El F-16 ¿un inevitable en la Fuerza Aérea Mexicana?

El F-16 ¿un inevitable en la Fuerza Aérea Mexicana?

Por José A. Quevedo

Los jets de combate son armas estratégicas y de disuasión, por lo que un país del tamaño de México debe tener las herramientas necesarias para reaccionar ante una situación imprevista. Es así que un país como México por simple doctrina de defensa debe contar con una fuerza militar suficiente, moderna y preparada, dado el tamaño de su  población con más de 100 millones de habitantes y una superficie de más de 2 millones de kilómetros cuadrados, debería contar con un equipamiento de defensa acorde a su tamaño, por lo que su fuerza aérea debería contar en las condiciones actuales, con al menos un escuadrón completo (12 a 18) de aviones de combate de primera línea nuevos, capaces de responder a cualquier emergencia.

Desde el año 2007 la Fuerza Aérea Mexicana había elegido al avión F-16 como el reemplazo de sus aviones Northrop F-5E/F Tigre II, esto se conoció porque el entonces secretario de la defensa nacional el general Guillermo Galván había solicitado presupuesto a la cámara de diputados para baterías de misiles antiaéreos y para conformar un escuadrón aéreo de aviones F-16 incorporando cuatro aviones por año y tenerlo listo en el último año de gobierno del presidente Felipe Calderón.

En su momento los diputados negaron el presupuesto argumentando situaciones económicas y autorizando solo presupuesto para aviones de Transporte y helicópteros que se materializaron en los aviones de transporte C295, C-27J y helicópteros H-225M Cougar.

En los últimos años aparecieron los llamados aviones LIFT (Lead In Fighter Trainer) que dieron capacidad de combate a aviones nacidos como entrenadores uno de los más representativos es el FA-50 de Korea Aerospace industries que se ha convertido en un fenómeno de ventas al incorporarse en países del sudeste asiático y en Polonia, para sustituir nada más y nada menos que al Mig-29 y del que ahora Lockheed Martin está impulsando en un nuevo concepto llamado TF-50. Es de todos conocido que el FA-50 se ha colocado como la opción más viable para incorporarse en la Fuerza Aérea Mexicana, por su capacidad, su construcción nueva y sus costos de adquisición y de operación.

Es preciso tener en cuenta que no siempre se requiere operar con grandes cantidades de armamento a grandes velocidades con aviones de superioridad aérea que tienen altos costos operativos, a veces entre cinco y diez veces el costo por hora de un avión de combate ligero.  Si la misión es interceptar un avión transportando drogas o dar apoyo ante una operación antiterrorista, no se necesita mover un avión con altísimos costos operativos. Lo mismo si se busca neutralizar una pista clandestina. Allí es donde el avión de combate ligero se vuelve esencial para eficiencia de costos.

Ahora bien, México deberá alcanzar en el 2030, capacidades operativas y tecnológicas para integrarse a operaciones conjuntas con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, concretamente con el comando Norte lo que derivaría en la compatibilidad de instrumentos para defender la región. En base a lo anterior existe una hoja de ruta de proyección de las fuerzas armadas mexicanas alineada con la visión 2030 y que incluye la reestructuración de unidades operativas y la del sistema de vigilancia aérea, que conlleva contar con aeronaves con capacidad ISR. Posteriormente se pasaría a una renovación de la flota aérea, con lo que se tendría una ampliación de la cobertura de vigilancia aérea, para posteriormente reestructurar los componentes operativos de las fuerzas armadas, entre los que destacan cuatro alas operativas y un ala estratégica para la Fuerza Aérea; es así que algunos mandos militares han sugerido que además del FA-50 se incorpore un avión de mayores capacidades barajando distintos modelos como el Gripen, el Eurofighter o el F-16, aunque esos mismos mandos no ocultan la preferencia por el F-16 de acuerdo con la elección hecha desde el 2007.

A esto se suma la campaña desarrollada por Lockheed Martin en Latinoamérica para el F-16 Block 70/72 señalando que cuando un país se convierte en parte de la red F-16, se está adquiriendo algo más que un avión, se está aprovechando el desarrollo que solo se puede obtener con los datos recopilados de 19.5 millones de horas de vuelo, 13+ millones de salidas voladas que están respaldadas por economías de escala, lo que hace que el F-16 sea una opción estratégica y valiosa.

Pero lo más importante con la incorporación del F-16 Block 70/72, México podría conseguir en el plano industrial un papel más relevante en temas de defensa incorporando a las factorías de sus clusters aeroespaciales a la base industrial de defensa de los Estados Unidos, la cual está compuesta por Lockheed, Raytheon, Northrop Grumman entre otros y en donde esas compañías abastecen tanto a Norteamérica como a socios japoneses, coreanos, alemanes, entre otros.

La cadena de suministro del F-16 de Lockheed Martin incluye aproximadamente 600 proveedores, incluidas asociaciones con 12 compañías internacionales en ocho países, que producen componentes importantes para el caza de cuarta generación más avanzado: el F-16 Bloque 70/72.

Esta industria busca proveedores confiables, entre los que podría estar México que se podría convertir en parte vital de la industria de defensa de Estados Unidos, como lo es Canadá hoy, trayendo más y mejor pagados puestos de trabajo en la industria aeroespacial mexicana. Todo lo anterior debe ser tomado en cuanta por los mandos militares mexicanos y decidirse a apoyar a la industria aeroespacial mexicana.

Posts Carousel

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked with *

Most Commented

Featured Videos