Sistema Satelital Mexicano (MEXSAT)
- Actividades Espaciales, Industria
- noviembre 6, 2016
Como parte de un memorándum de entendimiento entre Airbus e Indigo Partners por un compromiso de 430 aeronaves de la familia A320neo, a ser adquiridas por parte de sus cuatro aerolíneas afiliadas, la aerolínea mexicana Volaris anunció la adquisición de 80 aeronaves de la familia A320neo, las cuales serán entregadas entre los años 2022 y 2026, como parte del anuncio más grande realizado por Airbus. Ochenta del total de aeronaves serán compradas por la aerolínea mexicana a la firma de un contrato de compraventa con Airbus. El compromiso para la compra de las 80 aeronaves –46 A320neos y 34 A321neos– con un valor de 9.3 mil millones de dólares, a precios de lista, fue anunciado en el Airshow de Dubai. Los aviones se sumarán a la flota actual de Volaris de 70 aeronaves en operación y 41 aeronaves adicionales de la familia A320neo a ser entregadas en lo que resta del año 2017 al año 2021, detalló la aerolínea en un comunicado. “Esta nueva inversión en la flota de Volaris demuestra la confianza en nuestro modelo de negocios de ultra bajo costo, operando en México, Estados Unidos y Centro América. Este compromiso para adquirir las aeronaves de pasillo único más eficientes en consumo de combustible y amigables con el medio ambiente, continuará apoyando nuestra estrategia de disminuir costos para brindar tarifas atractivas a todos nuestros clientes. Esta operación también es un voto de confianza para México y su prometedor futuro en la industria aérea”, comentó Enrique Beltranena, director general de Volaris. A su vez, John Leahy, director ejecutivo de Operaciones de Airbus, se congratuló de la compra realizada por Indigo Partners. “Una orden de 430 aeronaves es notable. Estamos orgullosos de crecer las flotas de dichas aerolíneas en Latinoamérica, Norteamérica y Europa con aeronaves de pasillo único que ofrecen los costos de operación más bajos, mayor alcance y con la cabina más espaciosa: la familia A320neo”, señaló.
READ MOREPor: Ihuitl Maldonado Gastelum Contar con la oportunidad de volar en un desfile aéreo es un privilegio, independientemente de la experiencia en sí, también permite observar en primera línea el desempeño de la Fuerza Aérea Mexicana y de la Aviación de Marina durante los preparativos que una operación de este tipo representa y el cómo se lleva a cabo. Amigos lectores, en esta ocasión he decidido cambiar un poco el artículo que tradicionalmente les presento sobre la parada aérea del 16 de septiembre, de manera usual les he reportado desde un punto de vista más… digamos técnico, comento en que aeronave volamos, los elementos que componen el contingente aéreo, los escuadrones, etcétera, definitivamente no dejaré de proporcionarles esos datos pues claro que son importantes, sin embargo es mi intención el tratar de transmitirles la experiencia en sí, el que Ustedes, a través de mis líneas puedan saber e imaginar la participación en el evento y con ello entender y disfrutar la labor que como prensa especializada en aviación llevamos a cabo. La labor inicia semanas antes, cuando uno solicita la acreditación ante SEDENA para asistir como prensa a cubrir la parada aérea, para esto ya debe estar acreditado el medio, es decir: el periódico, medio electrónico, revista o canal de televisión en el cual uno colabora y esperar el proceso que concluye con la llamada telefónica en algunas ocasiones o el correo electrónico en otras donde se confirma la acreditación, de allí es estar atento a los diferentes comunicados que emite la sección correspondiente a relaciones públicas donde se invita a los preparativos, vuelos de práctica, ensayo general y por supuesto a la parada aérea del día 16; para este año la cita quedó confirmada a las 5:15 a.m. en el acceso de la Base Aérea No. 1 de Santa Lucía y no en el cuartel general de la FAM como tradicionalmente sucede, por lo que la jornada inició aún más temprano, las 3:00 a.m., a esa hora el despertador me arranco del profundo sueño en que me encontraba con pensamientos aún del grito de Independencia de tan solo hacia unas horas y en el que lo relevante fue la escolta que entregó la bandera al Presidente de México conformada por cadetes femeninos del Colegio del Aire, algo totalmente positivo y que dejaba de manifiesto la participación activa de la mujer dentro de la Fuerza Aérea Mexicana; en fin, presto me alisté para