Crea el Politécnico un simulador de helicóptero Bell 412.
- Ciencia, Tecnología e Innovacion, Helicópteros, Historia Aeronautica
- marzo 9, 2017
Por: José A. Quevedo En hecho inusual dentro de la Aviación de la Armada de México (AARM) ocurrió en el 2004, cuando la Aviación de la Armada de México utilizó durante un corto periodo, tres aeronaves Grumman E-2C Hawkeye, compradas a Israel, para misiones de alerta temprana. En enero del 2004, la Armada de México anuncio oficialmente la primera entrega de tres aviones E-2C Hawkeye/Daya adquiridos a Israel. La Armada de México adquirió las naves para usarlas en operaciones de patrullaje en el sur del país, dedicadas al rastreo e intercepción de drogas. Las aeronaves con las matrículas AMP-100 a 102 contaban con capacidad C4I (Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo e Inteligencia) y podían detectar blancos efectivos aéreos, de superficie o terrestres, a una distancia superior a los 300 kilómetros en condiciones ideales. Sin embargo, el aspecto electrónico no funcionó adecuadamente y los aviones fueron dados de baja en el 2009. El proyecto para la adquisición de estas aeronaves se elaboró en 2002 y la negociación con el gobierno de Israel culminó en octubre de ese año. El 5 de julio del 2004 llegaron las primeras dos de estas aeronaves que cuentan como característica principal, el tener una antena rotatoria montada en forma circular arriba del fuselaje del avión donde se localizan las antenas de radar y otras antenas dedicadas. El arribo de los aviones israelitas causó cierta expectación entre los habitantes cercanos a la Base Aeronaval de Veracruz, donde el entonces comandante de la Base Aeronaval de Veracruz, Carlos Muñoz Espejel, explicó que los aviones Grumman E2C Hawkeye, permanecerían en las instalaciones del aeropuerto “Heriberto Jara Corona” por espacio de una semana. Ante la expectación que causó entre los usuarios del aeropuerto local el arribo de las aeronaves, el comandante de la base aeronaval informó que solamente estarán en ese lugar unos días en tanto se realizaban las primeras pruebas de vuelo con pilotos mexicanos. El comandante, detalló que ambas unidades realizaron el viaje desde Israel pasando por Inglaterra, Islandia, Groenlandia y Estados Unidos, hasta el puerto de Veracruz, donde permanecieron custodiados por la Tercera Zona Naval hasta su traslado a la frontera de Tapachula, Chiapas. Mencionó que durante esa semana militares mexicanos efectuaron prácticas de vuelo para capacitar a doce pilotos y treinta operadores, mismos que posteriormente tendrán a su cargo la operación de dichas aeronaves. Para el manejo de cada uno de los aviones se requerían de dos pilotos y tres operadores. Hacia al final de ese año la tercera aeronave Grumman E-2C Hawkeye de la Armada de México llegó a la base aeronaval del puerto de Veracruz. Las aeronaves ya en México fueron dados de alta en el 1/o. Escuadrón Aeronaval de Alerta Temprana y Reconocimiento en la Base Aeronaval de Tapachula Chiapas. a partir del 1° de noviembre del 2004. Los Hawkeyes o Daya como son conocidos en las fuerzas de Defensa de Israel (IDF), sirvieron como aviones de Alerta Temprana Aérea y Control (Airborne Electronic Warning & Control) o AEW&C de la Fuerza Aérea de Israel (IAF), los E-2C Dayas hicieron su trabajo sirviendo a los israelitas teniendo un rol muy importante durante la invasión de Israel al Líbano en 1982 entre otras. Sus números de identificación eran los siguientes: Núm. Construcción Núm. ex-IAF Núm. serie SEMAR AO41 941 AMP-101 AO42 942 AMP-100 AO46 946 AMP-102 La compañia Bedek Aviation de Israel, era la responsable de modernizar los aviones antes de su entrega a México y también era la encargada del entrenamiento y certificaciones de los 39 miembros de la AARM que recibieron entrenamiento en Israel, como operaciones de vuelo, operaciones de sistemas y radares, eléctrico/electrónico, reparación y mantenimiento. Una de las primeras y conocidas misiones de estos aviones fue el de brindar vigilancia marítima y aérea durante la reunión de los presidentes de México, Estados Unidos y Canadá sobre el Tratado de Libre Comercio, llevada a cabo en Cancún en marzo de 2006. El E-2C Hawkeye es un avión construido por Northrop/Grumman, bimotor de hélices cuya principal característica es una antena rotatoria montada en forma circular arriba del fuselaje y donde se localiza el avanzado sistema APS-139 y otras antenas dedicadas, con el sistema el oficial operador puede monitorear hasta 600 blancos de aire/tierra cubriendo un área de hasta 350 millas a la redonda, proveyendo también alerta aérea temprana en cualquier condición meteorológica. Emplea radares computarizados, identificador de Amigos Enemigos (IFF), sensores electrónicos de Inteligencia sobre amenazas aéreas reales y análisis contra blancos potenciales hostiles aire/tierra.
