• La FAM trabaja en un plan de desarrollo que contempla la adquisición de nuevas aeronaves; comandante FAM

    La FAM trabaja en un plan de desarrollo que contempla la adquisición de nuevas aeronaves; comandante FAM0

    Redacción. – En entrevista con el periódico Milenio el comandante de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) el General de División P.A.E.M. Román Carmona Landa señaló que su misión es clara: garantizar la soberanía del espacio aéreo mexicano, fortalecer la seguridad interior y apoyar al pueblo de México en situaciones de emergencia. En la entrevista el comandante de la FAM fue enfático: “La misión principal es defender la independencia y soberanía de la nación, la seguridad interior, el apoyo a la población civil, y en particular, garantizar la soberanía del espacio aéreo mexicano, esto a través de la aplicación de la ley, de vigilancia y protección del espacio, que tiene un par de años que se autorizó. Señalo que, con el fortalecimiento de capacidades tecnológicas y legales como la aplicación de la Ley de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo, se podido reducir la incidencia de vuelos ilícitos y otorgar certeza jurídica a las operaciones de defensa aérea. “Desde que nació la Fuerza Aérea Mexicana no tenía una certeza jurídica para la misión que tiene, que es la vigilancia del espacio aéreo. Y con esta ley se permite tener esa certeza jurídica, permite incidir más en el problema de inseguridad en México al evitar o disminuir el uso del espacio aéreo y de toda la infraestructura aeronáutica nacional en actividades ilícitas”. Consultado sobre el estado actual de la FAM, el comandante fue enfático: “Encuentro una Fuerza Aérea Mexicana muy sólida. Lo que me representa básicamente el reto es mantener esa solidez y proyectarla hacia un nivel todavía como referente nacional e internacional”. Uno de los retos actuales es la integración operativa con la Guardia Nacional, a partir de la adhesión a la Secretaría de la Defensa Nacional. Al respecto, Carmona Landa explica que la colaboración técnica y doctrinaria ya existía, pero ahora se formaliza y se fortalece. “Las aeronaves que tienen ellos son similares a las que tiene la Fuerza Aérea. Eso nos ayuda en un ámbito de adiestramiento, logístico, de doctrina para operar. En el Colegio del Aire ya hay personal de la Guardia Nacional estudiando para pilotos aviadores, para personal de mantenimiento”. Aunque las misiones son distintas —seguridad pública para la Guardia Nacional y defensa nacional para la FAM—, la coincidencia técnica permite una sinergia efectiva, explica. “Cada uno tiene su propia misión, pero nos apoyamos en el ámbito técnico-profesional”. Respecto a los planes para la modernización de la FAM el general detallo que se trabaja en un plan de desarrollo sustentado en el Programa Sectorial de Defensa, que contempla la adquisición de nuevas aeronaves, el fortalecimiento del sistema de radares y la mejora en el adiestramiento de cadetes. También destacó la participación de las llamadas Fuerza en Situación de alerta (FUSA), que sirve para evacuación y traslado de personal militar herido durante emergencias, para finalizar la entrevista señalo que le gustaría dejar una Fuerza Aérea moderna, interoperable, sostenible. Que sea capaz de adaptarse a las diversas dinámicas complejas nacionales e internacionales que existen. Con recursos humanos profesionales. Y que tengan una alta moral para poder cumplir las funciones que son la razón de ser de toda Fuerza Armada.