acudir al llamado, verifiqué mis equipos fotográficos, mi libreta de apuntes y salí por mis compañeros de Méxicoaeroespacial: José Antonio y Mariano; en las calles y avenidas aún circulaban personas que iban de regreso de los festejos patrios encontrando a uno que otro pasado de copas, por lo que había que irse con cuidado. Para las 4:20 a.m. ya nos encontrábamos circulando sobre la autopista rumbo a Santa Lucía para arribar a las 5:10 a.m., descubriendo que algunos medios de prensa ya se encontraban en el sitio, estos y aparentemente uno que otro spotter que se había logrado colar; por supuesto el personal militar ya se encontraba listo y procedía a organizar al numeroso grupo que se estaba formando, finalmente a las 5:40 a.m. nos dirigimos a las instalaciones de la Escuela Militar de Tropas Especialistas de la Fuerza Aérea –EMTEFA- para ser sometidos al examen médico pre vuelo, tramite de calificación obligatoria si uno pretendía abordar algún tipo de aeronave, este verifica el que uno se encuentre apto para el vuelo y en buena condición física, desafortunadamente algunos no lo aprobaron con la consiguiente permanencia en tierra; posterior al examen el personal de la Sección Segunda del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, conocido como A-2, realiza la selección de reporteros para cada una de las distintas aeronaves, ya fuesen de ala fija o de ala rotativa, la solicitud la realiza el reportero y queda condicionada al espacio disponible en la unidad; personalmente me gustan los helicópteros, a la fecha he contado con la oportunidad de volar en S-70A24 “Black Hawk”, CH-53 “Stallion”, Bell 407 y HM-225M “Cougar”, el cual pretendía repetir en esta ocasión, desafortunadamente ya no existía disponibilidad por lo que solicite el nuevo UH-60M “Black Hawk” del Escuadrón Aéreo 106, una vez completado el trámite lo conducente era alimentarse, hay que tomar en cuenta que nos encontrábamos activos desde la madrugada y el cuerpo gritaba por alimento, lo recomendable es tomar algo ligero, nunca es conveniente comer de más pues el movimiento durante el vuelo puede conseguir que uno decore los asientos de la aeronave lo cual no es nada agradable y sí muy vergonzoso, tras el desayuno ya habían dado las 9:00 a.m. y nos trasladamos a los distintos hangares en espera de las instrucciones de pilotos y tripulación para el abordaje. Previo a subir a las aeronaves se nos es impartida una plática de seguridad, donde se revisan básicamente los procedimientos en caso de emergencia, en el caso de los helicópteros se indica por donde descender de este y hacia donde caminar evitando el cruce con las palas que podrían seguir girando, que no se puede tocar dentro de la aeronave, así como la asignación del asiento, se explica cómo asegurarse y destrabar los cinturones de seguridad y cómo proceder durante las fases de despegue y aterrizaje; en algunas ocasiones se nos invita al Briefing que es una reunión pre vuelo donde se revisa por última ocasión el patrón de espera y pase, los reportes meteorológicos, ajustes finales de hora de arranque y sobrevuelos sobre la Plaza de la Constitución, una vez concluido las tripulaciones se dirigen a sus aeronaves quedando solamente el esperar la hora de inicio; finalmente y tras una espera en que pude realizar algunas tomas en tierra del personal dando los últimos ajustes a las aeronaves dieron las 10:30 a.m., hora de arranque de motores, abordamos nuestras unidades, nos aseguramos y preparamos nuestros equipos, afortunadamente el “Black Hawk” al que se me asigno solamente nos llevaba a un camarógrafo y a un servidor por lo que
READ MOREPor: Ihuitl Maldonado Gastelum Estimados lectores, el día de hoy no hablaré de aeronaves, vuelos intrépidos ni fechas conmemorativas, el día de hoy quiero rendir homenaje a una de las personas que influyeron en mi pasión por la investigación y estudio de la historia de la aviación mexicana, de un gran piloto, excelente persona y mejor amigo; el día de hoy les compartiré una pequeña historia de vida, hablaré del Gral. Carlos Ignacio Velasco Wall, quien desafortunadamente este pasado 6 de octubre se nos ha adelantado en el camino y vuela ahora aún más alto. La noticia me tomó totalmente por sorpresa, ni siquiera podía imaginar que algo así pudiese suceder, el Gral. de División P.A. DEMA Carlos Ignacio Velasco Wall había fallecido a la edad de 69 años en el hospital militar de su natal Guadalajara