• México ya opera tres Hércules modernizados

    México ya opera tres Hércules modernizados0

    Por José Antonio Quevedo Recientemente la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) ha publicado en sus redes sociales, imágenes de su avión L-100-30 Hércules llevando ayuda humanitaria a Haití, país que fue azotado por un terremoto en días pasados y al cual México esta enviando ayuda humanitaria. Con esto se confirma que la Fuerza Aérea mexicana está operando una de las flotas de Hércules más modernas de Latinoamérica ya que sus tres aeronaves se encuentran modernizadas con cabinas digitales y nuevos sistemas. La nueva configuración del L-100 es la finalización de un proceso para configurar las cabinas de todos los Hércules del Escuadrón Aéreo 302 (EA 302) parta operar de manera unificada. Permitiendo al personal del escuadrón realizar operaciones simultaneas, mejorando la capacidad de la flota y brindando eficiencia en mantenimiento, capacitación y disponibilidad operativa. En enero del 2018, la FAM asignó a la empresa canadiense Cascade Aerospace un contrato para darle mantenimiento mayor y modernizar este avión que es la versión civil del famoso Hércules identificado por su designación L-100-30. Con los trabajos de mantenimiento y modernización del Hércules, la FAM está homologando los sistemas de navegación, de radar y comunicaciones de los tres aparatos, con el paquete de aviónica digital Rockwell Collins Flight2 TM, la empresa proporcionará también capacitación operativa y técnica para el personal de la FAM. Es así como la flota mexicana de C-130 se compone de tres aviones, un L-100-30 matricula 3611 y dos C-130 Mk-3 matriculados 3616 y 3617. Estos dos últimos C-130 se modernizaron con instrumentación digital aunado a un mantenimiento mayor que les prolongará su vida útil por al menos década y media más, en la actualidad presentan un esquema en color gris.

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  • Los E-2C Hawkeye de la Aviación Naval Mexicana

