Crea el Politécnico un simulador de helicóptero Bell 412.
- Ciencia, Tecnología e Innovacion, Helicópteros, Historia Aeronautica
- marzo 9, 2017
Por: José Antonio Quevedo El accidente que sufrió el vuelo de Aeroméxico este martes en Durango, ha hecho que muchos ya empiecen a citarlo como “Milagro en Durango” y es que no se reportó ninguna víctima mortal entre los 99 pasajeros y cuatro tripulantes del vuelo AM2431 que acababa de despegar desde la ciudad de Durango rumbo a Ciudad de México. Las primeras imágenes del Embraer E190 que se fueron liberando primero a través de redes sociales y después por los medios masivos dejaban ver un avión severamente dañado y humeante que hacía temer lo peor; pero el balance inicial fue de cero fallecidos. La información de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes señalaba: “En alcance a la información referente al percance ocurrido el día de hoy 31 de julio, de la aeronave Embraer 190, matrícula XA-GAL, de la empresa Aeromexico Connect en el vuelo AM2431, con 97 pasajeros, 2 infantes y 4 tripulantes a bordo; Se ha localizado a todos los pasajeros y tripulantes, que fueron o están siendo atendidos en diversos hospitales de la zona. No se reportan pérdidas de vidas humanas. El Capitán Carlos Galván Meyran, comandante del vuelo, se encuentra hospitalizado recibiendo atención médica a las lesiones sufridas. El Aeropuerto Internacional de Durango ya reanudó sus operaciones de manera normal. Continúa operando el COE (Centro de Operaciones de la Emergencia), conformado por la Comandancia del Aeropuerto, el administrador aeroportuario y las autoridades correspondientes, para coordinar las labores. Se ordenó la integración de la Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes de Aviación, en la que participarán representantes de la DGAC, los colegios profesionales de la industria, así como representantes del fabricante Embraer. Se contará con la asistencia técnica de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de los Estados Unidos de América (NTSB por sus siglas en inglés).” Lo sucedido ayer recuerda al accidente ocurrido en Nueva York el 15 de enero de 2009, cuando en plena temporada invernal, un Airbus A320 de la aerolínea US Airways despegó del aeropuerto La Guardia con 155 pasajeros a bordo y cinco tripulantes. En su maniobra del despegue, un bandada de gansos canadienses golpearon el avión, averiaron las turbinas y la aeronave se quedó sin potencia para continuar con el vuelo, de inmediato, el capitán de la aeronave, el ahora famoso Chesley Sullenberger, tomó la decisión de acuatizar sobre el río Hudson, que rodea a la ciudad de Nueva York, una decisión que fue fundamental para evitar que las 200 personas que iban en el avión -incluido él- perdieran la vida. Varios medios calificaron la hazaña de Sullenberg como el “acuatizaje más exitoso en la historia de la aviación”, tanto que la historia fue llevada al cine por el director Clint Eastwood. Un factor fundamental para salvar la vida de los pasajeros y tripulación fue que el fuselaje de la aeronave se mantuvo en condiciones suficientemente buenas para que se pudiera evacuar y el fuego se contuvo por un par de minutos vitales. Luego del accidente, se volvió viral la foto donde la sobrecargo de Aeromexico, después de haber puesto a salvo a todos los pasajeros y llevados a un hospital, ella aguarda con la Cruz Roja para dar toda la información de los pasajeros y tripulación. Aunque hay que esperar el peritaje correspondiente es probable que el accidente que sufrió el vuelo 2431 de Aeroméxico este martes en Durango se debió a una ráfaga de viento que afectó a la aeronave cuando apenas había despegado, eso la hizo descender bruscamente y tocar tierra con el ala izquierda desprendiéndose los dos motores del avión. De acuerdo con las autoridades estatales, el avión se proyectó casi 300 metros fuera de la pista y quedó en posición horizontal, lo que permitió la rápida evacuación de la nave mediante toboganes, antes de que se incendiara. El avión quedó en un descampado en el kilómetro 17 de la autopista Durango-Torreón. Andrés Conesa, director general de Aeroméxico, indicó en conferencia de prensa que la aeronave accidentada tiene 10 años de antigüedad, cuatro operando con su empresa. De acuerdo con Conesa, el avión cumplía al 100 % con estándares nacionales e internacionales, y en febrero pasado se le había realizado un servicio mayor, para que tuviera un funcionamiento adecuado. Además destacó la oportuna actuación de tripulación y pasajeros del vuelo 2431, tras darse el accidente, que no causó fallecimientos. La aerolínea regional Aeroméxico Connect no había sufrido de un accidente desde el 21 de enero de 2010, cuando un Embraer E145 reportó un incidente durante el aterrizaje.
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