• El F-16 ¿un inevitable en la Fuerza Aérea Mexicana?

    El F-16 ¿un inevitable en la Fuerza Aérea Mexicana?0

    Por José A. Quevedo Los jets de combate son armas estratégicas y de disuasión, por lo que un país del tamaño de México debe tener las herramientas necesarias para reaccionar ante una situación imprevista. Es así que un país como México por simple doctrina de defensa debe contar con una fuerza militar suficiente, moderna y preparada, dado el tamaño de su  población con más de 100 millones de habitantes y una superficie de más de 2 millones de kilómetros cuadrados, debería contar con un equipamiento de defensa acorde a su tamaño, por lo que su fuerza aérea debería contar en las condiciones actuales, con al menos un escuadrón completo (12 a 18) de aviones de combate de primera línea nuevos, capaces de responder a cualquier emergencia. Desde el año 2007 la Fuerza Aérea Mexicana había elegido al avión F-16 como el reemplazo de sus aviones Northrop F-5E/F Tigre II, esto se conoció porque el entonces secretario de la defensa nacional el general Guillermo Galván había solicitado presupuesto a la cámara de diputados para baterías de misiles antiaéreos y para conformar un escuadrón aéreo de aviones F-16 incorporando cuatro aviones por año y tenerlo listo en el último año de gobierno del presidente Felipe Calderón. En su momento los diputados negaron el presupuesto argumentando situaciones económicas y autorizando solo presupuesto para aviones de Transporte y helicópteros que se materializaron en los aviones de transporte C295, C-27J y helicópteros H-225M Cougar. En los últimos años aparecieron los llamados aviones LIFT (Lead In Fighter Trainer) que dieron capacidad de combate a aviones nacidos como entrenadores uno de los más representativos es el FA-50 de Korea Aerospace industries que se ha convertido en un fenómeno de ventas al incorporarse en países del sudeste asiático y en Polonia, para sustituir nada más y nada menos que al Mig-29 y del que ahora Lockheed Martin está impulsando en un nuevo concepto llamado TF-50. Es de todos conocido que el FA-50 se ha colocado como la opción más viable para incorporarse en la Fuerza Aérea Mexicana, por su capacidad, su construcción nueva y sus costos de adquisición y de operación. Es preciso tener en cuenta que no siempre se requiere operar con grandes cantidades de armamento a grandes velocidades con aviones de superioridad aérea que tienen altos costos operativos, a veces entre cinco y diez veces el costo por hora de un avión de combate ligero.  Si la misión es interceptar un avión transportando drogas o dar apoyo ante una operación antiterrorista, no se necesita mover un avión con altísimos costos operativos. Lo mismo si se busca neutralizar una pista clandestina. Allí es donde el avión de combate ligero se vuelve esencial para eficiencia de costos. Ahora bien, México deberá alcanzar en el 2030, capacidades operativas y tecnológicas para integrarse a operaciones conjuntas con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, concretamente con el comando Norte lo que derivaría en la compatibilidad de instrumentos para defender la región. En base a lo anterior existe una hoja de ruta de proyección de las fuerzas armadas mexicanas alineada con la visión 2030 y que incluye la reestructuración de unidades operativas y la del sistema de vigilancia aérea, que conlleva contar con aeronaves con capacidad ISR. Posteriormente se pasaría a una renovación de la flota aérea, con lo que se tendría una ampliación de la cobertura de vigilancia aérea, para posteriormente reestructurar los componentes operativos de las fuerzas armadas, entre los que destacan cuatro alas operativas y un ala estratégica para la Fuerza Aérea; es así que algunos mandos militares han sugerido que además del FA-50 se incorpore un avión de mayores capacidades barajando distintos modelos como el Gripen, el Eurofighter o el F-16, aunque esos mismos mandos no ocultan la preferencia por el F-16 de acuerdo con la elección hecha desde el 2007. A esto se suma la campaña desarrollada por Lockheed Martin en Latinoamérica para el F-16 Block 70/72 señalando que cuando un país se convierte en parte de la red F-16, se está adquiriendo algo más que un avión, se está aprovechando el desarrollo que solo se puede obtener con los datos recopilados de 19.5 millones de horas de vuelo, 13 millones de salidas voladas que están respaldadas por economías de escala, lo que hace que el F-16 sea una opción estratégica y valiosa. Pero lo más importante con la incorporación del F-16 Block 70/72, México podría conseguir en el plano industrial un papel más relevante en temas de defensa incorporando a las factorías de sus clusters aeroespaciales a la base industrial de defensa de los Estados Unidos, la cual está compuesta por Lockheed, Raytheon, Northrop Grumman entre otros y en donde esas compañías abastecen tanto a Norteamérica como a socios japoneses, coreanos, alemanes, entre otros. La cadena de suministro del F-16 de Lockheed Martin incluye aproximadamente 600 proveedores, incluidas asociaciones con 12 compañías internacionales en ocho países, que producen componentes importantes para el caza de cuarta generación más avanzado: el F-16 Bloque 70/72. Esta industria busca proveedores confiables, entre los que podría estar México que se podría convertir en parte vital de la industria de defensa de Estados Unidos, como lo es Canadá hoy, trayendo más y mejor pagados puestos de trabajo en la industria aeroespacial mexicana. Todo lo anterior debe ser tomado en cuanta por los mandos militares mexicanos y decidirse a apoyar a la industria aeroespacial mexicana.