READ MOREPor: Jose A. Quevedo En los últimos dos años las Fuerzas Armadas Mexicanas están volando menos, lo anterior se desprende de datos sobre las horas de vuelo y costos de operaciones obtenidos de datos públicos de las secretarías de la Defensa Nacional y Marina a través del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) Es posible que esto se deba a dos factores; primero a la pandemia que redujo como en todo el mundo las operaciones de vuelo y dos a la austeridad aplicada por el gobierno de México. En si el asunto es sorpresivo dado que durante los primeros meses de la pandemia la flota de transporte se mantuvo activa y con un ritmo de operaciones superior a lo normal ya que a través de los aviones C-130 Hércules, C-295, C-27J Spartan y Boeing 737 además de un sinnúmero de helicópteros que apoyaron los esfuerzos contra el Covid 19, transportando insumos y materiales para combatir la pandemia además de llevar extranjeros a sus países de origen y repatriar mexicanos en el extranjero. Es así que si comparamos los datos de las horas de vuelo de las Fuerzas armadas, estas han caído a menos de la mitad en promedio, como sigue: Armada de México En el caso de la Fuerza Aérea Mexicana solo se presentaron datos de 2019 y 2020 como sigue: En ese sentido todas las aeronaves de la Fuerza Aérea han recortado drásticamente sus horas de vuelo, por ejemplo los C-295 una de las aeronaves más usadas, sus horas de vuelo cayeron de 2,156 en 2019 a 1,208 en 2020, los aviones para vigilancia aérea Embraer 145 volaron 889 horas en 2019 y pasaron a solo 381 horas en 2020, aunque no tenemos datos todavía de 2021, suponemos que las cifras se mantendrán respecto al 2020 ya que el presupuesto ha sufrido reducciones afectando principal al gasto corriente que involucra a las operaciones diarias.
