Con la finalidad de promover y fortalecer la cultura de prevención ante los efectos de los ciclones tropicales, dos aviones cazahuracanes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos de América visitaron las ciudades de La Paz, Baja California Sur, y Manzanillo, Colima, en el marco de la cooperación que existe entre la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), y las autoridades estadounidenses del ramo.
El poderoso Hércules WC-130J, de la Reserva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de América, y el veloz jet Gulfstream-IV, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), realizan misiones de reconocimiento. Estas son las naves que se presentan en el Tour de Prevención de Huracanes 2018, con la finalidad de promover la cultura de protección y prevención ante estos fenómenos hidrometeorológicos.
El Director General de la Conagua, señaló que esta es la primera vez que vienen dos aviones cazahuracanes a México y dijo que los Estados Unidos colaboran con México con estas aeronaves para que podamos ayudar a la población y reducir los efectos de los ciclones tropicales a través de pronósticos más precisos.
Kenneth Graham, Director del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), con sede en Miami, Florida, expresó que “se tiene una colaboración muy estrecha con la Conagua y el SMN porque, junto a las instituciones de Estados Unidos de América, trabajamos unidos para hacer un frente común ante los posibles huracanes”.
Niñas, niños, jóvenes y padres de familia tuvieron la oportunidad de conocer los aviones y su funcionamiento mediante la información que les brindó durante los recorridos la tripulación de estas aeronaves especializadas que forman parte del Tour de Prevención de Huracanes en el Caribe 2018.
Durante el vuelo, los aviones lanzan sondas con sensores integrados para que penetren el centro del sistema tropical y midan la presión atmosférica, temperatura, humedad relativa, la velocidad y dirección del viento. Los datos recabados son empleados para elaborar pronósticos de intensidad y trayectoria de ciclones, y determinar diversos parámetros atmosféricos y meteorológicos.
El Hércules WC-130J
Su longitud (29.8 metros) es similar a la de una cancha de basquetbol, mientras que su envergadura, de una ala a otra (40.4 metros), es mayor a la columna del Ángel de la Independencia (36 m) en la Ciudad de México. Cuatro turbohélices, de 4 mil 437 caballos de fuerza cada una, se encargan de desplazar por el aire a esta nave a velocidades superiores a los 600 kilómetros por hora.
Este avión vuela hasta el interior del ojo del huracán y recolecta la información necesaria para medir su intensidad. Los datos se envían en tiempo real, vía satélite, desde la nave al Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, para que sean analizados por los meteorólogos y especialistas.
El Gulfstream-IV
El apodado “Gonzo”, tiene una longitud de 20.69 metros y envergadura de 23.7 metros, posee dos motores de turbohélice gemelos Rolls Royce Tay 611-8 y está equipado con un radar Doppler Tail (TDR).
Esta nave, con una tripulación de hasta ocho especialistas, sobrevuela los ciclones tropicales para obtener imágenes detalladas de la parte superior de la atmósfera, lo que permite a los meteorólogos hacer mapas de corrientes de dirección que influyen en el movimiento de los ciclones.
Después de estar en tierras mexicanas, los aviones cazahuracanes visitarán Panamá el 26 de abril, el 27 arribarán a Montego Bay, Jamaica y la gira concluirá el 28 en la ciudad de Ceiba, Puerto Rico.
Con información y fotos de CONAGUA
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