Por: José A. Quevedo El gigante aeroespacial Boeing y su socio Saab suministraran el nuevo sistema avanzado de entrenamiento de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) al haber ganado la evaluación entre los diferentes modelos presentados en los últimos años. En marzo de 2015, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) lanzó la lista de requisitos formales para su programa de reemplazo del avión entrenador T-38 Talon, denominado como Advanced Pilot Training (APT) mejor conocido como T-X, iniciando el proceso para la selección de un nuevo avión jet para el entrenamiento de pilotos ya que a pesar de la actualización aplicada al T-38, este ya no es eficaz en la preparación de los pilotos para aviones más avanzados como los F-35 y F-22, aunque continua siendo una excelente plataforma de transición para aviones como el F-15 y F-16, aunque 12 de las 18 tareas de entrenamiento avanzado que se realizan actualmente no se pueden completar en un T-38. Esto coloca una carga extra en las unidades de conversión operativa, al agregar costosas horas de vuelo en los jets operativos. La USAF está consciente de la necesidad de realizar parte de este entrenamiento en plataformas más baratas, como el T-X, estimando que se podrían ahorrar un 15 por ciento en costos operativos anuales para la capacitación de pilotos avanzados cuando el avión esté disponible. Una de las desventajas más notorias del T-38, está relacionada con su diseño de cabina y la gestión de sensores que son fundamentalmente diferentes a los aviones de cuarta y quinta generación ya que el T-38 fue construido en 1961 y a pesar de su nueva cabina de cristal, existe la imposibilidad de mejorar su funcionamiento así como su capacidad para enseñar eficazmente las habilidades críticas esenciales a los pilotos militares de hoy. Se destaca sobre todo, que el avión no puede enseñar maniobras de combate aéreo y no se adapta para el uso de gafas de visión nocturna (NVG), el uso de armas inteligentes o el vuelo de formación fuera del alcance visual, una táctica moderna de combate. La USAF tiene prevista la adquisición de hasta 475 aviones T-X y 120 simuladores para la formación de sus pilotos de caza y bombardeo, aunque por el momento está prevista la compra de 351 aviones y 46 simuladores por un importe de 9,200 millones de dólares, incluidos equipos de apoyo en tierra. Según ha declarado Heather A. Wilson, Secretaria de la fuerza aérea, se estima que se ahorrarán al menos 10,000 millones de dólares gracias a la competencia del concurso, señalando que se había estimado un coste inicial para los 351 T-X de 19,700 millones de dólares. La base aérea conjunta de San Antonio-Randolph en Texas será la primera que recibirá estos nuevos aviones y simuladores, y posteriormente lo irán haciendo las de Columbus en Mississippi, Laughlin y Sheppard enTexas y Vance en Oklahoma. Por el momento la USAF y Boeing han firmado ya un primer pedido, valorado en 813 millones de dólares para el desarrollo de ingeniería y fabricación de cinco aviones y siete simuladores. El sistema de entrenamiento debería ser declarado operativo en 2024 y completamente operativo en 2034. En algún momento el sistema recibirá una designación como en su momento lo hicieron el T-33 y el T-38. Las compañías aeronáuticas Boeing y Saab presentaron el nuevo diseño de la aeronave para competir en el programa para sustituir al avión entrenador T-38 el pasado 13 de septiembre de 2016, el Roll Out se llevo a cabo en Saint Louis, Misouri El diseño es el de un monomotor con doble deriva y “asientos en tandem”. Además puede ser equipado con un sistema de reabastecimiento en vuelo y dos puntos de anclaje bajo cada ala. El primer Boeing/Saab T-X, fue llamado BTX-1 por los fabricantes y fue revelado a invitados y medios seleccionados en la planta de St Louis de Boeing el 13 de septiembre. En el período previo al lanzamiento ceremonial, el avión fue trasladado de la planta de producción al taller de pintura bajo la cobertura de la oscuridad. El avión fue pintado a mano en un hangar, rodeado de andamios de madera, antes de ser trasladado (de nuevo por la noche) a otro edificio para la filmación previa al evento. Su aviónica incluye sistemas de simulación para el entrenamiento en vuelo, y plena capacidad para ser modernizado a lo largo de la vida operativa del avión. Las dos empresas manifestaron que el avión puede ser ensamblado sin el uso de maquinaria, empleando nuevos adhesivos, que reducen de forma significativa el tiempo necesario para fabricar la cúpula de la cabina de los pilotos, y también piezas impresas en polímeros 3D. Tampoco mencionaron cual es el porcentaje de trabajo entre ambas, indicando tan solo que gran parte de las tecnologías empleadas proceden del F/A-18E y del Gripen, con sistemas importados directamente de estos aviones al T-X. Para el programa T-X, se han construido dos aviones el primero un Boeing/Saab T-X con el número de serie N381TX conocido como el BTX-1 por los fabricantes y el otro denominado T2 (serie N382TX), además se desarrollaron cinco fuselajes necesarios para las pruebas solicitadas por la USAF con los pre-registros N791TX, 792TX, 793TX, 794TX y 795TX. El 20 de diciembre de 2016, se realizó el primer vuelo del nuevo avión T-X, diseñado específicamente para los requisitos de entrenamiento solicitados, llevando el registro civil N381TX, el avión salió al aire de las instalaciones de la compañía en St Louis, Missouri, con dos T-38 Talons de la compañía que viajaban como escolta. El vuelo inaugural ocurrió sólo 48 horas después de que Boeing lanzara imágenes de su avión T-X sometido a pruebas de taxeo. Durante el vuelo de 55 minutos, el Piloto de Pruebas TX Steven Schmidt y el Jefe de Pilotos de los Programas de la Fuerza Aérea Dan Draeger, que estaba en el asiento detrás de Schmidt, validaron aspectos clave del jet monomotor y demostraron el desempeño del diseño de bajo riesgo . «He sido parte de este equipo desde el principio, y fue muy emocionante ser el primero en entrenar y volar», dijo Schmidt. «El avión
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