READ MOREPor José A. Quevedo El Escuadrón Aéreo 401, de la Fuerza Aérea Mexicana que opera los interceptores F-5E/F cuenta con una dotación de misiles Sidewinder AIM-9P3 supersónicos, aunque su número exacto es información confidencial. Las primeras versiones del misil fueron utilizadas extensivamente en el conflicto del Sudeste de Asia. En septiembre de 1958 un F-86 de la China Nacionalista, en el lanzamiento del primer Sidewinder, derribó un MIG 17 de la China Comunista sobre el estrecho de Formosa. En 1982, cuando México recibió sus primeros cazas supersónicos a reacción, también obtuvo su primera remesa de misiles aire-aire, los famosos AIM-9 Sidewinder. El contrato suscrito entre la Secretaría de la Defensa Nacional y Northrop Aircraft Co. (Proyecto FMS IF-70), ascendió a más de 100 millones de dólares, incluyendo el suministro de diez nuevos aviones F-5E y dos F-5F, refacciones, capacitación, armamento y equipamiento para mantenimiento. El costo de las aeronaves fue de cincuenta y ocho millones doscientos veinte mil dólares ($58’220,000.00) y el resto se destinó al entrenamiento, refacciones armamento y equipamiento. Al parecer los primeros misiles usados por los tigres mexicanos fueron del tipo AIM-9E, de estos todavía quedan algunos misiles de práctica, esto es misiles con la cabeza de radar activa y el motor inerte para realizar prácticas. Hacia el 2004, la Fuerza Aérea Mexicana envió personal a un curso para “Desmilitarización y Destrucción de Misiles Sidewinder AIM-9” a los Estados Unidos por lo que es probable se haya realizado la destrucción de los misiles del tipo E, porque su tiempo de operación había caducado, estos misiles tenían capacidad para combate tipo “pelea de perros”, mayor velocidad y alcance, su entrega en la USAF se inició en 1977 para equipar al F-15 y otros aviones compatibles. Para distinguir los diferentes tipos de misiles AIM 9, hay que fijarse en la forma de las aletas delanteras. Es así que en los años 2004 y 2005 la Fuerza Aérea Mexicana volvió a reequipar a sus interceptores F-5E/F con misiles AIM-9P3, en un número indeterminado. La versión de este misil que tiene la FAM, tiene un desempeño mejor, tanto aerodinámico, como en motor y en cabeza buscadora que lo hace ser más efectivo. El misil aire-aire AIM-9P3, tiene un detector óptico activo en lugar del fusible de tipo infrarrojo, habiéndose instalado un motor de bajo humo. La fortaleza de la cabeza de guerra fue mejorada, además de la sección de guía y control. La cabeza de guerra cuenta con un nuevo material explosivo que es menos sensitivo a las altas temperaturas y cuenta con una vida más larga de almacenamiento. El misil aire-aire Sidewinder es un misil supersónico, de cabeza buscadora infrarroja y está diseñado para ser utilizado desde aeronaves. Cuenta con una cabeza de guerra de alto explosivo y fue desarrollado por la US Navy para defensa de la flota y adoptado por la USAF para ser utilizado en aviones caza El Sidewinder cuenta con un cuerpo cilíndrico con aletas directoras en la parte delantera y trasera; las aletas doble delta en la parte de la nariz incrementan la maniobrabilidad del misil. Los componentes principales del misil son: una sección de guía infrarroja, un detector óptico activo del blanco, una cabeza de guerra de alto explosivo y un motor cohete. La cabeza de guía infrarroja se centra sobre el motor del blanco, costando menos que cualquier otro sistema de guía y permitiendo que el misil sea usado en cualquier tipo de condiciones, noche/día y en ambientes saturados de contramedidas electrónicas (ECM). La cabeza infrarroja también permite al piloto del avión lanzador, una vez ejecutado el misil, abandonar el área o iniciar maniobras evasivas tendientes a su protección, mientras el misil vuela hacia el blanco. La versión AIM-9P-3, combinaba el detector óptico activo de objetivos y el motor de humo reducido. También ha agregado un refuerzo mecánico a la cabeza de guerra, así como a la sección de guía y control. La ojiva mejorada utiliza un nuevo material explosivo que es menos sensible a las altas temperaturas y tiene una vida útil más larga. Ahora existen nuevas versiones del misil Sidewinder, como la versión AIM-9M, con un rendimiento superior más completo. El modelo M ha mejorado la defensa contra las contramedidas infrarrojas, la capacidad mejorada de discriminación de fondo y un motor de cohete de humo reducido. Estas modificaciones aumentan la capacidad de localizar y fijar un objetivo y disminuyen las posibilidades de detección del misil. El AIM-9X es la variante más nueva de Sidewinder. El AIM-9X tiene el mismo motor de cohete y ojiva que el AIM-9M. Los principales cambios físicos de las versiones anteriores del misil incluyen canards delanteros fijos y aletas más pequeñas diseñadas para aumentar el rendimiento del vuelo. Los invitamos a ver nuestro video sobre el tema en el siguiente enlace:
