MÉXICO AEROESPACIAL 
Redacción. – Se ha conocido que México esta buscando un nuevo sistema aéreo no tripulado de mayor capacidad, para el fortalecimiento de sus capacidades de vigilancia y reconocimiento. Esta decisión marcaria un salto cualitativo en la postura tecnológica de la Fuerza Aérea Mexicana. Aunque no se puede conocer el programa de inversión correspondiente, porque, aunque es una obligación, la secretaria de Hacienda ha dejado de publicar los programas de inversión de todo el gobierno, pero se ha conocido que al menos hay dos propuestas que están siendo consideradas por parte de dos empresas que han presentado dos modelos de aeronaves pilotadas a distancia. La primera es el MQ-9A Reaper, la aeronave no tripulada de General Atomics que marcó un antes y un después en las operaciones militares. Reconocimiento, inteligencia y ataque en una sola plataforma táctica. Esta aeronave es un UAS de gran altitud y larga autonomía certificado para operar con fuerzas aliadas y preparada para misiones ISR complejas. En México la empresa Aktuelle ha hecho pública su asociación con General Atomics, la empresa que lo desarrolla y construye. Esta empresa impulso la adquisición de los vehículos Ocelotl y Spartan para el Ejercito Mexicano. El MQ-9A, una aeronave extremadamente fiable, está equipado con un sistema de control de vuelo tolerante a fallos y una arquitectura de aviónica triplemente redundante. Está diseñado para cumplir y superar los estándares de fiabilidad de las aeronaves tripuladas. Por otra parte, está el Zeus VTOL equipado con el sistema electroóptico e infrarrojo Argos 8 de Hensoldt, una plataforma de alta persistencia y uso dual que combina tecnología europea y manufactura polaca fabricado por Ekolot Aerospace & Defense (EAD) e integrada con sistema de reconocimiento (ISR/ISTAR) y apoyo en operaciones de emergencia y protección civil. El Zeus VTOL destaca por su autonomía de hasta 12 horas, un alcance superior a los 1.200 kilómetros, techo operativo de 6.096 metros y una carga útil integrada basada en el sensor Argos 8, capaz de operar de día y de noche, designar objetivos con láser, rastrear blancos móviles y generar datos georreferenciados compatibles con estándares OTAN además de compatibilidad para integrar cargas guiadas ligeras (mini-misiles, cohetes guiados) y operabilidad bajo condiciones de GNSS degradado / anti-jamming. El que México opere un sistema de estas capacidades operativas superiores a muchos sistemas actualmente en uso permitiría responder mejor a escenarios tácticos de las fuerzas armadas mexicanas. Una parte importante de esta adquisición será la transferencia tecnológica que ofrecería la oportunidad de impulsar el desarrollo en el diseño de sistemas de misión, estaciones de control, algoritmos de IA, mantenimiento y fabricación de componentes entre otros.
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Por: José A. Quevedo Para el 2025, el Escuadrón Aéreo 302 de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), solo contará con tres aeronaves C-130 Hércules operativos para cumplir con la demanda de operaciones aéreas, sin embargo, se estima que para el 2028 no se tendrá ninguna aeronave operativa del tipo C-130, ya que quedarán fuera de servicio por su antigüedad. El avión C-130 matrícula 3611 en el año 2026 contará con 48 años de servicio, por lo que es muy posible que no pueda seguir efectuando operaciones aéreas ya en 2027, lo mismo ocurre con los aviones C-130K-30 matrículas 3617 y 3616, que cumplirán sesenta años de servicio para el año 2028, por lo que es probable que no se encuentren en condiciones para seguir realizando operaciones aéreas. La FAM también estima que entre los años 2024 al 2043 se tendrá un promedio anual demandado de 1,525 operaciones aéreas, teniendo la necesidad de trasladar 22,245 pasajeros y de trasportar 6,824 toneladas de equipo militar víveres o algún otro material en beneficio de la población y que no se podrá cubrir sin contar con más aeronaves. Por ese motivo en diciembre de 2023, la secretaria de Hacienda de Crédito Público (SHCP) publicó la cartera de inversión para el programa “Fortalecer la Capacidad de Transporte Aéreo” con la finalidad de gestionar los recursos necesarios. Uno de los objetivos del proyecto es Incrementar y fortalecer las capacidades de la flota actual de aeronaves de ala fija, con dos aviones C-130J (Súper Hércules), con capacidad de transporte aéreo militar, tecnología de punta que garantice altos estándares de seguridad permitiendo un empleo eficaz de los medios aéreos de acuerdo a los requerimientos específicos, aumentando los márgenes de seguridad, economía, eficiencia y eficacia en su empleo, se previa de acuerdo al proyecto que la primera aeronave llegaría a finales