Por: José A. Quevedo Israel ha lanzado un ataque de gran envergadura sobre Irán a la que ha bautizado como operación “Rising Lion” en donde más de 200 aviones de combate de la Fuerza Aérea, con una precisa guía de inteligencia, atacaron más de 100 objetivos en todo Irán, incluidos los escondites de altos líderes militares iraníes. Los ataques destruyeron decenas de lanzadores, bases de almacenamiento de misiles tierra-tierra y otras instalaciones militares. La operación se realizó de forma conjunta con el Mossad, los servicios de inteligencia exteriores de Israel, según desvelaron fuentes de defensa a la prensa israelí. Según estas fuentes, el Mossad logró infiltrar en territorio iraní armamento de precisión y comandos, y estableció una base secreta de drones desde la que atacaron las capacidades de defensa de Irán. Una pieza clave para llevar a cabo estos ataques es el F-35i Adir, la versión israelí del caza de quinta generación y que lo convierten en un aparato único, y de acuerdo con varios analistas es aún mejor incluso en muchos aspectos que el que tienen las mismas fuerzas armadas de los Estados Unidos. El F-35 es su versión estándar es un caza de quinta generación que combina capacidades furtivas, sensores avanzados, aviónica de última generación y una gran capacidad de integración en redes de combate. Diseñado para operar en múltiples entornos, puede desempeñar misiones de superioridad aérea, ataque a tierra, reconocimiento y guerra electrónica. Alcanza una velocidad superior a Mach 1.6 (más de 1.900 km/h), tiene un alcance de combate superior a los 2.200 km y puede portar armamento tanto en compartimentos internos —para mantener su perfil stealth— como en pilones externos. Está equipado con un radar AESA, sistemas de detección de 360º y una cabina completamente digital que ofrece al piloto una conciencia situacional sin precedentes. Se estima que el coste de vuelo por hora es de unos 44.000 dólares. En este caso el F‑35i Adir (Poderoso en hebreo) representa una versión del caza furtivo F‑35, optimizada para las necesidades estratégicas de Israel que además de su capacidad furtiva, cuenta con ajustes técnicos que lo convierten en un sistema adaptado al teatro operativo del Oriente Medio. Un rasgo definitorio del F‑35i es su arquitectura abierta de software, que permite integrar aplicaciones desarrolladas por Israel Aerospace Industries (IAI) sin alterar la estructura central del avión. Esto posibilita que la Fuerza Aérea israelí añada sus propios sistemas de mando, comunicaciones, guerra electrónica y procesamiento de datos, creando en esencia una red que se ejecuta sobre el sistema original del caza. Las modificaciones fueron aprobadas después de largas negociaciones, que permitieron incorporar sistemas fabricados por empresas de defensa como Elbit, Rafael o IAI. Entre las armas integradas figura el misil aire‑aire Python‑5, con buscador infrarrojo dual, y la bomba de guiado de precisión Spice, de hasta 450 kg, capaz de alcanzar objetivos a más de 100 kilómetros con una precisión milimétrica. Estas mejoras sitúan al Adir como el único F‑35 del mundo con guerra electrónica optimizada para enfrentar defensas como los S‑400 iraníes usando enlaces de datos completamente compatibles con los sistemas de defensa israelíes. Se conoce que también su alcance operativo también fue ampliado con tanques de combustible conformables (CFT) externos de bajo perfil, que bordean la sección superior del fuselaje y permiten prolongar misiones hasta un rango de 1,700 km. Los tanques de combustible conformables, CFT (Conformal Fuel Tanks), son tanques de combustible suplementarios que van empotrados al perfil de una aeronave para aumentar su alcance en vuelo y que provocan poca pérdida aerodinámica comparado con los tanques externos convencionales. En comparación con otros F‑35, el Adir es único: sus CFT le dan mayor alcance, su software nacional aporta interoperabilidad con plataformas nacionales y permite esquemas tácticos propios, sus contramedidas EW están adaptadas al teatro regional y puede usar armamento israelí interno y externo. Además, mantiene una tasa de operatividad que supera en varios puntos la media de los F‑35 estadounidenses En las recientes operaciones sobre Irán se ha visto imágenes que sugieren que le avión ha sido utilizado además con una configuración tipo beast mode y que con cargamento mixto interno y externo, puede superar las ocho toneladas de armamento, incluyendo munición JDAM de 900 kg. Con esta configuración se sacrifica algo de furtividad, aunque las pruebas y operaciones indican que los CFT empleados minimizan significativamente el impacto en la firma radar. Durante la operación “Rising