READ MOREDe acuerdo con un nuevo proyecto de inversión publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) pretende la modernización de sus tres Plataformas Aéreas Embraer 145 una con radar aire-aire y dos con radar multimodo, para realizar operaciones en apoyo al sistema de vigilancia aérea. Lo que permitirá Incrementar la capacidad de las plataformas aéreas para realizar las operaciones de reconocimiento, patrullaje, vigilancia y seguimiento aéreo y terrestre como complemento del sistema de vigilancia aérea. Este proyecto tendrá un costo de $4,344,198,376.00 y tiene como objetivo realizar el mantenimiento mayor, actualización de sistemas de comunicaciones, equipamiento de sensores para desarrollar misiones de Inteligencia, vigilancia y reconocimiento de 2 (dos) plataformas de vigilancia aérea, actualizar un radar y la reconfiguración de 1 (un) avión como plataforma aérea mediante el equipamiento con sensores nuevos, equipos de comunicación y componentes mayores que se encuentran fuera de servicio y/o obsoletos en virtud que las tres aeronaves de cargo en la Fuerza Aérea Mexicana, cuentan con más de 15 años de servicio. Actualmente el Escuadrón de Vigilancia Aérea, dependiente del Sistema Integral de Vigilancia Aérea cuenta con 3 (tres) plataformas de vigilancia aérea, las cuales fueron adquiridas en el año 2001, acumulando a la fecha aproximadamente 20 años de servicio, por lo que cuentan con un periodo de vida útil que supera el tiempo que comprende los periodos de ejecución y de operación del proyecto, generando limitaciones operativas por fallas recurrentes derivadas de su obsolescencia, que impactan de manera directa en la disponibilidad del material de vuelo para realizar las misiones de vigilancia, control y protección del Espacio Aéreo Nacional. La actualización de las dos plataformas, el radar montado en la Plataforma equipase a las tres aeronaves con sistemas de comunicaciones y sensores para el desarrollo de misiones, proporcionaría entre otros, los siguientes beneficios: -Contar con una plataforma con radar, actualizada con un tiempo de vida de aproximadamente 10 años y con dos aeronaves con radar multimodo con tiempo de vida de aproximadamente 15 años. -El radar y los sensores de los sistemas misión serían actualizados. -El gasto y tiempo de capacitación de tripulaciones sería reducido. -No se generarían gastos importantes de mantenimiento por lo menos durante los primeros 5 años. La plataformas y los aviones deberán contar con sistemas que posean características tecnológicas que permitan la fácil interacción hombre máquina, gran resistencia en ambientes extremos, apropiadas para el entrenamiento y a la operación en jornadas extensas de trabajo, con gran capacidad al realizar múltiples tareas en forma instantánea entre sistemas de vigilancia, reconocimiento y comunicaciones, sin presentar distorsiones, ni interrupciones en el funcionamiento de los equipos en el techo de servicio (altitud máxima a la que puede volar las plataformas). Los equipamientos de sensores de estas aeronaves les deberán permitir el desarrollo de misiones, interactuando con los sistemas de mando y control con que cuenta la Sedena. También permitirán llevar a cabo la transición del empleo de tecnología analógica a digital reduciendo el rezago que presenta la Fuerza Aérea, para cumplir eficientemente las misiones que le son asignadas, como complemento del sistema de defensa aérea. Finalmente, este proyecto permitirá a la Fuerza Aérea Mexicana, contar con material de vuelo adecuado, moderno y suficiente, haciendo uso de tecnología de última generación que aumenten las capacidades de defensa aérea al servicio del país, optimizando los recursos financieros al reducir costos en términos de inversión, operación y mantenimiento en un plazo aproximado de 10 años. De concretarse este proyecto se lograría incrementar la atención a los eventos de vigilancia aérea, en respuesta al ingreso ilícito de aeronaves.
