Crea el Politécnico un simulador de helicóptero Bell 412.
- Ciencia, Tecnología e Innovacion, Helicópteros, Historia Aeronautica
- marzo 9, 2017
Es conocido por muchos que en el Comando de Defensa Estratégica Aeroespacial de Norteamérica participan sólo los Estados Unidos y Canadá, México se han mantenido al margen de este modelo de defensa continental ya que después de haber participado con los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, se mantuvo alejado de los diseños estratégicos de Washington. Con el fin de la Guerra Fría y la conformación del Tratado de libre comercio, el contexto geopolítico cambió. Desde 1994 México forma parte de una integración económico– comercial con Estados Unidos y Canadá. Después de los ataques del 11 de septiembre y la creación del Comando Norte y el Departamento de Seguridad Interior, se considera a México dentro del perímetro de seguridad de Estados Unidos, pero México se ha mantenido al margen aun en el 2004, el ex secretario de la Defensa Nacional, en el sexenio de Fox el General Ricardo Clemente Vega García, reiteró en comparecencia en la Cámara de Diputados, “Quiero referir que en alguna ocasión se desató una polémica en relación con el Comando Norte, de por qué no estábamos allá; porque no, definitivamente ni soñarlo; nosotros no vamos a poner de ninguna manera a las tropas mexicanas bajo el mando de un general americano. Y esto lo pueden grabar”, sentenció el General a los presentes. Tras los desastres naturales del huracán Katrina en 2005 donde tropas mexicanas ingresaron a los Estados Unidos se replanteó esa relación, aunque en materia de defensa y seguridad no se avanzó, México es parte de la distribución geográfica del Comando Norte y por lo tanto se ubica en ese sistema de prioridades de defensa aérea y espacial, siendo parte de la red de defensa aérea de Norteamérica. Como una respuesta a eso México implementó el sistema integral de vigilancia aérea pero a la fecha no se ha terminado de consolidar el sistema por muchos motivos principalmente el económico aunque está avanzado en el tema con algunos ejercicios internacionales como Amalgam Eagle donde la Fuerza Aérea Mexicana participa junto con el Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica el NORAD y el comando Norte de los Estados Unidos en un ejercicio táctico en el que México y los Estados Unidos responden a un vuelo ilícito en tránsito por el espacio de los de ambos países, donde se mejoran los procedimientos de alerta mutua y de intercambio de información en apoyo de una respuesta cooperativa de un vuelo ilícito que cruza la frontera. A pesar de lo anterior México no tiene la capacidad necesaria adecuada ni requerida para la vigilancia y la defensa eficiente de su espacio aéreo y los atrasos esenciales que se han mantenido en este tema por demasiadas administraciones federales no ayudan mucho, por lo que es importante desarrollar tecnología propia e incorporar nuevas para dejar el rezago que ya estamos incurriendo, lo anterior requiere de una gran inversión sin duda pero el costo de no tener un sistema de vigilancia y de reacción en nuestro espacio aéreo puede ser peligrosamente alto cada día que pasa se incrementan las posibilidades de una vulneración grave a nuestros intereses aéreos. Pero ¿cuál es el nivel de defensa de Norteamérica? por ejemplo cuando las fuerzas canadienses y norteamericanas operan juntas emplean sensores de red basados en el espacio además de los aéreos y terrestres, usan aviones de reabastecimiento de combustible, además de aviones de combate controlados por una sofisticada red de comando y control para disuadir detectar y defender de las amenazas aéreas que se originan dentro o fuera del espacio aéreo de américa del norte. México debe abrirse participar con otros actores y no se avanza pretextando los paradigmas nacionales que son por definición limitados atrasados e incompatibles en el mundo.
READ MOREAirbus ha comenzado hoy oficialmente a fabricar el A220 en Estados Unidos. El primer equipo de operarios de producción del A220 ha empezado a trabajar en la factoría de Mobile, Alabama, tras su reciente formación práctica llevada a cabo en Mirabel, en la provincia de Quebec (Canadá), donde se encuentran el programa A220 y su principal línea de ensamblaje final. “La ampliación de nuestra producción de aviones comerciales en Mobile a una segunda línea de producción –respaldada por 400 puestos de trabajo adicionales– refuerza más si cabe la posición de Airbus como auténtico fabricante mundial de aviones, y consolida sin género de dudas a la empresa aeronáutica como parte importante del tejido industrial americano”, ha manifestado el Chairman & CEO de Airbus Americas, Jeff Knittel. “Con Mobile y nuestra red de producción en Asia, Canadá y Europa, hemos creado una base industrial estratégica en todo el mundo para poder atender mejor a nuestros clientes”. Airbus anunció sus planes para la fabricación del A220 en Mobile en octubre de 2017. La construcción del principal hangar de la línea de flujo del A220 y demás edificios auxiliares para el montaje del nuevo avión se inició en el complejo Aeroplex de Brookley, en Mobile, a principios de este año. Airbus producirá las primeras unidades del modelo utilizando los recursos actuales de la familia A320 y nuevos hangares de asistencia. La entrega del primer A220 fabricado en Estados Unidos –un A220-300 destinado a Delta Air Lines– está prevista para el tercer trimestre de 2020. Para mediados de la próxima década, la instalación producirá entre 40 y 50 A220s al año. El A220 es el único avión construido expresamente para el mercado de 100-150 plazas, con una eficiencia inigualable en consumo y el confort de una cabina ancha en un aparato de pasillo único. El A220 combina una aerodinámica de vanguardia, materiales avanzados y motores turbofán engranados Pratt & Whitney PW1500G de última generación para ofrecer un consumo de combustible por plaza inferior en un 20 por ciento como mínimo al de aviones de generaciones anteriores. El A220 ofrece las prestaciones de aviones de pasillo único más grandes. Con una cartera de pedidos de 551 aviones a finales de junio de 2019, el A220 reúne todo lo necesario para acaparar la mayor parte del mercado de aviones de 100 a 150 plazas, que se estima en 7.000 unidades a lo largo de los próximos 20 años. Airbus mantiene desde hace ya tiempo unos lazos muy fuertes con los Estados Unidos, y los aviones Airbus operan con las mayores compañías aéreas del país. Airbus es además uno de los principales socios de las compañías y trabajadores del sector aeroespacial estadounidense. La compañía ha adquirido componentes y material de proveedores americanos por valor de 48.000 millones de dólares solo en los últimos tres años, y sostiene más de 275.000 puestos de trabajo en el país. Entre sus instalaciones en Estados Unidos Airbus cuenta con centros de ingeniería en Kansas y Alabama; instalaciones de formación en Florida y Colorado; apoyo de materiales y oficinas en Virginia; un innovador think tank (A3) en California; un negocio de análisis de datos de drones (Airbus Aerial) en Atlanta, Georgia; instalaciones de fabricación y montaje de helicópteros en Texas y Mississippi; y una instalación de fabricación de satélites (OneWeb) en Florida.
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