidades. Existen muchos ejemplos de construcciones aeronáuticas después de esas fechas pero ninguno tuvo un éxito que permitiera desterrar esa idea equivocada. Estos tratados se han convertido en un pretexto para justificar la desventaja tecnológica mexicana en materia aeroespacial, ya que en ellos se menciona sobre el petróleo las indemnizaciones a los ciudadanos norteamericanos, compañías y sociedades entre otros, pero no señala alguna restricción para la construcción de aeronaves en México en donde el apoyo económico, tecnológico, político y principalmente profesional es determinante y es determinante para el crecimiento aeronáutico en México. En México históricamente no se ha creído en la ciencia y tecnología hecha en el país ni en sus científicos e inventores, todo esto se ve como un gasto y no como una inversión; sin embargo, los países desarrollados sí creen en el talento de los científicos e inventores mexicanos, y sin darnos cuenta nos hemos convertido en uno de los principales exportadores de científicos y técnicos de américa latina. La falta de una base industrial hizo que a principios del siglo, el gobierno mexicano, estimulara desde el año 2002, diversos proyectos de inversión y desarrollo de proveeduría que hoy han convertido a México en el sexto proveedor de partes aeroespaciales para Estados Unidos, el doceavo exportador mundial y el quinceavo productor a nivel mundial de productos aeroespaciales. Para muchos ha sido más fácil comprar algo en el extranjero, que preocuparse por obtener una base industrial que permita aplicar los conocimientos adquiridos por el capital humano, para luego justificar la incapacidad con supuestos tratados de hace 100 años.
READ MOREJorge Mendoza Sánchez, Director General de Banobras, informó que los costos de preservación del avión presidencial TP-01 en Estados Unidos ascendieron a 1.7 millones de dólares que corresponde a un poco más de 37 millones de pesos. Asegurando que luego de un año y siete meses en los que estuvo fuera de territorio mexicano, la aeronave se encuentra en perfectas condiciones, explicó que el avión tipo Boeing 787-8 recibió el trabajo de preservación en Victorville, Estados Unidos, el cual calificó como “la sede más importante de mantenimiento y operación de Boeing”. En conferencia de prensa en el Hangar Presidencial, el titular de Banobras señaló que el avión se encuentra en mejores condiciones de las que se recibió de la administración pasada y aseguró que no se venderá por debajo de su valor en el mercado es decir “no se malbaratará” El avión cuenta con más de mil 702 horas de vuelo. El Presidente nos dio la instrucción de vender al avión en las mejores condiciones a través de las mejores prácticas que se hiciera en un proceso transparente y se observen las directrices en materia de normatividad austeridad y también del uso eficiente de los recursos públicos. Siempre se ha contado con el acompañamiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y un precio de venta que ningún caso sea menor al valor de mercado. Al día de hoy nos encontramos en negociación con dos potenciales compradores la semana pasada el avión concluyó como saben, su estancia en Estados Unidos y continuará en territorio nacional. “En cuanto a las dos ofertas se tiene un avance con uno de los oferentes en términos y condiciones de compraventa. Se recibió un depósito de un millón de dólares el lunes pasado, así mismo la semana pasada recibimos una segunda oferta por otro interesado que se está analizando en este momento más adelante. Si se llegar a concretar esta forma de compraventa se tendrá que llevar unasinspecciones acabo por parte de los compradores para posteriormente hacer un cierre de operación y poder proceder con la entrega”. Posteriormente el C. General Luis Cresencio Sandoval González, Secretario de la Defensa Nacional informó sobre el proceso de los costos de adquisición y de mantenimiento del avión B 787-8, con número de matrícula 3523 “General José María Morelos y Pavón”. En noviembre de 2012, la Secretaría de la Defensa Nacional y BANOBRAS suscribieron un contrato por arrendamiento financiero, por un término de 15 años y un monto de $6,094’689,887.00; pagando del 2012 al 2020, $2,255’842,960.66 en ocho anualidades; quedando pendiente por pagar a capital, del año 2021 al 2027, un monto de $3,838’846,926.34; sin embargo, en caso de pagar el capital que se adeuda durante el mes de julio de 2020, se tendría un ahorro de $1,938’847,550.27 por concepto de intereses, ya que se pagaría únicamente un total de $4,155’842,336.73 pesos. El 8 de octubre de 2014, la compañía “Boeing” entregó la aeronave en Charleston Carolina del