READ MOREEl Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos adaptaron y equiparon aviones C-295 como Ambulancias Aéreas para apoyar las actividades del Sistema Nacional de Salud por el #Covid19 en todo el territorio nacional. La ambulancia aérea es un servicio, para el traslado de personas en condiciones de salud que requieren transportación de un lugar a otro, específicamente en lugares de difícil acceso. Actualmente, se trabaja en el apoyo al sector salud mexicano ante la contingencia por la COVID-19.
READ MORELos Tratados de Bucareli, firmados el 10 de septiembre de 1923, han tenido por alguna extraña razón, una serie de connotaciones, tanto históricas como psicológicas, dentro de ciertos sectores de la sociedad casi comparables con los estigmas de la conquista o perdida de los territorios en la guerra con los Estados Unidos. El tratado buscaba canalizar las exigencias de ciudadanos estadounidenses por presuntos daños causados a sus bienes por guerras internas en la Revolución Mexicana durante el período comprendido entre 1910 y 1921 y se llevaron a cabo en un edificio del gobierno federal ubicado en la calle de Bucareli. Las negociaciones se iniciaron el 15 de mayo de 1923 y terminaron el 13 de agosto del mismo año. En ningún lugar de los textos se hace mención a la prohibición de construir maquinaria o aeronaves y de su lectura se desprende lo siguiente: El presidente Obregón no tenía jurisdicción legal para hacer cumplir un tratado a título personal ya que los comisionados que los comisionados que a ellas concurrieron, fueron meros representantes personales de Obregón y por lo tanto incapaces para obligar al gobierno, que legalmente no intervino Las indemnizaciones o reclamaciones debieron ser entregadas durante cinco años a partir de la firma del tratado. Sin embargo, el Tratado careció de validez legal porque no estuvo sujeto a la aprobación de los congresos de los dos países firmantes, quedando en un “acuerdo de caballeros”, que comprometía únicamente a Obregón pero no a sus sucesores. Cuando Plutarco Elías Calles asumió la presidencia en diciembre de 1924, uno de los principales puntos de discordia entre Estados Unidos y México todavía era el petróleo. Calles rápidamente rechazó el Tratado de Bucareli de 1923. Por alguna razón se tiene la idea de que los Tratados de Bucareli, fueron ocultos aunque se encuentra publicado en el Diario Oficial de la Federación del 26 de febrero de 1924, aun así se especula que existe un complemento de dichos tratados de los cuales nadie ha visto, ni conseguido obtener información alguna. Después de 1923, la construcción de aviones no se continuó por motivos políticos pero sobre todo por falta de interés y la dificultad de crear una base industrial que permitiera conseguir esas capacidades. Existen muchos ejemplos de construcciones aeronáuticas después de esas fechas pero ninguno tuvo un éxito que permitiera desterrar esa idea equivocada. Estos tratados se han convertido en un pretexto para justificar la desventaja tecnológica mexicana en materia aeroespacial, ya que en ellos se menciona sobre el petróleo las indemnizaciones a los ciudadanos norteamericanos, compañías y sociedades entre otros, pero no señala alguna restricción para la construcción de aeronaves en México en donde el apoyo económico, tecnológico, político y principalmente profesional es determinante y es determinante para el crecimiento aeronáutico en México. En México históricamente no se ha creído en la ciencia y tecnología hecha en el país ni en sus científicos e inventores, todo esto se ve como un gasto y no como una inversión; sin embargo, los países desarrollados sí creen en el talento de los científicos e inventores mexicanos, y sin darnos cuenta nos hemos convertido en uno de los principales exportadores de científicos y técnicos de américa latina. La falta de una base industrial hizo que a principios del siglo, el gobierno mexicano, estimulara desde el año 2002, diversos proyectos de inversión y desarrollo de proveeduría que hoy han convertido a México en el sexto proveedor de partes aeroespaciales para Estados Unidos, el doceavo exportador mundial y el quinceavo productor a nivel mundial de productos aeroespaciales. Para muchos ha sido más fácil comprar algo en el extranjero, que preocuparse por obtener una base industrial que permita aplicar los conocimientos adquiridos por el capital humano, para luego justificar la incapacidad con supuestos tratados de hace 100 años.
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