Lion” la precisión fue importante: no se produjeron accidentes nucleares ni daños colaterales significativos a infraestructuras civiles críticas, según reportes de del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) El despliegue operativo del Adir ha validado un concepto táctico integrado con otros modelos de combate, estableciendo un sistema donde los F‑35I actúan en una primera instancia penetran defensas, recolectan inteligencia y desactivan sistemas antiaéreos, permitiendo que los aviones como los caza bombarderos F‑15I Ra’am, cargados con bombas de alta densidad de hasta 18.000 lb, ataquen en una segunda ola, este concepto ha sido usado en operaciones previas sobre Siria, Líbano y Yemen, alcanzando una efectividad que ningún otro operador del F‑35 ha logrado. En términos tácticos, el avión también actúa como centro sensor y nodo de integración: comparte datos en tiempo real con F‑15, F‑16, sistemas Patriot, Iron Dome y David’s Sling, conformando una red de defensa aérea multinivel. Durante las operaciones, coordinó misiones en paralelo con drones de reconocimiento y plataformas EW, lo que permitió una fuerza de ataque precisa y resiliente bajo fuego enemigo. Israel ha demostrado además que puede operar la flota sin dependencia absoluta de EE.UU., administrarla en territorio propio y actualizarla según sus necesidades sin vulnerar acuerdos internacionales. Todo ello le otorga al Adir una autonomía operativa, logística y táctica única. Todas estas características permiten al F‑35i Adir combinar tecnología stealth de quinta generación con capacidades extendidas de alcance, armamento y guerra electrónica nacionales, sustentadas en un modelo de autonomía estratégica y doctrina militar propia. Como represalia, Iran lanzó unos 350 misiles balísticos, cruceros y drones, de los cuales alrededor del 99 % fueron neutralizados gracias, en parte, a la contribución del
READ MOREDurante la madrugada del 13 de junio de 2025, unos 200 aviones de la Fuerza Aérea de Israel atacaron múltiples objetivos en Irán como parte de la Operación “Rising Lion” Con el paso de las horas, surgen nuevos detalles que demuestran la complejidad de este ataque. La magnitud de la operación tampoco tiene precedentes en comparación con otros ataques israelíes contra Irán y parece ser solo el comienzo de un esfuerzo más amplio para desmantelar el ejército y el programa nuclear iraníes. Los medios israelíes afirman que esto podría ser sólo la primera etapa de una campaña de dos semanas contra Irán. Siendo así la Fuerza Aérea de Israel ha informado que sus aviones de combate, guiados por inteligencia precisa, atacaron durante la noche la planta de enriquecimiento de uranio del régimen iraní en la zona de Natanz. Esta era la mayor planta de enriquecimiento de uranio de Irán, que ha operado durante años para alcanzar la capacidad de fabricar armas nucleares y alberga la infraestructura necesaria para enriquecer uranio a niveles de grado militar. Como parte de los ataques, la zona subterránea del sitio resultó dañada. Esta área contiene una sala de enriquecimiento de varios pisos con centrifugadoras, salas eléctricas e infraestructura de apoyo adicional. Además, se atacaron infraestructuras críticas que permitieron el funcionamiento continuo del sitio y los continuos esfuerzos del régimen iraní por obtener armas nucleares. También los aviones de combate de la Fuerza Aérea de Israel, bajo la precisa guía de inteligencia de la Rama de Inteligencia, han completado una serie de ataques contra el complejo de misiles tierra-tierra del régimen iraní. El arsenal de misiles del régimen iraní contiene misiles con un alcance de miles de kilómetros. Dejar estos misiles en manos del régimen iraní representaba un peligro para la región. Durante el ataque, el régimen iraní lanzó cientos de misiles tierra-tierra contra territorio israelí, siendo neutralizados casi todos. Israel también informo que su Fuerza Aérea continúa operando para interceptar vehículos aéreos no tripulados lanzados desde Irán hacia objetivos en Israel. Los ataques destruyeron decenas de lanzadores, bases de almacenamiento de misiles tierra-tierra y otras instalaciones militares. En una de las bases atacadas en el oeste de Irán, se instaló un mecanismo de lanzamiento único dentro de contenedores. También se ha confirmado que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el comandante del CGRI y el comandante del Comando de Emergencia de Irán fueron eliminados en los ataques israelíes en todo Irán Al momento los ataques israelíes continúan sin mucha resistencia por parte de las defensas aéreas iraníes, aunque existen informes no confirmados de aviones de combate iraníes en vuelo.