    Los E-2C Hawkeye de la Aviación Naval Mexicana0

    Por: José A. Quevedo En hecho inusual dentro de la Aviación de la Armada de México (AARM) ocurrió en el 2004, cuando la Aviación de la Armada de México utilizó durante un corto periodo, tres aeronaves Grumman E-2C Hawkeye, compradas a Israel, para misiones de alerta temprana. En enero del 2004, la Armada de México anuncio oficialmente la primera entrega de tres aviones E-2C Hawkeye/Daya adquiridos a Israel.  La Armada de México adquirió las naves para usarlas en operaciones de patrullaje en el sur del país, dedicadas al rastreo e intercepción de drogas. Las aeronaves con las matrículas AMP-100 a 102 contaban con capacidad C4I (Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo e Inteligencia) y podían detectar blancos efectivos aéreos, de superficie o terrestres, a una distancia superior a los 300 kilómetros en condiciones ideales. Sin embargo, el aspecto electrónico no funcionó adecuadamente y los aviones fueron dados de baja en el 2009. El proyecto para la adquisición de estas aeronaves se elaboró en 2002 y la negociación con el gobierno de Israel culminó en octubre de ese año. El 5 de julio del 2004 llegaron las primeras dos de estas aeronaves que cuentan como característica principal, el tener una antena rotatoria montada en forma circular arriba del fuselaje del avión donde se localizan las antenas de radar y otras antenas dedicadas. El arribo de los aviones israelitas causó cierta expectación entre los habitantes cercanos a la Base Aeronaval de Veracruz, donde el entonces comandante de la Base Aeronaval de Veracruz, Carlos Muñoz Espejel, explicó que los aviones Grumman E2C Hawkeye, permanecerían en las instalaciones del aeropuerto “Heriberto Jara Corona” por espacio de una semana.  Ante la expectación que causó entre los usuarios del aeropuerto local el arribo de las aeronaves, el comandante de la base aeronaval informó que solamente estarán en ese lugar unos días en tanto se realizaban las primeras pruebas de vuelo con pilotos mexicanos. El comandante, detalló que ambas unidades realizaron el viaje desde Israel pasando por Inglaterra, Islandia, Groenlandia y Estados Unidos, hasta el puerto de Veracruz, donde permanecieron custodiados por la Tercera Zona Naval hasta su traslado a la frontera de Tapachula, Chiapas.  Mencionó que durante esa semana militares mexicanos efectuaron prácticas de vuelo para capacitar a doce pilotos y treinta operadores, mismos que posteriormente tendrán a su cargo la operación de dichas aeronaves.  Para el manejo de cada uno de los aviones se requerían de dos pilotos y tres operadores. Hacia al final de ese año la tercera aeronave Grumman E-2C Hawkeye de la Armada de México llegó a la base aeronaval del puerto de Veracruz. Las aeronaves ya en México fueron dados de alta en el 1/o. Escuadrón Aeronaval de Alerta Temprana y Reconocimiento en la Base Aeronaval de Tapachula Chiapas. a partir del 1° de noviembre del 2004. Los Hawkeyes o Daya como son conocidos en las fuerzas de Defensa de Israel (IDF), sirvieron como aviones de Alerta Temprana Aérea y Control (Airborne Electronic Warning & Control) o AEW&C de la Fuerza Aérea de Israel (IAF), los E-2C Dayas hicieron su trabajo sirviendo a los israelitas teniendo un rol muy importante durante la invasión de Israel al Líbano en 1982 entre otras. Sus números de identificación eran los siguientes: Núm. Construcción       Núm.  ex-IAF    Núm. serie SEMAR AO41         941     AMP-101 AO42        942 AMP-100 AO46         946     AMP-102 La compañia Bedek Aviation de Israel, era la responsable de modernizar los aviones antes de su entrega a México y también era la encargada del entrenamiento y certificaciones de los 39 miembros de la AARM que recibieron entrenamiento en Israel, como operaciones de vuelo, operaciones de sistemas y radares, eléctrico/electrónico, reparación y mantenimiento. Una de las primeras y conocidas misiones de estos aviones fue el de brindar vigilancia marítima y aérea durante la reunión de los presidentes de México, Estados Unidos y Canadá sobre el Tratado de Libre Comercio, llevada a cabo en Cancún en marzo de 2006. El E-2C Hawkeye es un avión construido por Northrop/Grumman, bimotor de hélices cuya principal característica es una antena rotatoria montada en forma circular arriba del fuselaje y donde se localiza el avanzado sistema APS-139 y otras antenas dedicadas, con el sistema el oficial operador puede monitorear hasta 600 blancos de aire/tierra cubriendo un área de hasta 350 millas a la redonda, proveyendo también alerta aérea temprana en cualquier condición meteorológica. Emplea radares computarizados, identificador de Amigos Enemigos (IFF), sensores electrónicos de Inteligencia sobre amenazas aéreas reales y análisis contra blancos potenciales hostiles aire/tierra.

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  • Las Fuerzas Armadas mexicanas vuelan menos

    Las Fuerzas Armadas mexicanas vuelan menos0

    Por: Jose A. Quevedo En los últimos dos años las Fuerzas Armadas Mexicanas están volando menos, lo anterior se desprende de datos sobre las horas de vuelo y costos de operaciones obtenidos de datos públicos de las secretarías de la Defensa Nacional y Marina a través del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) Es posible que esto se deba a dos factores; primero a la pandemia que redujo como en todo el mundo las operaciones de vuelo y dos a la austeridad aplicada por el gobierno de México. En si el asunto es sorpresivo dado que durante los primeros meses de la pandemia la flota de transporte se mantuvo activa y con un ritmo de operaciones superior a lo normal ya que a través de los aviones C-130 Hércules, C-295, C-27J Spartan y Boeing 737 además de un sinnúmero de helicópteros que apoyaron los esfuerzos contra el Covid 19, transportando insumos y materiales para combatir la pandemia además de llevar extranjeros a sus países de origen y repatriar mexicanos en el extranjero. Es así que si comparamos los datos de las horas de vuelo de las Fuerzas armadas, estas han caído a menos de la mitad en promedio, como sigue: Armada de México En el caso de la Fuerza Aérea Mexicana solo se presentaron datos de 2019 y 2020 como sigue: En ese sentido todas las aeronaves de la Fuerza Aérea han recortado drásticamente sus horas de vuelo, por ejemplo los C-295 una de las aeronaves más usadas, sus horas de vuelo cayeron de 2,156 en 2019 a 1,208 en 2020, los aviones para vigilancia aérea Embraer 145 volaron 889 horas en 2019 y pasaron a solo 381 horas en 2020, aunque no tenemos datos todavía de 2021, suponemos que las cifras se mantendrán respecto al 2020 ya que el presupuesto ha sufrido reducciones afectando principal al gasto corriente que involucra a las operaciones diarias.