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  • Nuevo armamento para los T-6C y los H225M de la Fuerza Aérea Mexicana

    Nuevo armamento para los T-6C y los H225M de la Fuerza Aérea Mexicana0

    En el 1er informe de actividades 2024-2025 de la secretaria de la Defensa Nacional (Defensa) se informo que con el fin de incrementar la capacidad ofensiva y defensiva de las aeronaves de cargo en la Fuerza Aérea Mexicana y para atender las necesidades operativas de las Unidades de Vuelo  se adquirieron 37,408 aeromuniciones de diversos calibres y 10 ametralladoras calibre 0.50” con sistema de múltiples cañones rotatorios para ser instaladas en helicópteros Sikorsky Blackhawk UH-60 y Airbus Helicopters H225M Cougar. La Fuerza Aérea Mexicana opera 18 helicópteros UH-60M destacados en el norte de México en los Escuadrones Aéreos 107 y 108, además de seis helicópteros UH-60L destacados en el Escuadrón Aéreo 113 en el Sureste de México, por su parte los helicópteros Cougar operan en el Escuadrón Aéreo 101 ubicado en la Base Aérea Militar N°1 de Santa Lucia, donde apoyan operaciones de alto impacto que realizan las Fuerzas Especiales del Ejército mexicano. También se conoció que se adquirieron 54 contenedores HMP 400LC con Ametralladoras Calibre 0.50” para 27 aviones T-6C+Texan II a fin de completar la capacidad ofensiva de estas aeronaves. Los T-6C son los aviones tácticos más numerosos de la Fuerza Aérea Mexicana ya que están desplegados en los Escuadrones Aéreos 201 ubicado en Cozumel, Quintana Roo, 202, ubicado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 203 ubicado en Ensenada Baja California, 204, en Hermosillo Sonora, 205 en Santa Gertrudis Chihuahua y en el 402 de Ixtepec en Oaxaca. La incorporación de aditamentos para portar sistemas de fuego aéreo y terrestre da a los aviones T-6C de la FAM les otorga un nivel superior de operatividad, pudiendo satisfacer las necesidades de adiestramiento, reconocimiento, patrullaje, vigilancia e intercepción aérea, así como otras misiones dentro del territorio nacional. En el 2020 se aprobó un programa de adquisición de armas para los tejanos de la Fuerza Aérea para poder tener 60 contenedores para equipar a 30 aviones T-6C+ con este sistema de armamento aire-aire y aire-tierra con sus respectivos accesorios, herramientas, repuestos, documentación técnica y adiestramiento para su operación y mantenimiento, para la vigilancia e intercepción como complemento del sistema de defensa aérea.   Este sistema de armamento se integra al sistema de armas de la aeronave, pudiendo emplearse en cualquier condición meteorológica, siendo de fácil remoción y bajo mantenimiento. Aunque su principal función es el entrenamiento, los tejanos tienen capacidades de ataque ligero. Poseen seis puntos duros bajo las alas, y pueden artillarse en el caso mexicano con bombas convencionales de propósito general Mk.81 de 250 lb, lanzacohetes o ametralladoras además de dos tanques de combustible externo para extender su autonomía.