Sur, Estados Unidos de América (E.U.A.), arribando a la Base Aérea Militar No. 1, ubicada en Santa Lucía, Estado de México, el 9 de octubre de 2014, para regularizar su estancia legal en el país, trasladándose en la misma fecha, a la ciudad de Dallas Texas, E.U.A., para la configuración de sus interiores en la compañía “Associated Air Center, L.P.”, retornando a México el 3 de febrero de 2016. Por gastos erogados durante la presente administración de diciembre de 2018 a julio de 2020, se han generado los siguientes conceptos: Haciendo un comparativo de gastos, se obtuvo un promedio mensual de operación de la aeronave, en la pasada administración de $12’014,398.83 pesos y en la presente administración de $3’925,080.67 pesos, reflejando una diferencia de $8’089,318.16 pesos, lo que representa un 306 %. Haciendo un comparativo de gastos en 20 meses, la pasada administración tuvo un gasto de $240’287,976.54 pesos y la presente administración en el mismo periodo ha invertido $78’501,613.41 pesos, mostrando una diferencia absoluta de ahorro de $161’786,363.13 pesos, lo que representa el descenso de los gastos de un 306 % Imágenes: Gobierno de México
READ MOREEl avión presidencial “TP-01 José María Morelos y Pavón” un Boeing 787-8 aterrizó la tarde de este miércoles 22 de julio en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). El avión presidencial estuvo 19 meses en Estados Unidos, tiempo en el que recibió mantenimiento y propuestas de compra, sin que a la fecha se haya concretado ninguna. El Dreamliner se convirtió en el primer avión de fuselaje ancho en ser operado por la Fuerza Aérea Mexicana, el cual se esperaba operar por lo menos 25 años, sirviendo a las actuales y futuras administraciones federales para transportar al Presidente de la República, funcionarios y equipo de apoyo. Imágenes Gobierno de México
READ MOREEn medio de la pandemia de Covid 19 y con las medidas de confinamiento la aviación mexicana ha enfocado gran parte de sus esfuerzos en trasladar insumos médicos para combatir la pandemia desde China a México. Esta contingencia ha impactado de manera importante a muchos sectores y la industria de la aviación no ha sido la excepción, sin embargo, el transporte aéreo se ha convertido en una herramienta vital a nivel mundial para el traslado de material médico y alimentos esenciales, entre otros productos básicos. En medio de los vuelos humanitarios que ha realizado Grupo Aeroméxico a lo largo de esta jornada, alcanzó un hito tras conectar la Ciudad china de Shenzhen con Ciudad de México en un vuelo sin escalas (non-stop), de más de 14 mil kilómetros entre ambas terminales. El histórico vuelo se logró gracias a las capacidades del Boeing 787-9 Dreamliner matrícula N183AM, que es parte de su flota de 19 equipos Dreamliner de Aeromexixo La misión comenzó desde el pasado domingo 24 de mayo, cuando el Boeing 787-9 despegó desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con destino a Narita, Japón, donde realizó una escala para continuar a Shenzhen, posteriormente despegó de regreso hacia México con un recorrido de más de 14 mil kilómetros y aterrizó durante la mañana del lunes 25 de mayo, cumpliendo el vuelo AM9011. De acuerdo con la aerolínea, se tendrán más vuelos hacia Shenzhen que, sumados a los realizados a Shanghái, ya cumplieron 100 operaciones exclusivas de carga durante la contingencia humanitaria transportando insumos médicos a 14 países, superando las 1,400 toneladas de carga y 3,600 horas de vuelo. Estos vuelos humanitarios han superado la cifra de 2.7 millones de kilómetros recorridos, lo que equivale a más de 67 vueltas a la tierra. Así, Aeroméxico rompió el récord del vuelo con mayor alcance en su existencia. Además, esta fue la primera vez que la aerolínea conecta a esta ciudad asiática con América Latina en un vuelo directo. Esta operación estuvo destinada a traer insumos médicos para hacer frente a la pandemia del Coronavirus en México. Pero el vuelo más largo realizado por una aeronave mexicana se realizó el 14 de noviembre de 2017, cuando el avión presidencial el famoso TP-01 un Boeing 787-8 llamado José María Morelos y Pavón voló desde el aeropuerto internacional de Da Nang en Vietnam a la Ciudad de México, recorriendo 15,085 km en un tiempo de 16 horas y 2 minutos. El Boeing 787-8 de la Fuerza Aérea Mexicana voló a una altitud promedio de 41,000 pies y a una velocidad de 526 kt (nudos) que equivalen a 974 km por hora. Esta es la primera vez que la Fuerza Aérea de México cuenta con una aeronave de gran alcance y capacidad en la figura del Boeing 787-8, lo que le permite realizar esta clase de vuelos y aun costo menor por el ahorro de combustible.