del 2024 y la segunda a principios del 2025. El programa calculaba un costo de $281millones de dólares que equivalen a 6,796,857,600 pesos mexicanos. Ahora en agosto de 2025, no se ha reportado ningún movimiento sobre estas aeronaves, es más la página electrónica de la cartera de los proyectos y programas de inversión lleva semanas sin funcionar por lo que se conoce el avance de este, ni de ningún otro programa. En abril pasado durante la FAMEX 2025, los principales fabricantes de aeronaves se dieron cita en la Base Aérea Militar N° 1 Airbus presento el A400M, Embraer el KC-390 y Lockheed Martin el C-130J Super Hércules. Las tres aeronaves fueron observadas a detalle por los mandos de la Fuerza Aérea Mexicana y de la secretaria de la Defensa Nacional. Durante el Espectáculo Aéreo el A400M realizó una espectacular exhibición aéreo ante el público mexicano. Durante la FAMEX se esperaba al menos un anuncio respecto a la incorporación de las aeronaves de transporte ya consideraras y también sobre el resto de la flota ya que la Fuerza Aérea Mexicana tiene un déficit de entre 7 a 8 aeronaves de transporte pesado, pero esto no sucedió. En su momento la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados señalo que el monto total que el Presupuesto asignado a la “Defensa Nacional” para el 2025, fue de 151 mil 995 millones de pesos (mdp), monto que representa una disminución del 43.8 por ciento respecto a 2024, cuando se asignaron 259 mil 443.8 millones de pesos. Es así que esta sea la causa más probable por la cual los procedimientos de adquisición e incorporación de las nuevas aeronaves se encuentran detenidos.
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Por José A. Quevedo Con la noticia de que Brasil busca F-16 de segunda mano dado el trato que cerro Argentina por 24 aviones ex daneses por solo 300 millones de dólares, ¿no sería conveniente para México buscar un trato similar? Dado el resultado de las elecciones mexicanas en el que habrá continuidad de las políticas públicas y no se esperan grandes cambios, tal vez sería necesario replantear la defensa aérea mexicana dejando atrás las posibles inversiones que traería una compra de aviones nuevos para impulsar a los clústeres aeroespaciales mexicanos para la incorporación de un nuevo caza dadas las enormes sumas de tiempo y dinero a invertir. Si Brasil que cuenta con un extraordinario y extenso programa de transferencia de tecnología con la adquisición del Gripen, ha volteado a ver lo que su vecino del sur ha hecho, incorporando una nueva flota supersónica a un precio módico, tal vez es tiempo de cambiar el enfoque en México. Ya que México se cambió la visión 2030 en la que el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos se encontrarían dotados de recursos humanos, materiales, tecnológicos e informáticos de alta calidad, acordes a la potencialidad del país, al 2040, tendríamos que replantearnos si la Fuerza Aérea Mexicana debería contar con una aeronave de transición que le permitirá abonar a la defensa aérea sin un gran desembolso como lo hizo Argentina en tanto se define la posibilidad de incorporar un nuevo interceptor con mayores capacidades para cumplir con el objetivo después del 2030. Aunque ahora los F-16 disponibles de las flotas de la OTAN se encuentran comprometidos para apoyar el esfuerzo de guerra contra la invasión rusa, en Ucrania, tal vez sería posible ubicar algunos F-16, con capacidades OTAN y horas de vuelo en Oriente Medio, Europa y los Estados Unidos que pudieran servir para apuntalar por algunos años a la flota de defensa mexicana a un costo razonable en tanto se concreta la incorporación del nuevo interceptor para la Fuerza Aérea Mexicana. Esta opción, aunque viable no es la mejor si consideramos que la adquisición de un avión de combate moderno traeria los múltiples beneficios a la industria aeroespacial mexicana, si se negocia correctamente, tal y como lo hemos platicado anteriormente, pero dadas las nuevas condiciones políticas creo que tenemos que poner el tema sobre la mesa, aunque no sea la mejor opción, aunque es mejor que no tener nada y pasar años sin aviación supersónica como la Argentina. Comprar usado ya lo ha hecho antes, la Fuerza Aérea Mexicana cuando adquirió los helicópteros CH-53E usados para transporte pesado y que sirvieron solo en un periodo de 10 años en tanto se podía contar con una aeronave nueva como lo son ahora los H-225M Cougar del Escuadrón Aéreo 101. Ahora bien, ¿si el gobierno mexicano puede comprar de golpe 20 aviones Embraer por un precio de 1,400 millones de dólares, no vemos por qué no se podrían desembolsar 300 millones para la compra de aviones F-16 para reforzar la flota de combate mexicana?
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