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  • Un italiano en la Fuerza Aérea Mexicana; C-27J Spartan

    Un italiano en la Fuerza Aérea Mexicana; C-27J Spartan0

    Por: José A. Quevedo El Alenia C-27J Spartan es un avión de transporte táctico de transporte medio, que ha encontrado un lugar destacado en la flota de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM). Su versatilidad y capacidad de operar en pistas cortas lo convierten en una herramienta invaluable para diversas misiones. Derivado del avión G.222, el C-27J Spartan fue modernizado con motores y sistemas presentes en el Lockheed Martin C-130J Super Hércules, de ahí el distintivo “J” lo que le proporciona un rendimiento excepcional ya que puede transportar hasta 46 militares o 36 paracaidistas, además de vehículos compactos. También puede configurarse como hospital aéreo, con capacidad para 36 camillas. Su diseño le permite operar en pistas cortas y sin pavimentar, lo que lo hace ideal para misiones en zonas remotas. En julio de 2011, se anunció la firma de un contrato por 200 millones de dólares para suministrar cuatro aviones de transporte táctico C-27J Spartan a la FAM, además de repuestos y equipos para el apoyo logístico en tierra. Con este contrato, la compañía italiana Leonardo obtuvo el primer pedido de un país latinoamericano. El primer C-27J llegó a México en septiembre de ese mismo año matriculado como 3401 y tomó parte en la Parada Aérea del Desfile Militar de la Independencia de México, tan solo una semana después. En esa ocasión el C-27J mexicano fue acompañado por el C-27J avión demostrador de Alenia con las marcas de la Aeronáutica Militar Italiana, volaron juntos durante la celebración, realizando un par de pasadas sobre la Ciudad de México. Al término de la parada aérea, sorpresivamente reaparecieron los Spartans, sobre el centro de la Ciudad de México, primero el C-27J mexicano realizó una maniobra denominada barril de alerón, mientras que el italiano realizo un ascenso pronunciado sobre el Zócalo, lo que evidencio las capacidades de la aeronave. En los siguientes meses se entregarían 3 aviones más que fueron matriculados 3402 a 3404 e incorporados al Escuadrón Aéreo 302 de la Base Aérea Militar N° 1 en Santa Lucia. Con su sistema que permite nivelar el avión para facilitar las operaciones de transferencia de las cargas, la operación durante los acontecimientos fue muy eficiente y rápida. Una de las características que destacaron para su incorporación a la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), además de su nivel de interoperabilidad y comunalidad con el C-130 fue su sistema de análisis y monitoreo de los datos de mantenimiento (Ground Based Data System – GBDS) que permite tener una alta confiabilidad de los sistemas de la aeronave, haciendo que el mantenimiento programado sea en intervalos amplios. Además, el Spartan está equipado con una unidad de energía auxiliar (APU) que le permite volver a encender los motores durante el vuelo y también, ser completamente independiente del apoyo logístico terrestre. Puede despegar y aterrizar sin problemas en pistas angostas, cortas y no preparadas. La aviónica del C-27J es modular integrando los equipos militares por medio de líneas de datos digitales MIL-STD-1553b. Su cabina de mando opera con el sistema de instrumentos electrónicos de vuelo (EFIS) e incorpora cinco pantallas multifuncionales de cristal líquido a color (CMDU) que proporcionan informaciones a la tripulación sobre el control, las operaciones y datos de navegación de la aeronave. En agosto del 2015, los Spartan de la FAM participaron en una operación de desembarco aéreo que incluía salto de combate, en el Centro Nacional de Adiestramiento ubicado en Santa Gertrudis, Chihuahua al norte de México, siendo esta una de las mayores operaciones de este tipo al combinarse las flotas de transporte de la Fuerza Aérea y la Aviación Naval, con más de 20 aviones de transporte medio y pesado, para el lanzamiento simultaneo de 600 paracaidistas. Los saltos de combate se realizaron en un tiempo de 10 minutos, requiriendo una total coordinación de los contingentes aéreos, para evitar choques entre las aeronaves e incidentes entre los soldados y marinos que realizaron el salto. Los aviones C-27J, se adquirieron para complementar el trabajo que se realiza en el Escuadrón Aéreo 302, complementando a los C-130. El mantenimiento de las aeronaves C-27 se divide en cuatro tipos, cada tipo de mantenimiento se especifica en una parte especifica de la aeronave. Al realizarse estos mantenimientos se asegura la operatividad de las aeronaves, aun así, para la demanda de operaciones aéreas se requiere una cierta calidad y capacidad, garantizando el éxito de las operaciones. Los 17 países que operan los aviones de transporte táctico C-27J Spartan han superado, en conjunto, más de 250.000 horas de vuelo con este modelo de la firma italiana Leonardo. La empresa destaca, al celebrar este “importante hito operativo”, que el modelo “se ha desplegado desde su entrada en servicio en los terrenos, contextos ambientales y operativos más desafiantes, desde los Andes hasta Afganistán”. El C-27J puede equiparse con sistemas de reabastecimiento de combustible en vuelo, con elementos de autoprotección, sistemas de comunicaciones seguras y protección balística para operar en entornos de alta amenaza. La aeronave está diseñada para poder modificarse rápidamente a la configuración requerida en cada misión. El amplio espectro de configuraciones y versiones del avión incluye variantes de extinción de incendios; de patrulla marítima (MP); de mando, control-comunicaciones, inteligencia, vigilancia y reconocimiento (C3ISR) y para su despliegue en operaciones especiales para finalizar el transporte táctico de Leonardo, introducido por las Fuerza Aérea italiana en 2006, ya suma más de 90 unidades encargadas.