víctima de una enfermedad pulmonar, recientemente había hablado con él y se encontraba en muy buen estado de salud; de inmediato mi mente se trasladó a los diversos momentos y situaciones en que habíamos coincidido y como en una especie de salto al pasado la historia de esta amistad tomó un nuevo matiz, ahora de recuerdo y nostalgia en lugar de los momentos anecdóticos que vivíamos cada vez que nos reencontrábamos. Pero antes que nada, permítanme ponerlos en contexto a fin de que puedan entender la razón de estas líneas; los hombres y mujeres que forman parte del mundo de la aviación militar son gente de gran valía, con un profundo amor por México y con un sentido del patriotismo que en ocasiones va más allá del deber que impone el cargo, este es el caso del General Wall o simplemente Wall como era conocido, quien desde sus primeros años en la Fuerza Aérea Mexicana mostró un interés poco usual en conocer de dónde había venido la institución de la que formaba parte y quienes la habían formado, pero sobre todo un especial interés en dar a conocer esta historia a la población en general, con la intención de que no se perdiera tan importante acervo y que de alguna manera también exaltara profundamente la labor que desarrollaba la FAM, mostrándola como una institución formada por personas sensibles y con un gran sentido de pertenencia. Wall ingresó al Colegio del Aire el 11 de octubre de 1967, graduándose con el grado de Subteniente Piloto Aviador el 1 de septiembre de 1971, como muchas generaciones realizó su primer vuelo sólo en el famoso “Stearman” del que se refería como el avión en el que se sentía la pasión del vuelo; su carrera dentro de la FAM y como la de todos los que la conforman fue variada, participando en numerosas comisiones, primeramente desde la operación misma, pilotando distintos tipos de aeronaves, para posteriormente ocupar cargos de mando y dirección. Al graduarse fue destacado al Escuadrón Aéreo 204, con sede en Ensenada Baja California Norte, pilotando los North American “T-28”, allí tuvo la iniciativa de decorar las unidades del escuadrón con fauces de tiburón en una época en que aún era permitido en la Fuerza Aérea personalizar las aeronaves, mostrando esa inquietud por llevar a cabo acciones que destacaran a la FAM, ya con el grado de Teniente Piloto Aviador se trasladó al Escuadrón Mixto de Entrenamiento Táctico en Zapopan Jalisco para realizar el CAT –Curso de Entrenamiento Aerotáctico- como parte de la formación en la carrera del aviador, posteriormente fue trasladado a la Base Aérea No.1 en Santa Lucía donde pilotó los IAI Arava de fabricación Israelí, dentro del Escuadrón Aéreo de Búsqueda y Rescate -EABRE- diseñando la insignia de la unidad que consistía en una Abeja en actitud de ataque, desafortunadamente no cuento con información detallada sobre el tiempo que permaneció en esta unidad; tuvo la suerte de ser uno de los dos primeros pilotos, junto con el entonces Capitán Julio Ponte Romero, en tomar el curso de adiestramiento para los recién adquiridos Pilatus “PC-7” directamente en la fábrica de estos en Suiza participando en el traslado de las primeras ocho unidades a nuestro país, por ese entonces ya portaba el grado de Capitán 2º; Wall era un apasionado del vino, recuerdo que en alguna ocasión nos platicaba sobre su estancia en Suiza y del cómo logró hacerse de un par de cajas de un vino muy raro, especial y por supuesto algo costoso y del cómo lo cuidaba peor que a un tesoro, incluyendo por supuesto las peripecias para trasladarlo a México, lo contaba con la sonrisa de ese alguien que había hecho una travesura y le había salido bien; posteriormente fue asignado a la Sección Quinta del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, integrándose al equipo logístico que se había conformado para coordinar la llegada a nuestro país de los Northrop F-5 “Tiger II” y Lockheed C-130 “Hércules”, incluso causando alta en el recién formado EAD-401 –Escuadrón de Defensa Aérea- el 16 de noviembre de 1981, ya con el grado de Capitán 1º, sin embargo su estancia en dicho escuadrón fue breve pues en diciembre de ese mismo año se trasladó a la Escuela Superior de guerra en la Ciudad de México obteniendo el grado DEMA –Diplomado de Estado Mayor Aéreo- que en términos civiles viene a ser el equivalente a una maestría, lo cual lo calificaba para ocupar puestos de mando; transcurrió la década de los años ochenta y al finalizar esta obtenía el grado de Coronel, para ese entonces eran ya pocas las ocasiones en que contaba con la oportunidad de pilotar una aeronave, sus funciones eran ya totalmente de comando y dirección; al iniciar los noventa le fue asignada la dirección de la Sección Segunda del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, conocida como A2, que es el área encargada de inteligencia y relaciones públicas, es aquí donde continuó con mayor ahínco su labor en pro del rescate de la historia de la aviación, lo cual merece un capítulo especial que relatare en su oportunidad; posterior a la Sección Segunda su nuevo cargo fue en su Alma