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  • El C-130J Súper Hércules llegara a la FAM en 2028

    El C-130J Súper Hércules llegara a la FAM en 20280

    Por: José A Quevedo C De acuerdo con lo señalado en el informe de actividades de la secretaria de la Defensa Nacional en 2024-20025, se señala que debido a la necesidad de contar con aeronaves de transporte aéreo pesado para optimizar la movilidad de personal, equipo y material en apoyo a las operaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional y garantizar el adecuado apoyo a la población civil en caso de desastres naturales, se adquirió un avión C-130J “Súper Hércules” que será entregado en noviembre de 2028, con lo que se incrementará la capacidad de la Fuerza Aérea. Es así como, de las dos aeronaves solicitadas de acuerdo con el programa de inversión publicado en el 2023, solo se concreta la adquisición de una. En el 2025 el Escuadrón Aéreo 302 de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), solo cuenta con tres aeronaves C-130 Hércules operativos para cumplir con la demanda de operaciones aéreas, sin embargo, se estima que para el 2028 no se tendrá ninguna aeronave operativa del tipo C-130, ya que quedarán fuera de servicio por su antigüedad. El C-130J-30, también conocido como Super Hércules, es una versión avanzada con notables mejoras tecnológicas y estructurales respecto a sus predecesores. Tripulación: Compuesta por tres miembros: piloto, copiloto y operario de bodega. Está equipado con cuatro motores de turbohélice Rolls-Royce AE 2100 D3, cada uno con una potencia impresionante de 4,637 caballos de fuerza. Estos motores impulsan hélices de seis palas hechas de cerámica compuesta. Su diseño alargado permite un mayor espacio para la carga, y una maniobrabilidad mejorada. Estos avances hacen del C-130J-30 un avión eficiente y potente, capaz de manejar una variedad de misiones críticas. La cabina y la bodega están optimizadas para operaciones específicas, lo que asegura flexibilidad en el campo de batalla. El C-130J-30 puede operar en una variedad de escenarios, desde despliegues rápidos hasta misiones humanitarias. Su capacidad para transportar grandes cantidades de carga o tropas a largas distancias, combinada con su velocidad de crucero de más de 600 km/h, lo hacen un activo invaluable para cualquier fuerza aérea. El avión puede transportar 92 paracaidistas, cuatro vehículos terrestres, un helicóptero o 97 literas para heridos. Esta flexibilidad es crucial en misiones de combate, operaciones de paz y asistencia en desastres naturales.  