READ MOREMedios especializados de Alemania confirmaron que la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán (IRIAF) recibió avanzados aviones multifunción de fabricación rusa Sukhoi Su-35SE, Según Flugrevue, la entrega tuvo lugar durante una ceremonia privada en la Planta de Aeronaves de Komsomolsk-on-Amur (KnAAPO) el pasado 18 de noviembre de 2024. Aunque en informes iniciales se esperaba que los Su-35SE reemplazaran a los antiguos F-14A Tomcat en Isfahán, el pedido total de la IRIAF ha sido ampliado de 25 a 50 unidades, lo que sugiere un rol más amplio para estos cazas en la fuerza aérea iraní. Un mayor número de cazas Su-35SE apunta a una posible sustitución de los obsoletos McDonnell Douglas F-4E Phantom II, que actualmente operan en el 31.º Escuadrón de Cazas Tácticos con base en Hamadan. Esto subraya la urgente necesidad de Irán de incorporar aviones de combate de nueva generación para reforzar su capacidad militar. La instalación subterránea conocida como Eagle-44, inaugurada en febrero de 2023, podría jugar un papel clave en el despliegue de estos aviones. Esta base, una de las varias construidas por Irán, está diseñada para proteger a su fuerza aérea de posibles ataques y garantizar la supervivencia operativa en condiciones difíciles. Situada en una ubicación estratégica no revelada, Eagle-44 está equipada con hangares fortificados, instalaciones de mantenimiento y áreas de almacenamiento protegidas en cadenas montañosas, minimizando la exposición a vigilancia satelital y ataques aéreos. Las imágenes difundidas por medios iraníes muestran su capacidad para albergar aviones avanzados, así como sistemas de misiles. Tras su llegada a Irán los componentes de los Su-35SE serán ensamblados por equipos especializados, que se encargarán de conectar los sistemas críticos, calibrar la aviónica y verificar los componentes mecánicos y electrónicos. Estas tareas son fundamentales para garantizar la preparación operativa de las aeronaves. Una vez ensamblados, los aviones serán sometidos a pruebas exhaustivas en tierra, evaluando los motores, controles de vuelo e integración de armas. Posteriormente, se llevarán a cabo vuelos de prueba para que los pilotos de la IRIAF se familiaricen con las capacidades del Su-35SE. Entre los retos que enfrentara Irán, además de formar a su personal, será el de establecer una cadena de suministro confiable de piezas de repuesto para los Su-35SE, ya que cualquier obstáculo podría comprometer la operación de los cazas ya que sus avanzados sistemas de radar y aviónica, así como el mantenimiento de estos cazas requerirá un alto nivel de competencia técnica. La adquisición de los cazas Sukhoi Su-35SE por parte de Irán ha sido resultado de complejas negociaciones geopolíticas, obstáculos técnicos y prioridades estratégicas cambiantes. Las conversaciones sobre esta compra comenzaron a principios de los años 2000, pero no tomaron impulso real hasta que el embargo de armas de la ONU contra Irán fue levantado en octubre de 2020, bajo la Resolución 2231. Para 2023, se confirmó un pedido inicial de 25 unidades, aunque los plazos de entrega permanecían inciertos debido a las limitaciones de producción en Sukhoi y las dificultades logísticas de transferir tecnología militar avanzada a un país bajo sanciones. Informes posteriores en 2024 señalaron que el pedido se había ampliado a 50 aviones, reflejando la intención de Irán de integrar plenamente el Su-35SE en su doctrina estratégica. No obstante, los retos técnicos, como la falta de infraestructura y experiencia con esta plataforma, requirieron asistencia directa de Rusia para preparar la incorporación del avión a la fuerza aérea iraní. El Sukhoi Su-35SE, una variante de exportación del Su-35, es un caza multifunción de “generación 4++” derivado del Su-27 Flanker. Este avión incorpora tecnologías avanzadas, cerrando la brecha entre aviones de cuarta generación como el Su-30 y los de quinta generación como el Su-57. Entre sus características más destacadas se encuentra el radar N035 Irbis-E, que puede rastrear hasta 30 objetivos simultáneamente a distancias superiores a los 400 kilómetros. Además, cuenta con motores de vectorización de empuje que le otorgan maniobrabilidad excepcional, permitiendo maniobras avanzadas. Para Irán, la adquisición de este moderno caza representa no solo un paso hacia la modernización de su envejecida flota, sino también una oportunidad para proyectar poder en una región donde la superioridad aérea sigue siendo clave en las estrategias militares.