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  • México modernizara sus plataformas Embraer 145

    México modernizara sus plataformas Embraer 1450

    De acuerdo con un nuevo proyecto de inversión publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) pretende la modernización de sus tres Plataformas Aéreas Embraer 145 una con radar aire-aire y dos con radar multimodo, para realizar operaciones en apoyo al sistema de vigilancia aérea. Lo que permitirá Incrementar la capacidad de las plataformas aéreas para realizar las operaciones de reconocimiento, patrullaje, vigilancia y seguimiento aéreo y terrestre como complemento del sistema de vigilancia aérea. Este proyecto tendrá un costo de $4,344,198,376.00 y tiene como objetivo realizar el  mantenimiento mayor, actualización de sistemas de comunicaciones,  equipamiento de sensores para desarrollar misiones de Inteligencia, vigilancia y  reconocimiento de 2 (dos) plataformas de vigilancia aérea, actualizar un radar y la reconfiguración de 1 (un) avión como plataforma aérea mediante el  equipamiento con sensores nuevos, equipos de comunicación y  componentes mayores que se encuentran fuera de servicio y/o obsoletos en  virtud que las tres aeronaves de cargo en la Fuerza Aérea Mexicana, cuentan con más de 15 años de servicio. Actualmente el Escuadrón de Vigilancia Aérea, dependiente del Sistema  Integral de Vigilancia Aérea cuenta con 3 (tres) plataformas de vigilancia aérea, las cuales fueron adquiridas en el año 2001, acumulando a la fecha  aproximadamente 20 años de servicio, por lo que cuentan con un periodo  de vida útil que supera el tiempo que comprende los periodos de ejecución  y de operación del proyecto, generando limitaciones operativas por fallas recurrentes derivadas de su obsolescencia, que impactan de manera directa  en la disponibilidad del material de vuelo para realizar las misiones de  vigilancia, control y protección del Espacio Aéreo Nacional. La actualización de las dos plataformas, el radar montado en la Plataforma equipase a las tres aeronaves con sistemas de comunicaciones y sensores para el desarrollo de misiones, proporcionaría entre otros, los siguientes beneficios: -Contar con una plataforma con radar, actualizada con un tiempo de vida de aproximadamente 10 años y con dos aeronaves con radar multimodo con tiempo de vida de aproximadamente 15 años. -El radar y los sensores de los sistemas misión serían actualizados. -El gasto y tiempo de capacitación de tripulaciones sería reducido. -No se generarían gastos importantes de mantenimiento por lo menos durante los primeros 5 años. La plataformas y los aviones deberán contar con sistemas que posean  características tecnológicas que permitan la fácil interacción hombre máquina, gran resistencia en ambientes extremos, apropiadas para el  entrenamiento y a la operación en jornadas extensas de trabajo, con gran capacidad al realizar múltiples tareas en forma instantánea entre sistemas de vigilancia, reconocimiento y comunicaciones, sin presentar distorsiones, ni interrupciones en el funcionamiento de los equipos en el techo de servicio (altitud máxima a la que puede volar las plataformas). Los equipamientos de sensores de estas aeronaves les deberán permitir el  desarrollo de misiones, interactuando con los sistemas de mando y control con que cuenta la Sedena. También permitirán llevar a cabo la transición del empleo de tecnología analógica a digital reduciendo el rezago que presenta la Fuerza Aérea, para cumplir eficientemente las misiones que le son asignadas, como complemento del sistema de defensa aérea. Finalmente, este proyecto permitirá a la Fuerza Aérea Mexicana, contar con material de vuelo adecuado, moderno y suficiente, haciendo uso de tecnología de última generación que aumenten las capacidades de defensa aérea al servicio del país, optimizando los recursos financieros al reducir costos en términos de inversión, operación y mantenimiento en un plazo aproximado de 10 años. De concretarse este proyecto se lograría incrementar la atención a los eventos de vigilancia aérea, en respuesta al ingreso ilícito de aeronaves.

