• Parada aérea militar 2018, la más grande hasta ahora

    Parada aérea militar 2018, la más grande hasta ahora0

    Por: José Antonio Quevedo C. Como una parte importante de las celebraciones, para conmemorar el 208 aniversario del inicio del Movimiento de Independencia de México, las fuerzas armadas mexicanas prepararon una gran parada aérea, convirtiéndose en la más grande realizada hasta la fecha, mucho mayor a la realizada por el entonces Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) Alfonso Cruz Rivera, que el 16 de septiembre de 1958,  logro poner en el aire, 140 aviones. En el contingente aéreo 2018, participaron 162 aeronaves, de ala fija la Fuerza Aérea Mexicana presentó 90 aviones entre los que se incluyen los interceptores Northrop F-5E, los aviones tácticos T-6C+ y PC-7, los aviones de enlace KA 350i, los transportes medios Airbus Military C-295M y W, C-27J y transporte pesado C-130Mk-3 además de aviones Boeing 737-800. También sobrevolaran 48 helicópteros entre los que estuvieron los Airbus Helicopters HM-225M, Sikorsky UH-60M, Mi-17, Bell 412, MD-530F, Bell 407GX, Bell 206 y Bell 412. La aviación naval participó con 12 aviones como los T-6C+, los KA-350i y los C-295M, además de 12 helicópteros UH-60M, MI-17 y Phanter. Aunque pudiera parecer trivial participar en  un desfile en realidad no lo es, al contrario da muestra de las capacidades y organización del instituto armado, lo que le permite planear complejas misiones combinadas entre sus distintos componentes de aire mar y tierra y como ejemplo la operación para apoyar a las víctimas de los sismos el año pasado que permitió llevar la ayuda a los lugares donde era urgente. Para finalizar los actos conmemorativos a la independencia mexicana, todos los agrupamientos convergieron sobre el Zócalo de la Ciudad de México en dirección sur norte, así que fue todo un espectáculo el observar en un solo momento a todos los contingentes pasando a distintas velocidades, alturas y distancias entre ellos. Aunque para ser sinceros la marca de más aviones solo de la Fuerza Aérea Mexicana en el aire durante un desfile militar sigue intacta desde 1958. Aunque este año se  acerco bastante al operar 138 aeronaves, entre aviones y helicópteros, el 16 de septiembre de 1958, Adolfo Ruíz Cortines presenciaría su último desfile militar como Presidente de México. La Parada Aérea de ese año inicio sobre el Zócalo, con el estruendo de un escuadrón conformado por seis aviones de reciente adquisición T-28A “Trojan” realizando un vuelo rasante a máxima velocidad, seguido del Escuadrón Aéreo de Transportes conformado por 7 aviones C-47 que hacían su aparición a mayor altura y en perfecta formación. Acto seguido, aparecen detrás de los C-47 dos Escuadrones de AT-11“Beechcraft” conformados por 21 aviones, cuando al mismo tiempo y por debajo de ellos apareció una Escuadrilla de aviones AT-6 “North American” en vuelo rasante y a máxima velocidad. El cuerpo de la formación estaba conformado por diversos Escuadrones volando en Escuadrilla. 62 aviones AT-6 “North American” recién recuperados hacían su aparición realizando diversas formaciones. Finalmente, cerrando la brillante exhibición, hicieron su aparición dos aviones “Thunderbolt” P-47 pertenecientes al glorioso Escuadrón de Pelea 201. Después de la última pasada sobre el Zócalo, para culminar el espectáculo aéreo; otra exhibición sin precedentes: 33 aviones AT-6 ¨North American¨ formando las siglas de la F.A.M. llamando la atención de los presentes, dicha formación no se ha vuelto a repetir desde 1958.   Esto fue posible por el plan de recuperación de material aéreo que llevo a cabo el General de Brigada P.A. Alfonso Cruz Rivera como comandante de la Fuerza Aérea Mexicana de 1955 a 1959, donde se recuperan  57 aviones que ya habían sido dados de baja. En total participaron 140 aviones de diferentes tipos que estaban en servicio. Después del contingente del 2018, el tercer contingente más numeroso se realizo en 2010, para celebrar el Bicentenario de la Independencia de México, cuando voló una fuerza combinada de la FAM y la Aviación de la Armada de México (AARM) de 114 aeronaves. En el 2015, como una parte importante de las celebraciones, por los 100 años de la Fuerza Aérea Mexicana se  preparó una parada aérea acorde con la ocasión, seria la parada aérea más grande, Desafortunadamente hay variables que no se pueden controlar como el clima que jugó un papel adverso, durante la parada aérea, frustrando el paso de los contingentes de ala fija, hace ya un par de años que la participación de la FAM se ha complicado durante esa fecha, en el 2011, se intento realizar el paso de los contingentes pero la mala visibilidad y la turbulencia lo evitaron, ese día al realizar su pase en dirección oeste-este el contingente de turborreactores 727, sufrió las consecuencias de la turbulencia, teniendo uno de sus componentes que romper la formación, así que la vistosa formación de tres aeronaves, se redujo a solo dos aviones y una sola pasada.  Así que la espectacular demostración aérea, con 158 aeronaves preparada por  la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y la Aviación de la Armada de México (AARM), para conmemorar el 205 aniversario del inicio de la Independencia de México y los 100 años de la FAM, no se pudo realizar en su totalidad. En el 2014, en esa misma fecha los litorales mexicanos fueron afectados por tormentas tropicales y ciclones, lo que obligo a que las flotas de transporte, compuestas por los aviones C-295M, C-27J y C-130, se dirigieran a la Península de Baja California para apoyar en las tareas de apoyo a la población civil por los efectos del Huracán, desde el mismo día 15 en la noche por lo que no pudieron estar presentes en la parada aérea, misma que se tuvo que efectuar solo con helicópteros, aviones PC-7, T-6C y F-5E/F.  En el 2017, una semana antes del desfile un terremoto de magnitud 8.2 devasto muchas ciudades y pueblos en el sureste  de México, así que las fuerzas armadas montaron una gran operación militar  para auxiliar a las personas de Chiapas y Oaxaca, trasladando equipos, personas y aeronaves a esas zonas. Es así que dada la emergencia se realizó una parada militar reducida en equipos y personal  siendo el

