La Fuerza Aérea Mexicana (FAM) utilizo dos de los helicópteros más grandes en Latinoamérica el enorme MI-26T y el Sikorsky CH-53D (S-65 Yas’ur-2000). En el 2009 tuve la oportunidad de poder volar en uno de ellos, esta es la crónica de ese día.
16 de septiembre de 2009; Me encuentro en la Base Aérea Militar N° 1 en Santa Lucia, cercana a la Ciudad de México, aquí veo al personal de tierra preparar estos enormes helicópteros para la misión de este día; volar dentro del contingente aéreo del día de la Independencia mexicana, estoy a unos instantes de subir a una de estas enormes naves.
Momentos antes he recibido las instrucciones necesarias para el vuelo, así que tenemos que extremar precauciones para subir a bordo y también para toda la operación en el aire, en la junta de Briefing se nos explica en qué consistirá la misión, seremos parte de una formación compuesta por tres CH-53D que realizaran patrones de vuelo predeterminados sobre la Ciudad de México. La tripulación de cada helicóptero está compuesta por el piloto que es el comandante de la aeronave, un copiloto y el maestro de carga.
Las primeras tripulaciones mexicanas recibieron adiestramiento en Israel ya que los helicópteros fueron adquiridos en ese país. Los helicópteros son del tipo Sikorsky CH-53D “Sea Stallion”, optimizados al sistema Israelí “Yas’ur-2000”, y cuenta con diversas modificaciones como la reestructuración del fuselaje, cambio de cableado interno y mejoras en la aviónica. El programa de adiestramiento, se inicio en 2004 a través de nueve cursos realizados entre diciembre de 2004 a julio de 2005, a los que asistieron 29 elementos. Asimismo, los cursos para los pilotos comenzaron en junio de 2005, y fueron impartidos en los talleres de la Compañía MHT Israel Aircraft Industries, ubicadas en el aeropuerto internacional Ben Gurion, Mata Division y Atarot, Jerusalén, en la base aérea de Tel-Nof; los cursos impartidos cubrieron los temas necesarios para un adecuado conocimiento de los helicópteros; además se proporcionaron diversos manuales sobre el funcionamiento de la aeronave.
En enero de 2005 llegaron a México los dos primeros helicópteros que se matricularon 1581 y 1582 asignándose a Escuadrón Aéreo 101 en la Base Aérea Militar No. 1, cercana a la Ciudad de México, posteriormente se incorporarían otros dos con las matriculas 1583 y 1584. La operación de compra venta tuvo un costo de 25 millones de dólares. En mayo de 2007 las aeronaves fueron reasignadas al Escuadrón Aéreo 104 ubicado en la Ciudad de Mérida en la Península de Yucatán ya que esta zona es azotada constantemente por fenómenos naturales como los huracanes y se decidió que en ese lugar serán más efectivos para la realización de sus tareas.
Regresando al vuelo; en perfecta coordinación las tres aeronaves inician la secuencia de encendido y soy invitado a subir a la aeronave matricula 1581 teniendo cuidado con las enormes aspas del helicóptero, nos acompañaran los helicópteros 1583 y 1584, minutos después inicia el taxeo por la pista para ubicarnos dentro del contingente para iniciar el vuelo, donde pude constatar la gran potencia de esta máquina ya que a la altitud del centro de México (más de 2,000 metros sobre el nivel del mar) no le cuesta trabajo tomar altura. En estos momentos sobrevolamos la Base Aérea Militar N° 1 y nos dirigimos hacia el corazón de la Ciudad de México.
Al ser un helicóptero tan grande su operación requiere de mucha coordinación y precisión sobre todo en las misiones e auxilio a la población ya que a pesar de su gran tamaño debe aterrizar en lugares prácticamente inaccesibles. El vuelo es muy estable gracias a su rotor de seis palas y una vez en el aire a pesar de su tamaño se vuelve bastante ágil en las manos de los pilotos de la FAM; con las limitaciones impuestas por su peso y tamaño. En vuelos largos puede alcanzar velocidades de hasta 305 kilómetros por hora.
Estos helicópteros pueden llevar hasta cuatro toneladas de carga útil externa gracias a un gancho de carga, pudiendo albergar 24 camillas o 33 personas, es usado por la FAM en misiones de Búsqueda y Rescate, Transporte táctico, Evacuación Aeromedica y transporte. Para la Evacuación Aeromedica cuenta con un torno de salvamento con capacidad para levantar 250 kilos y una longitud de 73 metros lo que lo convierte en un elemento indispensable para estas misiones. Otra característica importante es la rampa trasera, ya que permite el rápido ascenso y descenso de personal y carga, ya que su bodega de 40 metros cúbicos puede albergar gran cantidad de equipos médicos, de abastecimiento y logística. Los helicópteros mexicanos cuentan con una sonda de reaprovisionamiento en vuelo que por el momento no es empleada por que la FAM no dispone de aeronaves tanqueras.
Otra de las misiones es la de prestar apoyo para el Transporte de las Fuerzas Especiales del ejército, para realizar infiltraciones a través de soga rápida, desembarcos y transporte de heridos. Por lo que continuamente están en adiestramiento con otras unidades de tierra y de aire como los UH-60 Black Hawk del Escuadrón 101 para lograr una mejor integración y coordinación.
Siguiendo nuestro patrón nos dirigimos a la plaza de la Constitución o Zócalo en el centro de la Ciudad, a una velocidad promedio de 200 kilómetros por hora y a una altura de 300 metros aunque en la zona del Zócalo llega a ser de 200 metros para que la gente en las calles y que observa el paso de vehículos y soldados pueda ver de cerca los helicópteros, realizamos dos pasadas en perfecta formación, una de oriente a poniente y la segunda de sur a norte, esta última se hace a través de un amplio giro de 180 grados. Después de esto nos dirigimos de regreso a la Base de Santa Lucia, puedo observar que toda la operación y coordinación de estos helicópteros ha sido de lo mejor.
En operación con la Fuerza Aérea Mexicana los CH-53 han demostrado con creces su valía en todo tipo de operaciones lo que los ha colocado en poco tiempo en indispensables dentro de la aviación militar mexicana.
Finalmente en el 2013, estos enormes helicópteros fueron retirados del servicio.
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