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  • Anuncia presidenta de México el diseño y producción de un vehículo aéreo no tripulado de última generación

    Anuncia presidenta de México el diseño y producción de un vehículo aéreo no tripulado de última generación0

    Por José A. Quevedo Este 1 de septiembre, la presidenta de México, presentó el informe del primer año de su gobierno. Durante el evento realizado en Palacio Nacional, la mandataria dio a conocer que se trabaja en temas de tecnología, innovación e investigación científica, señalando que se conformaron equipos de trabajo de profesores, investigadores y estudiantes de universidades e instituciones públicas de educación superior dedicados al desarrollo de 10 proyectos estratégicos de innovación, desarrollo de tecnología nacional y estudios humanistas. Entre ellos destacan: El mini vehículo eléctrico Olinia, el proyecto “Kutzari”, Taller de Diseño de Semiconductores, los satélites de observación Ixtli, el Sistema Metaocéanico de Monitoreo Climático y Protección Civil y el proyecto “Quetzal”, que se refiere al diseño y producción de un vehículo aéreo no tripulado de última generación. Hay cerca de 500 investigadores trabajando en estos proyectos de investigación. Otro proyecto presentado fue el llamado Ixtli, que son Satélites de observación terrestre en órbita baja: El proyecto consiste en la construcción de una constelación de satélites de observación de la Tierra de órbita terrestre baja (LEO), diseñada para permitir acciones cruciales de prospección, análisis, monitoreo, detección y alerta temprana. Estas capacidades se aplicarán a áreas estratégicas como el crecimiento urbano, la agricultura, el medio ambiente, los recursos naturales, la seguridad pública, la protección civil y la defensa nacional. Esta iniciativa se realiza en estrecha coordinación con la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones. Durante enero y junio de 2025, se ha avanzado significativamente con la generación del documento de la misión, basado en simulaciones que se utilizan para seleccionar las órbitas y frecuencias a utilizar; se elaboró un análisis de riesgos con su correspondiente plan de contingencia, que son valiosos para acompañar al proyecto; los grupos participantes se encuentran trabajando en el modelo de ingeniería del primer satélite de esta constelación. El Sistema aéreo no tripulado (UAV), con tecnología nacional, será destinado a tareas de monitor, vigilancia y respuesta en sectores estratégicos como seguridad, medio ambiente y protección civil. El proyecto se realiza en coordinación con la Secretaría de Marina. En este contexto, se conformó un grupo integrado por desarrolladores y tecnólogos que han generado un plan del trabajo para el análisis de requerimientos y la definición del sistema, los diseños conceptuales y preliminares de la aeronave, tal como el módulo de propulsión y aviónica. Entre el 1 de octubre de 2024 y el 30 de junio de 2025, se han coordinado diferentes esfuerzos para consolidar una cartera de proyectos estratégicos en materia de desarrollo tecnológico y de innovación en sectores prioritarios y en donde participan los CPI, instituciones de educación superior, asociaciones, la iniciativa privada y el Gobierno de México. Estos proyectos impulsan soluciones tecnológicas de alto impacto, con una inversión total de 500 millones de pesos. La Armada de México había presentado un nuevo Sistema Aéreo No Tripulado de Despegue y Aterrizaje Vertical denominado SANT-DAV, capaz de despegar verticalmente con cuatro motores eléctricos y continuar su vuelo horizontal con un motor de combustión interna. El nuevo vehículo fue desarrollado en el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Armada de México (INIDETAM) donde un grupo multidisciplinario desarrolló toda la estructura, la aviónica y el software. Es una aeronave no tripulada de despegue y aterrizaje vertical con una autonomía de 50 millas náuticas (unos 91 kilómetros), puede alcanzar un techo operativo de 12.000 pies, con un peso máximo de 90 kilogramos.

