Redacción. – La Fuerza Aérea de EE. UU. (USAF) ha publicado fotos del segundo bombardero furtivo B-21 Raider, que ofrecen una visión clara de la plataforma de ataque de largo alcance de próxima generación de la Fuerza Aérea durante su primer vuelo. Las imágenes, que muestran al segundo avión durante su vuelo a la Base Aérea Edwards, California, destacan el progreso del programa secreto hacia la siguiente fase de pruebas.
Las fotos, tomadas el 11 de septiembre de 2025, capturan el avión durante el vuelo que lo llevó desde la Planta 42 de la Fuerza Aérea en Palmdale, California, hasta la Base de la Fuerza Aérea Edwards. Entre estas fotos también se encuentra la primera que muestra los dos B-21 juntos.
Este segundo B-21, que ahora se suma al primer bombardero que ya está en evaluaciones en Edwards desde noviembre de 2023, es representativo de la producción y se utilizará para ampliar las pruebas a la integración de armas y las evaluaciones de mantenimiento.
La aparición del segundo B-21 es más que simbólica. Al añadir otra aeronave a la flota de pruebas, la Fuerza Aérea puede acelerar la evaluación de los sistemas de misión y armamento, un punto enfatizado por altos funcionarios.
El B-21 Raider está diseñado para reemplazar a los obsoletos B-1B Lancer y B-2 Spirit, y servirá junto al mejorado B-52J Stratofortress en una flota de dos bombarderos. El jefe del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea, general Thomas A. Bussiere, calificó recientemente al Raider como «el avión más exquisito y tecnológicamente avanzado jamás construido», señalando que su introducción se produce en medio del desafío de disuadir a múltiples adversarios con armas nucleares por primera vez en la historia de Estados Unidos.
La USAF se ha comprometido a adquirir al menos 100 Raiders, aunque la cifra final permanece clasificada. La Base Aérea Ellsworth en Dakota del Sur se convertirá en la primera base operativa, con obras de infraestructura ya en marcha.
Aunque las tasas de producción exactas siguen siendo confidenciales, evaluaciones independientes estiman un ritmo de producción de 7 a 8 aviones al año. Northrop Grumman ya ha absorbido un gasto de 477 millones de dólares para adaptar sus procesos a la demanda futura.
Northrop Grumman y la Fuerza Aérea han enfatizado con frecuencia que las características más importantes del B-21 se encuentran en el interior de la aeronave y no son visibles desde el exterior. De hecho, las innovaciones más significativas se encuentran en los sistemas y materiales de la aeronave, más que en cambios aerodinámicos radicales.
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