READ MOREPor: José A. Quevedo En una reciente entrevista realizada por la revista “Armas” al General Manuel de Jesús Hernández, Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, este señalo que no se tiene contemplada la adquisición de ningún material de vuelo durante el presente gobierno. También dijo que la Fuerza Aérea Mexicana cuenta con un total de 351 aeronaves de las cuales 222 son aeronaves de ala fija (aviones) y 129 de ala rotativa (helicópteros) distribuidos a lo largo del territorio mexicano para desempeñar las tareas que le sean encomendadas. Desde hace más de diez años, se había dado un impulso significativo para modernizar los aviones y helicópteros de los escuadrones aéreos de la FAM a través de una estrategia programática y medible que se incorpora como una acción de gobierno. A partir del 2012, todas las adquisiciones se encontraban contempladas en los programas sectoriales tanto de la Secretaria de la Defensa Nacional como de la Secretaria de Marina, siendo parte de una actividad de gobierno, ya cuentan con indicadores que permiten medir su avance. Siendo así que de no cumplirse se estaría incurriendo en un desfase a los programas de gobierno. A la fecha no se han publicado los programas sectoriales 2019-2024 ni de Defensa ni de Marina. En la década anterior el enfoque fue modernizar los escuadrones de transporte, de aviones tácticos y de helicópteros. Es así que ahora se cuenta con una importante flota de aviones de transporte medio como los Airbus Military C-295M y W además de los C-27J de la entonces Alenia ahora Leonardo y los transportes pesados con los jets Boeing 737-800. Los aviones tácticos de la FAM los Pilatus PC-7 empleados para interceptar vuelos ilegales desde la década de los ochenta están siendo sustituidos por los nuevos T-6C también se cuenta también con nuevos aviones Beechcraft King Air 350, para realizar misiones de transporte, enlace y vigilancia. Los medios para adiestramiento también fueron renovados con la incorporación de los aviones Grob 120TP para la Escuela Militar de Aviación. La flota de helicópteros también fue renovada, incorporando los Airbus Helicopters HM-225M Cougar, los Sikorsky UH-60M Black Hawk y los Bell 407 GX. También se adquirieron insumos nuevos, como los Vehículos Aéreos no Tripulados, conocidos como drones, como los Hermes adquiridos en Israel, y aún más importante, los modelos desarrollados y producidos en México por la compañía Hydra Technologies. México es un país que tiene una superficie territorial de casi dos millones de kilómetros cuadrados, a los que hay que sumarle un poco más de tres millones de kilómetros cuadrados de zona económica exclusiva sobre el mar. De acuerdo con datos del Fondo monetario internacional y del Banco Mundial el Producto Interno Bruto (PIB) de la economía mexicana es el quince a nivel mundial, solo abajo de España y Australia, por lo tanto su fuerza militar debería ser similar, pero no es así, es conocido que México tiene un déficit de elementos y materiales en sus fuerzas armadas debido principalmente a la falta de presupuesto. Tan solo de realizar una comparación entre las fuerzas aéreas de estos tres países, con un PIB similar veremos que la mexicana es la más pequeña en términos de aeronaves y capacidad tecnológica, aunque el rezago estaba siendo atacado con las incorporaciones de nuevas aeronaves y tecnologías. Al término del gobierno anterior se destinaba a la defensa un 0.49% del Producto Bruto Interno (PIB), situación que continua, aunque se habían hecho esfuerzos para lograr incrementos que en forma gradual llegaran al 1.5% lo que permitirá contar de acuerdo con la visión 2030 de la Secretaría de la Defensa Nacional, con una Fuerza Armada polivalente, ligera, flexible, de gran movilidad táctica y estratégica, con capacidad de respuesta y dotada de recursos humanos, tecnológicos e informáticos de alta calidad, acordes a la potencialidad del país, que pueda hacer frente en diversos ambientes, a amenazas externas e internas, que pongan en riesgo la consecución y/o mantenimiento de los objetivos nacionales. América Latina gasta en promedio el 1.31 por ciento de su PIB en Defensa, en proporción, el gasto de México en esta área es uno de los más bajos de la región. El fortalecimiento de la FAM se logrará al adquirir material de vuelo con tecnología de punta, tales como aeronaves a reacción interceptores, de transporte ligero y pesado, así como aeronaves configuradas como ambulancias; también será necesaria la configuración y desarrollo de un sistema de defensa aérea, sin olvidar los helicópteros para las operaciones aéreas en apoyo a la población civil en sus diversas vertientes; desde luego, que esto conlleva a la construcción de las instalaciones para su operación adecuada. El no continuar con el equipamiento de la Fuerza Aérea Mexicana como se había planeado repercutirá en el futuro ya que hará más difícil la adquisición de equipamiento en los presupuestos futuros y se podrían mermar varias capacidades para la defensa y los planes de ayuda a la población.