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  • Sidewinder AIM-9P3 el misil supersónico de los cazas mexicanos

    Sidewinder AIM-9P3 el misil supersónico de los cazas mexicanos0

    Por José A. Quevedo El Escuadrón Aéreo 401, de la Fuerza Aérea Mexicana que opera los interceptores F-5E/F cuenta con una dotación de misiles Sidewinder AIM-9P3 supersónicos, aunque su número exacto es información confidencial. Las primeras versiones del misil fueron utilizadas extensivamente en el conflicto del Sudeste de Asia. En septiembre de 1958 un F-86 de la China Nacionalista, en el lanzamiento del primer Sidewinder, derribó un MIG 17 de la China Comunista sobre el estrecho de Formosa.   En 1982, cuando México recibió sus primeros cazas supersónicos a reacción, también obtuvo su primera remesa de misiles aire-aire, los famosos AIM-9 Sidewinder. El contrato suscrito entre la Secretaría de la Defensa Nacional y Northrop Aircraft Co. (Proyecto FMS IF-70), ascendió a más de 100 millones de dólares, incluyendo el suministro de diez nuevos aviones F-5E y dos F-5F, refacciones, capacitación, armamento y equipamiento para mantenimiento. El costo de las aeronaves fue de cincuenta y ocho millones doscientos veinte mil dólares ($58’220,000.00) y el resto se destinó al entrenamiento, refacciones armamento y equipamiento. Al parecer los primeros misiles usados por los tigres mexicanos fueron del tipo AIM-9E, de estos todavía quedan algunos misiles de práctica, esto es misiles con la cabeza de radar activa y el motor inerte para realizar prácticas. Hacia el 2004, la Fuerza Aérea Mexicana envió personal a un curso para “Desmilitarización y Destrucción de Misiles Sidewinder AIM-9” a los Estados Unidos por lo que es probable se haya realizado la destrucción de los misiles del tipo E, porque su tiempo de operación había caducado, estos misiles tenían capacidad para combate tipo «pelea de perros», mayor velocidad y alcance, su entrega en la USAF se inició en 1977 para equipar al F-15 y otros aviones compatibles. Para distinguir los diferentes tipos de misiles AIM 9, hay que fijarse en la forma de las aletas delanteras. Es así como en los años 2004 y 2005 la Fuerza Aérea Mexicana volvió a reequipar a sus interceptores F-5E/F con misiles AIM-9P3, en un número indeterminado. La versión de este misil que tiene la FAM, tiene un desempeño mejor, tanto aerodinámico, como en motor y en cabeza buscadora que lo hace ser más efectivo. El misil aire-aire AIM-9P3, tiene un detector óptico activo en lugar del fusible de tipo infrarrojo, habiéndose instalado un motor de bajo humo. La fortaleza de la cabeza de guerra fue mejorada, además de la sección de guía y control. La cabeza de guerra cuenta con un nuevo material explosivo que es menos sensitivo a las altas temperaturas y cuenta con una vida más larga de almacenamiento. El misil aire-aire Sidewinder es un misil supersónico, de cabeza buscadora infrarroja y está diseñado para ser utilizado desde aeronaves. Cuenta con una cabeza de guerra de alto explosivo y fue desarrollado por la US Navy para defensa de la flota y adoptado por la USAF para ser utilizado en aviones caza El Sidewinder cuenta con un cuerpo cilíndrico con aletas directoras en la parte delantera y trasera; las aletas doble delta en la parte de la nariz incrementan la maniobrabilidad del misil. Los componentes principales del misil son: una sección de guía infrarroja, un detector óptico activo del blanco, una cabeza de guerra de alto explosivo y un motor cohete. La cabeza de guía infrarroja se centra sobre el motor del blanco, costando menos que cualquier otro sistema de guía y permitiendo que el misil sea usado en cualquier tipo de condiciones, noche/día y en ambientes saturados de contramedidas electrónicas (ECM). La cabeza infrarroja también permite al piloto del avión lanzador, una vez ejecutado el misil, abandonar el área o iniciar maniobras evasivas tendientes a su protección, mientras el misil vuela hacia el blanco. La versión AIM-9P-3, combinaba el detector óptico activo de objetivos y el motor de humo reducido. También ha agregado un refuerzo mecánico a la cabeza de guerra, así como a la sección de guía y control. La ojiva mejorada utiliza un nuevo material explosivo que es menos sensible a las altas temperaturas y tiene una vida útil más larga. Ahora existen nuevas versiones del misil Sidewinder, como la versión AIM-9M, con un rendimiento superior más completo. El modelo M ha mejorado la defensa contra las contramedidas infrarrojas, la capacidad mejorada de discriminación de fondo y un motor de cohete de humo reducido. Estas modificaciones aumentan la capacidad de localizar y fijar un objetivo y disminuyen las posibilidades de detección del misil. El AIM-9X es la variante más nueva de Sidewinder. El AIM-9X tiene el mismo motor de cohete y ojiva que el AIM-9M. Los principales cambios físicos de las versiones anteriores del misil incluyen canards delanteros fijos y aletas más pequeñas diseñadas para aumentar el rendimiento del vuelo.

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  • Los T-6C Texan II de la Fuerza Aérea Mexicana cuentan con la tecnología más avanzada

    Los T-6C Texan II de la Fuerza Aérea Mexicana cuentan con la tecnología más avanzada0