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  • El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos adaptaron  aviones  como Ambulancias Aéreas

    El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos adaptaron aviones como Ambulancias Aéreas0

    El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos adaptaron y equiparon aviones C-295 como Ambulancias Aéreas para apoyar las actividades del Sistema Nacional de Salud por el #Covid19 en todo el territorio nacional. La am­bu­lan­cia aé­rea es un ser­vi­cio, para el tras­la­do de per­so­nas en con­di­cio­nes de sa­lud que re­quie­ren trans­por­ta­ción de un lu­gar a otro, es­pe­cí­fi­ca­men­te en lu­ga­res de di­fí­cil ac­ce­so.  Ac­tual­men­te, se tra­ba­ja en el apo­yo al sec­tor sa­lud me­xi­cano ante la con­tin­gen­cia por la CO­VID-19. 

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  • Los Tratados de Bucareli; un mito que es indispensable destruir

    Los Tratados de Bucareli; un mito que es indispensable destruir0

    Los Tratados de Bucareli, firmados el 10 de septiembre de 1923, han tenido por alguna extraña razón, una serie de connotaciones, tanto históricas  como psicológicas, dentro de ciertos sectores  de la sociedad casi comparables con los estigmas de la conquista o perdida de los territorios en la guerra con los Estados Unidos. El tratado buscaba canalizar las exigencias de ciudadanos estadounidenses por presuntos daños causados a sus bienes por guerras internas en la Revolución Mexicana durante el período comprendido entre 1910 y 1921 y se llevaron a cabo en un edificio del gobierno federal ubicado en la calle de Bucareli. Las negociaciones se iniciaron el 15 de mayo de 1923 y terminaron el 13 de agosto del mismo año. En ningún lugar de los textos se hace mención a la prohibición de construir maquinaria o aeronaves y de su lectura se desprende lo siguiente: El presidente Obregón no tenía jurisdicción legal  para hacer cumplir un tratado a título personal ya que los comisionados  que los comisionados que a ellas concurrieron, fueron meros representantes personales de Obregón y por lo tanto incapaces para obligar al gobierno, que legalmente no intervino Las indemnizaciones o reclamaciones debieron ser entregadas durante cinco años a partir de la firma del tratado. Sin embargo, el Tratado careció de validez legal porque no estuvo sujeto a la aprobación de los congresos de los dos países firmantes, quedando en un «acuerdo de caballeros», que comprometía únicamente a Obregón pero no a sus sucesores. Cuando Plutarco Elías Calles asumió la presidencia en diciembre de 1924, uno de los principales puntos de discordia entre Estados Unidos y México todavía era el petróleo. Calles rápidamente rechazó el Tratado de Bucareli de 1923. Por alguna razón se tiene la idea de que los Tratados de Bucareli, fueron ocultos aunque se encuentra publicado en el Diario Oficial de la Federación del 26 de febrero de 1924, aun así  se especula que existe un complemento de dichos tratados de los cuales nadie ha visto,  ni conseguido obtener información alguna. Después de  1923, la construcción de aviones no se continuó por motivos políticos pero sobre todo por falta de interés y la dificultad de crear una base industrial que permitiera  conseguir esas capacidades. Existen muchos ejemplos de construcciones aeronáuticas después de esas fechas pero ninguno tuvo un éxito que permitiera desterrar esa idea equivocada. Estos tratados se han convertido en un pretexto  para justificar la desventaja tecnológica mexicana en materia aeroespacial, ya que en ellos se menciona sobre el petróleo  las indemnizaciones a los ciudadanos norteamericanos, compañías y sociedades entre otros, pero no señala alguna restricción para la construcción de aeronaves en México en donde el apoyo económico, tecnológico, político y principalmente profesional es determinante y es determinante para el  crecimiento aeronáutico  en México. En México históricamente no se ha creído en la ciencia y tecnología hecha en el país ni en sus científicos e inventores, todo esto se ve como un gasto y no como una inversión; sin embargo, los países desarrollados sí creen en el talento de los científicos e inventores mexicanos, y sin darnos cuenta nos hemos convertido en uno de los principales exportadores de científicos y técnicos  de américa latina. La falta de una base industrial hizo que a principios del siglo, el gobierno mexicano, estimulara desde el año 2002, diversos proyectos de inversión y desarrollo de proveeduría que hoy han convertido a México en el sexto proveedor de partes aeroespaciales para Estados Unidos, el doceavo exportador mundial y el quinceavo productor a nivel mundial de productos aeroespaciales. Para muchos ha sido más fácil comprar algo en el extranjero, que preocuparse por obtener una base industrial que permita aplicar los conocimientos adquiridos por el capital humano, para luego justificar la incapacidad con supuestos tratados de hace 100 años.  

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