Por: José Antonio Quevedo Recuerdo que recién había entrado a la escuela vocacional, el 10 de octubre de 1986, ocurrió un terremoto de 7.5 grados en la Ciudad de San Salvador, en Centroamérica este desastre tuvo un efecto mediático inmediato en los medios de comunicación mexicanos por el recuerdo, todavía fresco, del terremoto de 1985 en la Ciudad de México. Viendo el noticiero “24 Horas” en la noche de ese día, uno de los reporteros reseñaba la llegada del primer avión con ayuda internacional a ese país. Se trataba de uno de los Boeing 727-100 de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), cierta emoción me invadió al ver por la televisión, las maniobras de aparcamiento de la aeronave que pasaba por enfrente de la cámara con las letras “FUERZA AÉREA MEXICANA”, y el conocido rayo azul en el fuselaje, como siempre los mexicanos reaccionaban ante la tragedia de otro pueblo amigo y prestaba su ayuda de manera inmediata a través de los aviones Boeing 727-100 de la Fuerza Aérea. Aunque en agosto de 2016 en el Espectáculo Aéreo, se anuncio la despedida oficial de este avión de la FAM realizando una última pasada sobre los miles de asistentes escoltado por tres interceptores F-5E/F, siendo la última vez que se le vería volar en público con los colores de la FAM. A pesar de eso faltaba todavía la ceremonia de retiro oficial, esta se efectuó el 22 de febrero de 2017, en la Base Aérea Militar N° 1 en donde el relevo fue tomado por los modernos Boeing 737-800 en la plantilla orgánica del Escuadrón Aéreo 502. Con su peculiar línea de tres motores, el Boeing 727 marcó toda una etapa en la aviación mexicana, con los colores de la extinta aerolínea “Mexicana”, recorrió incansablemente los cielos de México, Centroamérica, el Caribe y los Estados Unidos. A mediados de los años ochenta la flota del Boeing 727 de “Mexicana” era la más grande fuera de los Estados Unidos. Esta etapa invariablemente se reflejaría en la aviación militar que utilizaría esta extraordinaria aeronave, para realizar misiones de transporte logístico con la Fuerza Aérea Mexicana. La elección de este equipo no fue casual, ya que sus características físicas lo hacían una maquina muy rentable y peculiar, ofrecía una configuración optima para las necesidades de transporte de la FAM ya sea de carga o de personal, así también la posición de su planta motriz compuesta por tres turborreactores, con los cuales alcanza una velocidad de hasta 980 Km./h, ofrecían seguridad dentro de las condiciones de los aeropuertos mexicanos. Otra característica notable fueron los 32º de abatimiento de su ala, con los cuales se hacía muy fácil aterrizar y frenar en pistas cortas, su particular empenaje o timón de dirección lo convirtieron en un avión muy estable y maniobrable, la accesibilidad a su interior es ideal para el transporte de tropas y material por su tercera puerta debajo del empenaje. El primer Boeing 727-100 para la FAM se recibió el 22 de junio de 1981 y conforme fueron llegando comenzaron a ser pintados de acuerdo a la decoración tradicional de los transportes de la FAM el fuselaje en color blanco con una línea azul en el medio rematando hacia la cabina para dar la apariencia de un rayo, siendo matriculados con los numerales 10501 a 10505. Es así como la FAM se equipó con cinco aviones Boeing 727-100 que fueron propiedad de la Compañía Mexicana de Aviación; otros dos Boeing 727-51 con tanques de largo alcance operaron como transportes presidenciales; estos se bautizaron como “Quetzaltcoatl “I y II (Voz en Náhuatl que quiere decir, Serpiente Emplumada). Este fue el inicio de una de las más grandes flotas militares de aviones Boeing 727 de Latinoamérica y que en 1981 protagonizaron para el libro de récords, la formación de aviones de este tipo más grande del mundo, al volar en formación cerrada 7 aviones 727 y un avión Boeing 737, teniendo como líder de la formación al General Carlos Mendívil. El 16 de septiembre de 1981 los cinco Boeing 727-100 del Escuadrón de Transportes de la FAM, los dos Boeing 727-100 al servicio del Presidente de México y el B-737-100 al servicio de la Secretaria de la Defensa Nacional, volaron sobre la Ciudad de México en una espectacular formación. El 1 de marzo de 1983 las aeronaves Boeing 727 se integraron al Escuadrón Aéreo de Transporte Logístico, que causo alta con esa fecha. Durante más de 25 años los Boeing 727-100 representaron una parte importantísima de la flota de transportes pesados participando en casi todas las operaciones de ayuda a la población en México y otros países. En el año 2007 todavía volaban con la FAM 4 aviones del la serie 100. El último Boeing 727 matricula 3504, corresponde al tipo 727-14F con número de serie 18909, fue convertido a mediados de los años noventa en carguero, y cuenta con una puerta lateral para tal efecto en el fuselaje, durante el 2011 recibió mantenimiento mayor así como un nuevo esquema en color gris, por lo que la fecha continua en operación. En el año 2001 de nueva cuenta la Compañía Mexicana de Aviación al sustituir su flota por equipo Airbus, inicia la desincorporación de su equipo Boeing 727-200, y dada la experiencia de la aviación militar mexicana con este equipo se decide la incorporaron de tres aviones Boeing 727-264 Advanced estos aviones se entregaron por parte de Mexicana en un esquema en color gris con las matriculas 3505, 3506 y 3507. En el año de 2008 el Escuadrón Aéreo 302, que concentraba los transportes pesados (C-130 y Boeing 727) cedió los aviones Boeing 727 al Escuadrón Aéreo 502, que ahora concentraría exclusivamente las operaciones de estos aviones en la Base Aérea Militar N° 1. El 7 de noviembre de 2009 el huracán “Ida” sorprendió a todo el pueblo salvadoreño. En una sola noche fallecieron más de 130 personas, quedando también de manera casi instantánea al menos 7,000 damnificados. Pueblos enteros quedaron sepultados por el barro, incomunicados por
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