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  • La Antigua Base Aérea Militar de Santa Lucía

    La Antigua Base Aérea Militar de Santa Lucía0

    Por: José A. Quevedo C La invención del avión trajo consigo, la necesidad de una serie de espacios indispensables para su correcto funcionamiento, que era un espacio plano y amplio para el despegue y aterrizaje ,en el cual se construyeron pistas y en las plataformas cercanas hangares, en los cuales se da mantenimiento a los aviones, incluyendo espacios para estacionamiento, torre de control, y un edificio terminal para recibir y despedir a los pasajeros, así como concentrar a los trabajadores de esta nueva actividad, siendo estos los principales componentes de un aeropuerto o puerto aéreo como se le llamó en sus inicios. Los aeropuertos pueden ser civiles o de carga; los dedicados a aeronaves militares son llamados bases aéreas. En México existen 18 bases aéreas militares, de las cuales una de las más importantes es la de Santa Lucía, situada al sur de la localidad de San Lucas Xolox en el municipio de Tecámac en el estado de México. Los terrenos donde se asentaba esta base pertenecieron a los frailes jesuitas, quienes formaron ahí la gran y extensa hacienda de Santa Lucía de 1576 a 1767, una de las fincas más prósperas y antiguas del valle de México. Posteriormente pasó a manos de particulares, cuando la adquirió el Conde de Regla, don Pedro Romero de Terreros, cuya descendencia la poseyó hasta 1811. La Fuerza Aérea Mexicana conserva hasta hoy su casco y capilla (1580 – 1596) como un museo de sitio. El 24 de noviembre de 1952 y como consecuencia del deterioro y lento abandono del campo aéreo militar de Balbuena (1915), se inauguró sobre los campos de la ex hacienda jesuita la Base Aérea Militar No. 1 “P. A. Alfredo Lezama Álvarez”. El presidente Miguel Alemán llegó en el avión presidencial “El Mexicano” aterrizando en una de las pistas; después de pasar revista a varios escuadrones y cadetes de la infantería, se dirigió al edificio central para develar la placa correspondiente. El comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, general Antonio Cárdenas Rodríguez, agradeció al presidente toda la ayuda ofrecida durante su sexenio en especial “…esta magnífica base aérea que por la magnitud y eficiencia de sus instalaciones será la primera de nuestro país y tal vez de la América Latina…” Durante el evento, varios paracaidistas saltaron de aviones militares formando el nombre del presidente con las letras impresas en los paracaídas. El proyecto general de esta base contemplaba tres pistas de gran dimensión, una zona residencial destinada a pilotos y mecánicos; grandes hangares con estructura de acero importada de Estados Unidos; una serie de oficinas de operaciones al interior del edificio administrativo; secciones de talleres de 24 naves; torre de control con servicio de transmisiones por radio y eventos meteorológicos. De todo esto se llevaba un avance del 60 por ciento. Las escuelas dedicadas a mecánicos, meteorólogos, paracaidistas y miembros del Estado Mayor se concentrarían en la base aérea de Santa Lucía. A lo largo de sus 67 años de existencia, la Base Aérea Militar de Santa Lucía desarrollo importantes labores como establecer puentes aéreos que facilitan el traslado de víveres a aquellas zonas afectadas por fenómenos meteorológicos en beneficio de las poblaciones afectadas; facilitar actividades como el adiestramiento de vuelo, salto de paracaidistas y simuladores de vuelo. Por otra parte, fue testigo de la llegada a México de los primeros aviones a reacción (1960), los famosos Vampiro FMK-3 fabricados en Inglaterra; la creación del Centro Internacional de Aviación Civil inaugurado en 1982, mismo año en el cual arribaron los aviones supersónicos interceptores Northrop F-5E/F Tigre II, equipamiento nuevo de reciente construcción equipado con lo último en tecnología aeronáutica. En marzo de 1988 el equipo acrobático de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos “Los Thunderbirds” equipado con aviones F-16 Fighting Falcon ofreció una gran demostración en esta base militar, que fue abierta al público por primera vez, seguida de un espectáculo aéreo realizado por el Día de la Fuerza Aérea Mexicana el 10 de febrero de 1993. El éxito obtenido en este par de eventos motivó la celebración anual –a partir de 2011- de espectáculos aéreos públicos, y la Feria Aeroespacial México (FAMEX), donde el público tiene la oportunidad de admirar tanto los diversos transportes aéreos como las acrobacias de sus pilotos. La Base Aérea Militar No. 1 “P. A. Alfredo Lezama Álvarez”, que honra la memoria del primer piloto mexicano en lanzarse en paracaídas el 1 de mayo de 1928, es la más importante del país y alojaba las comandancias de las Alas de Combate y de Reconocimiento y Transportes; nueve escuadrones de vuelo integradas por más de 150 aeronaves; el complejo logístico de la Fuerza Aérea Mexicana y su Escuela Militar de Tropas Especialistas. Su pista principal contaba con 3.45 km de largo por 78 metros de ancho, capaz de recibir aviones de gran peso y dimensiones como el Galaxy C-5, Antonov An-124, Boeing 737-800 y el Hércules C-130 entre otros. Además de contar con diversos hangares y plataformas, donde operaba la Estación Meteorológica Militar No. 1. A partir del 2021 la base fue reubicada al sureste de esta con nuevas instalaciones, pero esa es otra historia.