    READ MORE
  • Volar sobre la Ciudad de México

    Volar sobre la Ciudad de México0

    Por: Ihuitl Maldonado Gastelum Contar con la oportunidad de volar en un desfile aéreo es un privilegio, independientemente de la experiencia en sí, también permite observar en primera línea el desempeño de la Fuerza Aérea Mexicana y de la Aviación de Marina durante los preparativos que una operación de este tipo representa y el cómo se lleva a cabo.  Amigos lectores, en esta ocasión he decidido cambiar un poco el artículo que tradicionalmente les presento sobre la parada aérea del 16 de septiembre, de manera usual les he reportado desde un punto de vista más… digamos técnico, comento en que aeronave volamos, los elementos que componen el contingente aéreo, los escuadrones, etcétera, definitivamente no dejaré de proporcionarles esos datos pues claro que son importantes, sin embargo es mi intención el tratar de transmitirles la experiencia en sí, el que Ustedes, a través de mis líneas puedan saber e imaginar la participación en el evento y con ello entender y disfrutar la labor que como prensa especializada en aviación llevamos a cabo. La labor inicia semanas antes, cuando uno solicita la acreditación ante SEDENA para asistir como prensa a cubrir la parada aérea, para esto ya debe estar acreditado el medio, es decir: el periódico, medio electrónico, revista o canal de televisión en el cual uno colabora y esperar el proceso que concluye con la llamada telefónica en algunas ocasiones o el correo electrónico en otras donde se confirma la acreditación, de allí es estar atento a los diferentes comunicados que emite la sección correspondiente a relaciones públicas donde se invita a los preparativos, vuelos de práctica, ensayo general y por supuesto a la parada aérea del día 16; para este año la cita quedó confirmada a las 5:15 a.m. en el acceso de la Base Aérea No. 1 de Santa Lucía y no en el cuartel general de la FAM como tradicionalmente sucede, por lo que la jornada inició aún más temprano, las 3:00 a.m., a esa hora el despertador me arranco del profundo sueño en que me encontraba con pensamientos aún del grito de Independencia de tan solo hacia unas horas y en el que lo relevante fue la escolta que entregó la bandera al Presidente de México conformada por cadetes femeninos del Colegio del Aire, algo totalmente positivo y que dejaba de manifiesto la participación activa de la mujer dentro de la Fuerza Aérea Mexicana; en fin, presto me alisté para acudir al llamado, verifiqué mis equipos fotográficos, mi libreta de apuntes y salí por mis compañeros de Méxicoaeroespacial: José Antonio y Mariano; en las calles y avenidas aún circulaban personas que iban de regreso de los festejos patrios encontrando a uno que otro pasado de copas, por lo que había que irse con cuidado. Para las 4:20 a.m. ya nos encontrábamos circulando sobre la autopista rumbo a Santa Lucía para arribar a las 5:10 a.m., descubriendo que algunos medios de prensa ya se encontraban en el sitio, estos y aparentemente uno que otro spotter que se había logrado colar; por supuesto el personal militar ya se encontraba listo y procedía a organizar al numeroso grupo que se estaba formando, finalmente a las 5:40 a.m. nos dirigimos a las instalaciones de la Escuela Militar de Tropas Especialistas de la Fuerza Aérea –EMTEFA- para ser sometidos al examen médico pre vuelo, tramite de calificación obligatoria si uno pretendía abordar algún tipo de aeronave, este verifica el que uno se encuentre apto para el vuelo y en buena condición física, desafortunadamente algunos no lo aprobaron con la consiguiente permanencia en tierra; posterior al examen el personal de la Sección Segunda del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, conocido como A-2, realiza la selección de reporteros para cada una de las distintas aeronaves, ya fuesen de ala fija o de ala rotativa, la solicitud la realiza el reportero y queda condicionada al espacio disponible en la unidad; personalmente me gustan los helicópteros, a la fecha he contado con la oportunidad de volar en S-70A24 “Black Hawk”, CH-53 “Stallion”, Bell 407 y HM-225M “Cougar”, el cual pretendía repetir en esta ocasión, desafortunadamente ya no existía disponibilidad por lo que solicite el nuevo UH-60M “Black Hawk” del Escuadrón Aéreo 106, una vez completado el trámite lo conducente era alimentarse, hay que tomar en cuenta que nos encontrábamos activos desde la madrugada y el cuerpo gritaba por alimento, lo recomendable es tomar algo ligero, nunca es conveniente comer de más pues el movimiento durante el vuelo puede conseguir que uno decore los asientos de la aeronave lo cual no es nada agradable y sí muy vergonzoso, tras el desayuno ya habían dado las 9:00 a.m. y nos trasladamos a los distintos hangares en espera de las instrucciones de pilotos y tripulación para el abordaje. Previo a subir a las aeronaves se nos es impartida una plática de seguridad, donde se revisan básicamente los procedimientos en caso de emergencia, en el caso de los helicópteros se indica por donde descender de este y hacia donde caminar evitando el cruce con las palas que podrían seguir girando, que no se puede tocar dentro de la aeronave, así como la asignación del asiento, se explica cómo asegurarse y destrabar los cinturones de seguridad y cómo proceder durante las fases de despegue y aterrizaje; en algunas ocasiones se nos invita al Briefing que es una reunión pre vuelo donde se revisa por última ocasión el patrón de espera y pase, los reportes meteorológicos, ajustes finales de hora de arranque y sobrevuelos sobre la Plaza de la Constitución, una vez concluido las tripulaciones se dirigen a sus aeronaves quedando solamente el esperar la hora de inicio; finalmente y tras una espera en que pude realizar algunas tomas en tierra del personal dando los últimos ajustes a las aeronaves dieron las 10:30 a.m., hora de arranque de motores, abordamos nuestras unidades, nos aseguramos y preparamos nuestros equipos, afortunadamente el “Black Hawk” al que se me asigno solamente nos llevaba a un camarógrafo y a un servidor por lo que