    Los aviones T-6C están diseñados específicamente para entrenamiento militar y cuentan con la tecnología más avanzada, incluyendo asientos eyectables, sistemas anticolisión y de advertencia de proximidad al suelo, una cabina presurizada y un sistema de generación de oxígeno a bordo para proporcionar oxígeno suplementario a cada piloto. La Fuerza Aérea Mexicana (FAM) posee uno de los aviones tecnológicamente más avanzados del mundo que incluye cabinas digitales y sistemas de vuelo integrados, que proporcionan a los pilotos una comprensión completa del rendimiento, las capacidades y desempeño de su aeronave. Una característica del T-6C Texan II es que los asientos en tándem escalonados permiten cambiar fácilmente entre las posiciones de alumno e instructor, maximizando la eficiencia del entrenamiento. Tan importante como la tecnología es el diseño robusto y fiable, que garantiza su capacidad para soportar los rigores del entrenamiento y diversas condiciones de vuelo. Del mismo modo la aeronave está equipada con asientos eyectables, que proporcionan una medida de seguridad en caso de emergencia. La cabina presurizada, junto con un sistema de generación de oxígeno a bordo, mejora la seguridad y la comodidad de la tripulación durante los vuelos, además de que se eliminan los tanques de oxígeno. El sistema anti-G de la aeronave ayuda a los pilotos a mantener el control durante las maniobras de alta gravedad, lo que mejora aún más la seguridad y la eficacia del entrenamiento. Otras ventajas a nivel prestaciones es su elevada velocidad de ascenso: El T-6 Texan II tiene una excelente relación peso-potencia, lo que le permite ascender rápidamente. Un detalle poco conocido pero relevante es que el T-6 Texan II está diseñado para ser interoperable con otras aeronaves, como el F-16 o el F-18 lo que lo convierte en un recurso valioso para los programas de entrenamiento militar. Es importante considerar que este aparato es el que ha seleccionado la USAF y la US Navy como instructor básico e intermedio. En México estos aviones fueron seleccionados para reemplazar a los Pilatus PC-7 de los Escuadrones Aéreos 201, 202, 203, 204, uno de los motivos de elección para la FAM fue la gestión para que, que la empresa Hawker Beechcraft Corporation instalará dos plantas de construcción de estructuras y aviónica en Chihuahua, en colaboración con la Universidad Autónoma de Chihuahua y el Cluster Aeroespacial de Chihuahua, lo cual genero inversión y empleos en esa entidad; motivo por el cual gano el Texan II a los modelos ofrecidos por Pilatus y Embraer. Los primeros seis aviones T-6C+ Texan II llegaron nuevos de fabrica a la FAM en el año 2012, sumado hasta el 2018, 66 aviones en total. Además de los escuadrones ya mencionados el T-6C Texan II es operado en los Escuadrones Aéreos 205 y 402.

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  • México no considera incorporar nuevos cazas de combate, pero planea repotenciar sus F-5E/F

    México no considera incorporar nuevos cazas de combate, pero planea repotenciar sus F-5E/F0

