Medios especializados de Alemania confirmaron que la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán (IRIAF) recibió avanzados aviones multifunción de fabricación rusa Sukhoi Su-35SE, Según Flugrevue, la entrega tuvo lugar durante una ceremonia privada en la Planta de Aeronaves de Komsomolsk-on-Amur (KnAAPO) el pasado 18 de noviembre de 2024.
Aunque en informes iniciales se esperaba que los Su-35SE reemplazaran a los antiguos F-14A Tomcat en Isfahán, el pedido total de la IRIAF ha sido ampliado de 25 a 50 unidades, lo que sugiere un rol más amplio para estos cazas en la fuerza aérea iraní.
Un mayor número de cazas Su-35SE apunta a una posible sustitución de los obsoletos McDonnell Douglas F-4E Phantom II, que actualmente operan en el 31.º Escuadrón de Cazas Tácticos con base en Hamadan. Esto subraya la urgente necesidad de Irán de incorporar aviones de combate de nueva generación para reforzar su capacidad militar.
La instalación subterránea conocida como Eagle-44, inaugurada en febrero de 2023, podría jugar un papel clave en el despliegue de estos aviones. Esta base, una de las varias construidas por Irán, está diseñada para proteger a su fuerza aérea de posibles ataques y garantizar la supervivencia operativa en condiciones difíciles.
Situada en una ubicación estratégica no revelada, Eagle-44 está equipada con hangares fortificados, instalaciones de mantenimiento y áreas de almacenamiento protegidas en cadenas montañosas, minimizando la exposición a vigilancia satelital y ataques aéreos. Las imágenes difundidas por medios iraníes muestran su capacidad para albergar aviones avanzados, así como sistemas de misiles.
Tras su llegada a Irán los componentes de los Su-35SE serán ensamblados por equipos especializados, que se encargarán de conectar los sistemas críticos, calibrar la aviónica y verificar los componentes mecánicos y electrónicos. Estas tareas son fundamentales para garantizar la preparación operativa de las aeronaves. Una vez ensamblados, los aviones serán sometidos a pruebas exhaustivas en tierra, evaluando los motores, controles de vuelo e integración de armas. Posteriormente, se llevarán a cabo vuelos de prueba para que los pilotos de la IRIAF se familiaricen con las capacidades del Su-35SE.
Entre los retos que enfrentara Irán, además de formar a su personal, será el de establecer una cadena de suministro confiable de piezas de repuesto para los Su-35SE, ya que cualquier obstáculo podría comprometer la operación de los cazas ya que sus avanzados sistemas de radar y aviónica, así como el mantenimiento de estos cazas requerirá un alto nivel de competencia técnica.
La adquisición de los cazas Sukhoi Su-35SE por parte de Irán ha sido resultado de complejas negociaciones geopolíticas, obstáculos técnicos y prioridades estratégicas cambiantes. Las conversaciones sobre esta compra comenzaron a principios de los años 2000, pero no tomaron impulso real hasta que el embargo de armas de la ONU contra Irán fue levantado en octubre de 2020, bajo la Resolución 2231.
Para 2023, se confirmó un pedido inicial de 25 unidades, aunque los plazos de entrega permanecían inciertos debido a las limitaciones de producción en Sukhoi y las dificultades logísticas de transferir tecnología militar avanzada a un país bajo sanciones.
Informes posteriores en 2024 señalaron que el pedido se había ampliado a 50 aviones, reflejando la intención de Irán de integrar plenamente el Su-35SE en su doctrina estratégica. No obstante, los retos técnicos, como la falta de infraestructura y experiencia con esta plataforma, requirieron asistencia directa de Rusia para preparar la incorporación del avión a la fuerza aérea iraní.
El Sukhoi Su-35SE, una variante de exportación del Su-35, es un caza multifunción de “generación 4++” derivado del Su-27 Flanker. Este avión incorpora tecnologías avanzadas, cerrando la brecha entre aviones de cuarta generación como el Su-30 y los de quinta generación como el Su-57.
Entre sus características más destacadas se encuentra el radar N035 Irbis-E, que puede rastrear hasta 30 objetivos simultáneamente a distancias superiores a los 400 kilómetros. Además, cuenta con motores de vectorización de empuje que le otorgan maniobrabilidad excepcional, permitiendo maniobras avanzadas. Para Irán, la adquisición de este moderno caza representa no solo un paso hacia la modernización de su envejecida flota, sino también una oportunidad para proyectar poder en una región donde la superioridad aérea sigue siendo clave en las estrategias militares.
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