READ MOREPor: José A. Quevedo Diversos medios periodísticos han destacado información del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés) respecto a una carrera armamentista en México, y que esta continúa en ascenso. La organización especializada en transferencias armamentistas reporta un incremento de las adquisiciones de 17% durante el periodo 2015-2019, en comparación con 2010-2014. La cifra representó 70% de las importaciones totales registradas en América Central y el Caribe durante 2015 y 2019. De acuerdo con la información, México fue el segundo cliente en el mercado de armas convencionales en toda Latinoamérica, después de Brasil. A nivel global ocupó el escalafón 36, por delante de Bielorrusia y Kuwait. El gasto militar de México entre 2015 y 2018, acumuló un total de 25 mil 475 millones de dólares, señalando que el incremento va de la mano del uso de las fuerzas armadas en la lucha contra la delincuencia siendo que los carteles de la droga son percibidos como la mayor amenaza a la seguridad en México y el equipo que está adquiriendo tiene que ver de alguna manera con esta amenaza. La publicación señala que Estados Unidos concentró el 64% de los envíos bélicos a México, seguido por España con un 9.5% y Francia con un 8.5%. Las ventas estadounidenses se caracterizan sobre todo por material de vuelo. Independientemente que el informe contiene imprecisiones respecto al tipo y nombre de los equipos, este no toma en cuenta las características de las Fuerzas Armadas Mexicanas ni su desarrollo institucional ya que no se había efectuado ningún reequipamiento de alto perfil desde 1982 y a pesar de eso la Fuerza Aérea no ha renovado aun su aviación de combate, por ejemplo el arma blindada usa el mismo material desde 1982, aunque en 1994 se reforzó con blindados a oruga AMX-13 de segunda mano comprados apresuradamente por el levantamiento zapatista. Lo que ellos ven como una carrera armamentista, es solo el reequipamiento de los equipos aéreos de la Fuerza Aérea y la Aviación Naval que por su desarrollo tecnológico es una adquisición costosa, es por eso el incremento en el gasto militar. Ahora esta renovación de material que inicio en el sexenio de Felipe Calderón, quedo plasmada en los programas sectoriales de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina. A contra sentido de lo que señala el informe, el gasto de defensa de México es uno de los más bajos a nivel mundial, fluctuando en 0.5% del PIB, muy por debajo de la mayoría de países de América Latina, que oscila alrededor del 1.31%. El presupuesto asignado a la Defensa en los últimos años, ha sido destinado principalmente a gasto corriente y en un porcentaje menor a gasto de inversión, destacándose que su cuantía ha sido la mínima indispensable para mantener la operatividad del Ejército y Fuerza Aérea. Las Fuerzas Armadas requieren infraestructura y pertrechos adecuados y modernos para desempeñar con eficacia las múltiples tareas que realizan. Es inaplazable considerar las necesidades más apremiantes, como son: renovar los automotores, aeronaves, equipo de comunicaciones y de inteligencia, sistemas tecnológicos, entre otros pertrechos castrenses. El informe destaca las compras de equipo de rastreo, monitoreo y operativo para la Armada de México; como el radar de baja frecuencia para la detección de submarinos, el cañón naval Bofors Mk3 de 57 mm, los torpedos híbridos ligeros Mk-54 y los sistemas de misil antibuque Harpoon 2. El material está dirigido a equipar a la POLA un nuevo buque fabricado en México bajo un programa de cooperación con la firma holandesa Damen, y cuenta con la tecnología más avanzada disponible en América Latina. La renovación y modernización de los recursos materiales tiene una justificación fundada y coherente, con el desgaste de los medios, y con las amenazas y riesgos que enfrenta el Estado. Finalmente sería deseable que el presupuesto de las Fuerzas Armadas Mexicanas sea congruente a las necesidades de modernización y se requiere tener un crecimiento sostenido y gradual, para que se logre alcanzar una relación del 1% con respecto al PIB; calendarizando los recursos conforme a las necesidades institucionales para el mejor cumplimiento de los objetivos de los programas presupuestarios. Al contrario de lo anterior y que sería lo deseable en los primeros dos años de este sexenio no se ha cuenta con ningún nuevo programa presupuestario para adquisiciones de equipo militar, es así que ustedes creen que México está en una carrera armamentista?
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