READ MOREPor José Antonio Quevedo En septiembre pasado tuve la oportunidad de visitar la nueva base aérea de Santa Lucía, ya que se llevó a cabo la feria espacial México la FAMEX 2021, para ser sinceros sólo fui dos días de los cuatro que había pensado asistir mucho en parte por lo reducido de la misma, al final era obvio que así seria por el cambio de sede, las cuestiones políticas y el Covid. Al final ya no consideré necesario regresar a pesar del enorme atractivo de tener un espectáculo aéreo en ese lugar el sábado 25 de septiembre, aunque la cruda realidad es que no me quedaron muchas ganas de regresar por el tiempo invertido en llegar y el costo de llegar que incluye casetas de peaje además de que el espectáculo aéreo lo pude ver sin tantos problemas y sin tanta gente el jueves 23 de septiembre. Aun así debo reconocer el gran trabajo realizado por el Cuerpo de Ingenieros de la Secretaria de la Defensa Nacional que construyeron una enorme base aérea militar con su pista militar y un aeropuerto con dos pistas en un tiempo sobresaliente. Pensando en esos días que estuve en la zona de Santa Lucía y del tiempo y dinero empleado en llegar me pongo a imaginar ¿cuál es el atractivo para el pasajero de poder volar desde el aeropuerto ubicado en esa zona?, en las últimas fechas hemos oído hablar mucho de los incentivos a las aerolíneas ¿de cómo van a hacer esto?, ¿de cómo van a hacer aquello del espacio aéreo? etc, pero creo que los promotores del proyecto están olvidando una variable importante en toda esta ecuación; la del pasajero. Para las líneas aéreas, el atractivo de volar a Santa Lucía radicaría en un tema de bajos costos operativos, e incluso recortar otros que inciden en el bolsillo de los pasajeros, como la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), que en algunos destinos puede representar hasta la mitad del precio de un vuelo. Sin embargo, aun en ese escenario persisten las dudas para las aerolíneas que están proponiendo un modelo de negocio basado en los pasajeros de los alrededores de la ciudad de Pachuca, lo que se refleja en las ya anunciadas rutas: Cancún, Tijuana, Guadalajara y Monterrey, siendo una apuesta arriesgada por parte de las aerolíneas Volaris y Viva Aerobus. Lo que si tengo claro es que se han olvidado de los pasajeros, los que serán los principales usuarios, para ellos, no hay nada, ni descuentos, ni rutas sin peaje, ni caminos sin congestionamientos viales, ni trenes sin transbordo ¿para qué pasar ese viacrucis si pueden llegar más rápido y más barato al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el AICM? Los pasajeros de la CDMX que quieran usar el nuevo aeropuerto tendrán una decisión difícil, dada la distancia y el costo, ya que cada traslado considerando solo el viaje de ida será mayor a los 50 minutos si es que se tiene la suerte de no encontrar embotellamientos, más un costo por casetas de unos 120 pesos, en este cálculo no estoy considerando el costo de la gasolina, ya ni siquiera pienso en un taxi en el que un viaje rondara más de $600 pesos dependiendo del punto de origen. Aunque muchos me podrán decir que habrá metrobus y hasta un tren suburbano, la realidad es que los viajeros no tendrán a este aeropuerto como su primera opción, porque el traslado implica mucho tiempo y es costoso, pienso que una persona tal vez use el Aeropuerto una sola vez y no le quedaran ganas de regresar. Eso hará que los viajeros escaseen y la idea de complementar al AICM, nunca llegara a consolidarse, por la hasta ahora infranqueable barrera de la distancia. Al final la oferta y la demanda será la que decidirá si este aeropuerto ayudara en evitar la saturación que actualmente sufre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) o quedara como un elefante blanco en medio de la nada.