READ MOREInformes recientes señalan que podría existir un acuerdo entre Irán y Rusia para la fabricación de aviones de combate Su-35 en territorio iraní. Si el acuerdo prospera Irán podrá producir entre 48 y 72 aviones avanzados, marcando un avance significativo en su capacidad aérea. Hay varias razones posibles que explican el retraso en la entrega de aviones de combate Su-35 a Irán por parte de Rusia, a pesar de los informes sobre un acuerdo finalizado que involucra aviones originalmente destinados a Egipto. En primer lugar, podrían estar en juego desafíos logísticos y geopolíticos. Rusia ha estado muy involucrada en la invasión a Ucrania, lo que ha puesto a prueba sus recursos militares y capacidades de fabricación. Esto podría limitar la disponibilidad de piezas de repuesto o la capacidad de transferir equipos avanzados como los aviones Su-35 a compradores extranjeros como Irán. Apenas en septiembre de 2023, Irán adquirió aviones de entrenamiento de combate Yak-130 de Rusia, el primer suministro de nuevos aviones de combate que recibe desde la década de 1990. Funcionarios iraníes han insinuado que la llegada de los Su-35 es inminente, y algunos miembros de la Fuerza Aérea iraní han iniciado su entrenamiento en este avión desde 2022. Imágenes de una nueva base aérea fortificada, denominada Eagle 44, tomadas en febrero de 2023, sugiere que esta instalación está preparada para albergar los cazas en el momento de su entrega. Este avance en la infraestructura militar resalta la importancia de la modernización de las capacidades aéreas de Irán. La compra del Su-35 por parte de Irán implica más que simplemente adquirir armamento avanzado; también podría consolidar una alianza más profunda con Rusia. Irán ha emergido como un proveedor importante de drones para Rusia, lo que resulta valioso para continuar la Invasion en Ucrania. El Su-35 ha demostrado ser efectivo en el teatro de guerra en Ucrania, donde ha desempeñado un papel esencial en el combate aire-aire. En los primeros días de la guerra, se reportó que un Su-35 derribó varios aviones ucranianos, lo que evidencia su capacidad de combate superior en comparación con otras aeronaves. Pero hoy en día, la entrega de los Su-35 aún está en suspenso. Algunos analistas creen que el interés de Teherán de producirlos bajo licencia podría ser un factor que explique el atraso. Un acuerdo de esta naturaleza permitiría a Irán reducir su dependencia del soporte ruso y mitigar los problemas logísticos asociados. La posibilidad de llevar a cabo la producción bajo licencia del Su-35 en Irán enfrenta importantes retos económicos y técnicos. Aunque un acuerdo de este tipo podría brindar a Teherán mayor control sobre el mantenimiento y la producción, los altos costos y las complicaciones técnicas necesarias para establecer una línea de producción nacional podrían ser obstáculos significativos. Además, la falta de experiencia previa en la producción de aeronaves avanzadas puede complicar aún más el proceso. La implementación exitosa de una línea de producción requeriría una inversión considerable y un soporte técnico robusto, lo que podría no ser factible en el corto plazo. Las perspectivas de que Irán produzca el Su-35 en su territorio son inciertas, dadas las múltiples variables que afectan esta situación. La combinación de desafíos logísticos, técnicos y económicos hará que el futuro de este acuerdo sea complejo y difícil de prever. A diferencia de Rusia, donde los modelos Su-35 y Su-30 se producen en instalaciones distintas, Irán tendría que desarrollar nuevas instalaciones de producción o adaptar su infraestructura existente. Este esfuerzo podría eliminar la ventaja de obtener un mejor costo por el avión. La experiencia de India con el avión Su-30 revela que los costos de producción bajo licencia son prácticamente el doble de los costos de importación, incluso con un alto volumen de producción. En este sentido, Irán produciría una cantidad mucho más reducida, entre 48 y 72 aviones, lo que podría duplicar el precio unitario en comparación con importaciones directas. Estos factores generan serias dudas sobre la viabilidad financiera de un acuerdo de producción de tiradas limitadas para el sector de defensa de Irán a largo plazo. Otro problema significativo es la presión logística de producir tanto el Su-35 como el Su-30, lo que podría complicar aún más la iniciativa. Irán ha llevado a cabo el mantenimiento localizado de sus aviones de combate, incluidos los F-4, F-5 y F-14 de fabricación estadounidense, así como modelos de la era soviética como el Su-22, el Su-24 y el MiG-29. Los avances recientes en impresión 3D podrían facilitar la producción de componentes clave, reduciendo costos y aumentando la autosuficiencia de Teherán. En el futuro, Irán se enfrentará a diversas consideraciones estratégicas. Aunque el Su-35 ha demostrado ser eficaz en combate, su aviónica está cada vez más desactualizada en comparación con aeronaves más modernas como el Su-57 ruso o los últimos modelos de Estados Unidos y China. De continuar los retrasos, Irán podría encontrarse con un caza envejecido al momento de recibirlo. Este escenario probablemente disminuiría el entusiasmo de Teherán por un proceso prolongado que no se alinea con sus necesidades de defensa actuales. Los posibles retrasos en la producción podrían llevar a una desventaja significativa para Irán, especialmente en un entorno donde la superioridad aérea es crucial. A medida que otros países continúan modernizando sus flotas, el tiempo se convierte en un factor crítico para la eficacia de su nueva adquisición.
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