    Por José A. Quevedo En una entrevista con el periódico el Universal, el general Román Carmona Landa, comandante de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) señalo entre otras cosas que los aviones supersónicos Northrop F-5E/F Tigre II con los que cuenta el Escuadrón Aéreo 401, tienen un rendimiento suficiente para las necesidades que tiene el país, señalándolo así: ¿Cuántos cazas F-5 tiene? A lo que el comandante responde; Tenemos un total de nueve F-5, de los cuales tres se encuentran operativos y estamos en ese proceso de repotenciarlos… Todavía su capacidad técnica de rendimiento es notable y suficiente para las necesidades que tiene México. Es así como este es el primer señalamiento que un mando militar realiza sobre la flota supersónica mexicana en un largo tiempo, lo cual arroja un camino respecto al futuro de los nueve aviones de combate de México: la repotenciación. Si nos apegamos a la definición de «repotenciación» el termino se refiere al proceso de mejorar el rendimiento o la capacidad de un sistema existente, ya sea un vehículo, una máquina, una instalación o un proyecto, mediante la actualización, renovación o sustitución de sus componentes. Básicamente la repotenciación implica una mejora en el funcionamiento, ya sea en términos de potencia, eficiencia, capacidad o vida útil. Puede involucrar la sustitución de componentes antiguos por otros más modernos y eficientes, o la optimización de los sistemas existentes para un mejor rendimiento. En mayo pasado un caza supersónico Northrop F-5E Tiger II perteneciente al Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) sufrió un accidente en el Aeropuerto Internacional General Roberto Fierro de Chihuahua, provocando el cierre temporal de la pista principal. La aeronave se encontraba realizando actividades de adiestramiento en el polígono de tiro de Santa Gertrudis. En agosto de 2025 los venerables aviones F-5E/F del Escuadrón Aéreo 401 de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) cumplirán 43 años de servicio activo, un hito que, lejos de ser motivo de celebración, resalta una situación crítica que afecta a esa fuerza armada mexicana y que es la urgente necesidad de modernizar su flota de reactores de combate. Esta problemática, que se arrastra desde hace años, se ha visto afectada por problemas económicos, falta de una política de defensa y un plan de reducción del gasto público que ha impedido la concreción del anhelo mexicano de contar con una flota aérea de combate moderna y eficiente. Estas aeronaves fueron las últimas adquisiciones en materia de aviación de combate de México y a pesar de que en su momento fueron las más modernas de su tipo, ya que fueron considerados como uno de los mejores cazas de combate del mundo. Sin embargo, con el avance tecnológico en la aviación, estas aeronaves han quedado rezagadas a pesar de que su capacidad de detección, maniobrabilidad y velocidad, siguen siendo sobresalientes, con el paso de los años, su obsolescencia tecnológica se ha vuelto cada vez más evidente. El repotenciar los aviones F-5E es una opción viable para la Fuerza Aérea Mexicana ya que, de acuerdo con los últimos datos a nivel mundial, el volumen de horas de vuelo de la flota de aviones F-5 de todas las variantes ha aumentado, no disminuido. Un factor clave que está permitiendo la extensión de la vida útil de la flota global de F-5 es la abundancia de soluciones de soporte disponibles en el mercado comercial.   En ese sentido México pueden elegir entre varias compañías de MRO de motores para mantener los motores J85. Múltiples compañías privadas ofrecen soporte de mantenimiento general en el F-5, y muchos contratistas de defensa ofrecen aviónica y otras actualizaciones para resolver problemas de obsolescencia. Algunas de estas empresas son capaces de proporcionar soluciones de ingeniería para el desarrollo de programas de inspección, análisis estructurales y reparaciones a medida para sistemas como el tren de aterrizaje, aviónica, navegación, eléctrica, mecánica, hidráulica, combustible entre otros, lo que permite a las aeronaves continuar con nuevas capacidades al servicio activo. Al renovar la estructura y los sistemas de sus cazas, proporciona el contacto de sus pilotos con las nuevas tecnologías a la vez que puede mantener una capacidad operativa relevante para combatir las amenazas del escenario regional. Sería importante conseguir en México un control logístico completo sobre el suministro de varios componentes y al mismo tiempo actualizar la doctrina en la operación de estos cazas que garantice al país el uso de esta flota en su amplio espectro de operaciones aire-aire y aire-tierra.

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  • México debe potenciar su Fuerza Aérea