READ MOREEl pasado 5 de junio un avión especialmente preparado WC130J realizó un vuelo sobre el Golfo de México para monitorear y obtener datos de la Tormenta Tropical Cristóbal que se situaba en la bahía de Campeche, enviando la información al Centro Nacional de Huracanes en la Florida, para ayudar a mejorar sus modelos de computación que prevén movimiento e intensidad para los huracanes de la temporada. El avión pertenece al Escuadrón 53 de reconocimiento meteorológico ( 53º WRS 53rd Weather Reconnaissance Squadron) y es la única unidad del Departamento de Defensa norteamericano que lleva las misiones de reconocimiento meteorológico al clima tropical severo del 1 de junio al 30 de noviembre, para recopilar datos que mejoren sus pronósticos y advertencias de tormenta. La misión de este escuadrón es única, que es única por varias razones. Primero, su área operativa es inmensa, desde el Atlántico medio hasta Hawai. En segundo lugar, mientras el escuadrón está alineado bajo el Comando de Reserva de la Fuerza Aérea, las tareas de reconocimiento del clima se originan en el Centro Nacional de Huracanes, que cae, no bajo el Departamento de Defensa, sino el Departamento de Comercio. A través de un acuerdo entre agencias, el reconocimiento del clima tropical se rige por el Plan Nacional de Operaciones de Huracanes, que requiere que el escuadrón respalde operaciones continuas las 24 horas del día, con la capacidad de volar hasta tres tormentas simultáneamente con tiempos de respuesta de 16 horas. La unidad vuela hacia tormentas incluso antes de que se nombren. Llamadas misiones de inversión, la unidad vuela estos sistemas a 500 a 1,500 pies. Una vez que un sistema se convierte en tormenta tropical o huracán, vuelan a altitudes más altas, que varían de 5,000 a 10,000 pies dependiendo de la severidad de la tormenta. Las tripulaciones vuelan a través del ojo de una tormenta cuatro o seis veces para localizar el centro de baja presión y la circulación de la tormenta. Durante cada pasada por el centro, liberan una sonda de caída, que recopila datos meteorológicos sobre su descenso a la superficie del océano, específicamente la velocidad del viento, la dirección del viento, la presión, la temperatura y la humedad. Durante los vuelos de inversión y tormenta, las tripulaciones aéreas transmiten datos meteorológicos a través de comunicación por satélite cada 10 minutos al Centro Nacional de Huracanes para ayudarlos con sus pronósticos y advertencias de tormenta. Además de volar reconocimiento de clima tropical, el escuadrón también vuela tormentas de la temporada de invierno sobre el Golfo de México y los océanos Atlántico y Pacífico. Estas misiones se realizan a una velocidad de 25,000 a 30,000 pies y se lanzan 25-30 sondas por misión para proporcionar datos meteorológicos para ayudar a predecir estos eventos, El año pasado, los cazadores de huracanes volaron más de 684 horas y 81 misiones en nueve tormentas sobre los océanos Atlántico y Pacífico. Los pronosticadores de este año predicen una temporada más fuerte que la normal. Imágenes: 53º WRS 53rd Weather Reconnaissance Squadron
READ MORETe presentamos las maniobras que realizo la escuadrilla “Orca” durante su participación en el Desfile Militar 2022. El Escuadrón Aereo 502 opera cuatro aeronaves Boeing 737, uno de las serie -200Adv y tres -800 de Nueva Generación para el transporte de personal y apoyo a la población civil en casos de desastre dentro del Plan DN-III-E. Los tres Boeing 737-800, fueron adquiridos nuevos a la compañía Boeing entre los años 2015 y 2016 y se les asignaron las matrículas 3526, 3527 y 3528. Los 737-800 son tripulados por dos pilotos, y tienen capacidad para transportar hasta 184 personas. El Boeing 737-800 emplea dos motores turbofan CFMI CFM56-7B26E con 26,000 libras de empuje.
READ MORE