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  • México debe dar un paso al frente e incorporarse a NORAD

    México debe dar un paso al frente e incorporarse a NORAD0

    Por Jose A. Quevedo Las relaciones entre las Fuerzas Armadas de México y de Estados Unidos suelen correr por carriles diferentes a las diplomáticas. Para Estados Unidos, México es parte de su seguridad interior, por eso, tanto nuestro país como Canadá forman parte de lo que se denomina el Comando Norte. Todo el resto de América, incluyendo el Caribe, es parte del Comando Sur, una de las otras siete áreas de seguridad exterior de la Unión Americana. Ser considerado parte del Comando Norte implica un tipo de relación y de compromisos distintos y superiores, entre las fuerzas armadas de esos tres países por la sencilla razón de que se considera que lo que pueda suceder en sus fronteras, en este caso en México, son temas de seguridad interior y nacional de los Estados Unidos. El Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD por sus siglas en inglés) es una organización binacional de Estados Unidos y Canadá encargada de las misiones de alerta aeroespacial y control aeroespacial en  América del Norte y que incluye el monitoreo de objetos hechos por el hombre en el espacio y la detección, validación y advertencia de ataques contra América del Norte, ya sea por aeronaves, misiles o vehículos espaciales, a través de acuerdos de apoyo mutuo con otros comandos. El control aeroespacial incluye garantizar la soberanía aérea y la defensa aérea del espacio aéreo de Canadá y Estados Unidos. La renovación del Acuerdo NORAD de mayo de 2006 agregó una misión de advertencia marítima, lo que implica una conciencia y comprensión compartidas de las actividades realizadas en los accesos marítimos, áreas marítimas y vías navegables interiores de EE. UU. y Canadá. La defensa de Canadá y los Estados Unidos es la principal prioridad de NORAD estando alerta 24/7/365. Durante 60 años, las aeronaves de NORAD han identificado e interceptado amenazas aéreas potenciales para América del Norte en la ejecución de sus misiones. La parte continental de los Estados Unidos es una de las tres regiones de NORAD. Las otras dos regiones son la Región NORAD de Canadá (CANR), con sede en la Base de las Fuerzas Canadienses, Winnipeg, y la Región NORAD de Alaska (ANR), con sede en la Base de la Fuerza Aérea de Elmendorf, Alaska. Aunque México no participa del NORAD, se realizan acciones de coordinación de vigilancia e intercepción de aeronaves sospechosas entre nuestro espacio aéreo y el de los Estados Unidos y cada año se lleva a cabo el Ejercicio militar Amalgam Eagle, el ultimo se realizó en el 2024. Amalgam Eagle es un ejercicio binacional entre México y los Estados Unidos que tiene como objetivo mantener las capacidades operativas y de comunicaciones entre las dependencias militares y civiles de ambos países. El ejercicio se lleva a cabo con aeronaves equipadas para la detección e interceptación, que permitan la reacción y el fortalecimiento de los vínculos de coordinación entre los participantes.  Los objetivos principales del ejercicio son: Mantener las capacidades operativas y de comunicaciones entre el Comando Norte y la Secretaría de la Defensa Nacional para aplicar un concepto operacional común en el ámbito aéreo continental. Mediante el intercambio de información, conducir operaciones de detección e identificación de objetivos aéreos sospechosos, ilícitos o de amenaza. Continuar trabajando en el diseño y empleo del protocolo a seguir dentro del proceso de comunicaciones, sobre aeronaves ilícitas transitando en los espacios aéreos de México y los EU. Desde el 2008, el pentágono abrió la puerta a México, el entonces secretario de Defensa Robert M. Gates abrió señalo la posibilidad de que México se incorpore a NORA), pero dijo que ello podría ocurrir cuando se hayan intensificado las relaciones militares de ese país con Estados Unidos. «Yo creo que una vez que se haya logrado eso, en una forma que sea compatible con las sensibilidades mexicanas, puede darse alguna posibilidad«, declaró en el Foro Norteamericano sobre Seguridad, Energía y Medio Ambiente, que se realizó con representantes de los dos países más Canadá en la Cámara de Comercio de Washington. México ha observado una tradicional neutralidad en los temas internacionales, y Gates recordó que históricamente Estados Unidos y México han tenido «muy pocos contactos militares» y que dejaba en manos mexicanas la posibilidad de incrementarlos. Gates dijo también que Estados Unidos, México y Canadá, que son socios en el tratado de libre comercio de América del Norte desde 1994, deben trabajar juntos en sus intereses de seguridad y defensa «respetando y honrando la soberanía de cada país«. Que México participe con su área de responsabilidad en NORAD tendría como efecto que México homologara sus activos aéreos con unidades similares a los Estados Unidos y Canadá, esto es aeronaves con capacidades similares a la Primera Fuerza Aérea (AFNORTH) que planifica, dirige, controla y coordina todas las fuerzas de la USAF en territorio continental de los Estados Unidos esto es lo mejor del inventario de cazas como el F-15 Eagle y el F-16 Fighting Falcon, que vuelan como los principales sistemas de armas de defensa continental y los F-18 que se operan en la Región NORAD de Canadá (CANR). Así México podría implementar procedimientos de respuesta similares a los que opera la OTAN, con la evidente ventaja para México de operar aviones de primera línea para la defensa de su espacio aéreo con capacidades similares a sus socios comerciales  

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