    México debe potenciar su Fuerza Aérea0

    Por: José A, Quevedo De acuerdo con datos del Fondo monetario internacional y del Banco Mundial el Producto Interno Bruto (PIB) de la economía mexicana es el quince a nivel mundial, similar al de España y Australia, por lo tanto, su fuerza militar debería ser similar, pero no es así, es conocido que México tiene un déficit de elementos y materiales en sus fuerzas armadas debido principalmente a la falta de presupuesto y una política de defensa adecuada. Tan solo de realizar una comparación entre las fuerzas aéreas de estos tres países, con un PIB similar veremos que la mexicana es la más Fuerza Aérea más pequeña en términos de aeronaves y capacidad tecnológica, aunque el rezago estaba siendo atacado con las incorporaciones de nuevas aeronaves y tecnologías hasta el 2018. La Fuerza Aérea Mexicana (FAM) había buscado actualizar su flota y capacidades desde finales del siglo XX, pero los esfuerzos más estructurados comenzaron a tomar forma durante el siglo XXI. Uno de los planes más destacados fue el Plan 2030, impulsado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), que se diseñó en tres fases principales: reestructuración del personal, modernización de equipos y mejora de la infraestructura. Este plan se inició durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) y marcó un periodo de inversión significativa en la FAM. Durante ese sexenio, se adquirieron aeronaves como: Helicópteros: Sikorsky UH-60M Black Hawk, Airbus H225M Cougar y Bell 407GX. Aviones de transporte: Airbus C-295M/W, C-27J Spartan y Boeing 737-800. Aviones de entrenamiento: Grob G120TP. Aviones tácticos: Hawker T-6C Texan II Drones: Sistemas no tripulados como los Hermes 450 (de origen israelí) y desarrollos nacionales por Hydra Technologies como los S4 Ehécatl. En total, entre 2013 y 2018, se invirtieron más de 28 mil millones de pesos en infraestructura, aeronaves y equipamiento, lo que permitió aumentar la flota operativa en aproximadamente un tercio respecto a 2012. Además, se modernizaron instalaciones como las bases aéreas y el Colegio del Aire en Zapopan, Jalisco. Con la llegada de la administración 2018-2024 se detuvieron de golpe todos los planes de modernización de equipo militar siendo la operatividad de la flota un desafío constante. En el año 2023, se contaba con un total de 333 aeronaves, de las cuales 193 se encontraban operativas (57.93%) y 140 fuera de servicio (42.07%), y para colmo ese mismo año, se transfirieron tres aeronaves Boeing 737-800 en comodato a la Aerolínea del Estado Mexicano (AEM). Las restricciones económicas han sido una constante. Aunque hubo picos de inversión (como en 2016, con 11,349 millones de pesos), la austeridad reciente ha frenado proyectos ambiciosos, como la modernización de los cazas F-5E/F Tiger II, que llevan más de 40 años en servicio. A pesar de eso al finalizar el 2024 se priorizaron algunos proyectos específicos: 1.