Por: José A. Quevedo El presidente de Estados Unidos anunció que la empresa aeronáutica Boeing construirá el futuro avión de combate de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF), que según el Pentágono tendrá capacidades de sigilo y penetración que superan con creces las de su flota actual y es esencial en un posible conflicto con China. El presidente de Estados Unidos, junto con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el general David Allvin, jefe de la Fuerza Aérea estadounidense, anunciaron la adjudicación del contrato para el desarrollo del caza tripulado a Boeing y su diseño F-47. El programa conocido como Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD), constará de un avión tripulado que servirá como base de una flota de futuros drones diseñados para penetrar las defensas aéreas de China y cualquier otro enemigo potencial. El anuncio del contrato se produce tras meses de incertidumbre debido a las limitaciones presupuestarias y al cambio de prioridades, que llevaron a una pausa y una revisión detallada del programa. “Una versión experimental del avión ha estado volando en secreto durante casi cinco años y estamos seguros de que supera con creces las capacidades de cualquier otra nación”, declaró Trump al presentar el F-47. También indicó que el F-47 experimental lleva cinco años volando y que ciertas versiones podrían venderse a aliados de Estados Unidos. Boeing y Lockheed Martin, fueron los competidores por el contrato de desarrollo de ingeniería y fabricación, con un valor mínimo de 20 000 millones de dólares, al que seguirían cientos de miles de millones de dólares en pedidos durante su vigencia. Se espera que el coste de los cazas NGAD sea de unos 300 millones de dólares por avión. Una declaración del general Allvin fue publicada posteriormente en el sitio web de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la que precisa detalles del programa. El contrato de la Plataforma de Dominio Aéreo de Próxima Generación (F-47) representa un avance monumental para asegurar la superioridad aérea de Estados Unidos durante las próximas décadas. Este contrato reafirma nuestro compromiso de mantener la posición de Estados Unidos como la Fuerza Aérea más dominante del mundo. Con el F-47, no solo estamos construyendo un caza más: estamos moldeando el futuro de la guerra y poniendo a nuestros enemigos sobre aviso. Esta plataforma será el caza más avanzado, letal y adaptable jamás desarrollado, diseñado para superar en velocidad, maniobrabilidad y potencia a cualquier adversario. A pesar de lo que afirmen nuestros adversarios, el F-47 es realmente el primer caza tripulado de sexta generación del mundo, construido para dominar al adversario más capaz y operar en los entornos de amenaza más peligrosos imaginables. Durante los últimos cinco años, los aviones X de esta aeronave han sentado discretamente las bases para el F-47: han volado cientos de horas, probado conceptos de vanguardia y demostrado que podemos superar los límites de la tecnología con confianza. Estas aeronaves experimentales han demostrado las innovaciones necesarias para perfeccionar las capacidades del F-47, lo que nos permitió saber que, al comprometernos con la construcción de este caza, estábamos haciendo la inversión correcta para Estados Unidos. Mientras nuestros aviones X volaban en la sombra, consolidábamos nuestro dominio aéreo: acelerábamos la tecnología, refinamos nuestros conceptos operativos y demostramos que podíamos desplegar esta capacidad más rápido que nunca. Además, el F-47 posee una madurez sin precedentes. Si bien el F-22 es actualmente el mejor caza de superioridad aérea del mundo, y su modernización lo hará aún mejor, el F-47 representa un salto generacional. La madurez del avión en esta fase del programa confirma su preparación para dominar el combate futuro. En comparación con el F-22, el F-47 costará menos y será más adaptable a futuras amenazas, además de contar con más F-47 en nuestro inventario. El F-47 tendrá un alcance significativamente mayor, un sigilo más avanzado, será más sostenible, tendrá mayor capacidad de mantenimiento y mayor disponibilidad que nuestros cazas de quinta generación. Esta plataforma está diseñada con una mentalidad de “construcción adaptable” y su despliegue requerirá considerablemente menos personal e infraestructura.
READ MORETal como ha sido la tónica en ediciones previas de FIDAE, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, USAF, nuevamente asistió a la feria con una amplia variedad de presentaciones. Esta vez el catálogo incluye a una de las novedades más destacadas de la muestra, como lo es la aeronave de combate más moderna del mundo, el F-35A Lightning II, el cual visitó por primera vez América Latina. A este se suman el caza F-22 Raptor, los Boeing B-52 Stratofortress, KC-135R Stratotanker y C-17 Globemaster III, además del KC-10 Extender y el MC-130H Combat Talon II. En particular, el F-35A Lightning II es el más reciente desarrollo de lo que se denomina combate invisible del aire, ya que integra tecnología para evadir el radar enemigo y modernos sistemas de defensa antimisiles. Además, puede lograr una velocidad que casi duplica la velocidad del sonido: 2.205 km/h (1,8 Mach). Por su parte, el F-22 Raptor es un avión que ha sido definido como uno de los más avanzados del mundo en cuanto a tecnología. Puede volar a velocidades aéreas supersónicas – más de 1,5 Mach – sin usar el postquemador, una característica identificada como supercrucero. También conocido como el bombardero más grande en servicio del orbe, el Boeing B-52 Stratofortress lleva seis décadas de servicio operativo y es primera vez que es parte de la exhibición estática de FIDAE. Tiene una envergadura de 185 pies, puede volar a altas velocidades y efectuar diversas misiones, tales como ataques estratégicos, apoyo aéreo cercano, interdicción y ofensivas aéreas, además de operaciones marítimas. En tanto, el KC-135R Stratotanker es un avión cisterna que exhibe en FIDAE sus modelos acondicionados para el reabastecimiento de combustible, mientras que el C-17 Globemaster III es un avión usado por la USAF como transporte estratégico de tropas, suministros o para cargas pesadas como un tanque M1 Abrams de 70 toneladas. La aeronave de reabastecimiento en vuelo KC-10 Extender, a su vez, asiste a aeronaves de la Fuerza Aérea, Armada y Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, además de fuerzas aliadas. Por último, el MC-130H Combat Talon II es un avión especial para misiones de infiltración, exfiltración y reabastecimiento de fuerzas de operaciones especiales y equipos en territorios hostiles. Fotos Sergio Caceres y Fidae
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