- En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025, se contempla la adquisición de dos aviones de transporte pesado C-130J Super Hércules con un costo estimado de más de 7 mil millones de pesos. Estos serían los primeros de su tipo en América Latina y fortalecerían la capacidad de transporte táctico, aunque todavía no se cuenta con una fecha de entrega de las aeronaves. 2.- Derivado de los acuerdos de cooperación bilateral entre los Gobiernos de México y Estados Unidos, se aceptó el ofrecimiento de donación de dos radares TPS-78, de largo alcance por parte del Gobierno de los EUA los cuales fueron emplazados en Baja California Sur y en Hermosillo, Sonora, coadyuvando de esta forma a fortalecer las capacidades de alerta temprana en el Noroeste del país. 3.- Se ha destacado el aumento de personal femenino, con 1,445 mujeres en roles clave para 2025, reflejando un enfoque hacia la equidad de género. México puede potenciar su Fuerza Aérea siguiendo un enfoque estratégico que combine modernización de equipos, capacitación, infraestructura y cooperación internacional. Por ejemplo, para la modernización del equipo, se pueden adquirir aeronaves avanzadas para reemplazar los F-5E/F por cazas más modernos, como el F-16 Block 70/72, el Saab Gripen o el KAI FA-50, siendo estas aeronaves las que ofrecen mejor capacidad de combate y mantenimiento más accesible, así como explorar opciones de leasing o compras a plazos para no comprometer las finanzas públicas de golpe. También se debe invertir en UAV (vehículos Aéreos no Tripulados) de última generación, como el MQ-9 Reaper o modelos turcos como el Bayraktar TB2, ideales para monitorear fronteras y combatir el narcotráfico sin dejar de lado los nuevos desarrollos hechos en México de la empresa Hydra Technologies. En la rama de helicópteros y aviones de transporte, continuar con la incorporación de más modelos como H-225M o los H145M como helicópteros de ataque además de nuevos aviones de transporte para mejorar la respuesta a desastres y operaciones logísticas. Para capacitación y profesionalización se deben desarrollar programas de entrenamiento avanzado para pilotos y técnicos, posiblemente en colaboración con otros países, e invertir en simuladores de vuelo de última generación para reducir costos y aumentar la preparación. En Infraestructura se deben mejorar las bases aéreas, como se mejoró la de Santa Lucía, con hangares modernos, radares de largo alcance y sistemas de defensa antiaérea básicos. Continuar con la expansión de la red de radares para una cobertura total del espacio aéreo, especialmente en el Golfo y el Pacífico. En el área de Cooperación internacional se deben fortalecer alianzas con países de la región como los Estados Unidos y Brasil, así como de Europa para adquirir tecnología, realizar ejercicios conjuntos y compartir inteligencia, así como continuar participando en programas como el Sistema de Cooperación de las Fuerzas Aéreas Americanas (SICOFAA) para intercambiar experiencias. Finalmente, como parte del financiamiento y priorización se debe reasignar parte del presupuesto militar, que hoy se enfoca más en la Guardia Nacional y el Ejército, hacia la Fuerza Aérea.

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