    READ MORE
  • A partir del 2024, los nuevos interceptores mexicanos

    A partir del 2024, los nuevos interceptores mexicanos0

    El portal infodefensa.com dio a conocer que durante su participación en la LVIII Conferencia de Jefes de las Fuerzas Aéreas Americanas (CONJEFAMER) en Ciudad de Panamá, Panamá, en junio de 2018, el Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), General de División Miguel Enrique Vallín Osuna señalo a  Dialogo, revista del Comando Sur de Estados Unidos, que en  2018, se planea terminar la primera de las tres fases  de modernización esperadas para el Plan 2030. El plan había sido dado a conocer  a través de un documento denominado “Retos y perspectivas, de la Fuerza Aérea Mexicana en el siglo XXI” se cuenta con una perspectiva para el año 2030, que indica cual es la visión de esta arma al futuro:  Contar con una fuerza armada polivalente, ligera, flexible, de gran movilidad táctica y estratégica, con capacidad de respuesta, sólida moral, espíritu de cuerpo, principios disciplinarios y arraigada vocación de servicio, dotada de recursos humanos, tecnológicos e informáticos de alta calidad, acordes a la potencialidad del país, que pueda hacer frente en diversos ambientes, a amenazas externas e internas, que pongan en riesgo la consecución y/o mantenimiento de los objetivos nacionales. La Fuerza Aérea Mexicana (FAM)  como un elemento básico del poder militar nacional, debe estar dotada con tecnología de punta, desde el armamento individual hasta aeronaves de alto rendimiento, acordes con los adelantos tecnológicos de hoy en día, que brinden a esta fuerza una fisonomía e identidad propia y que a la vez la distinga de las otras dos fuerzas armadas mexicanas. El adquirir material de vuelo con tecnología de punta, corno aviones interceptores y turbohélices multipropósito, para la configuración y desarrollo de un sistema de defensa aérea, así como aviones de transporte ligero y pesado, helicópteros para las operaciones aéreas en apoyo a la población civil en sus diversas vertientes; todo esto a la par de la construcción de las instalaciones para su operación adecuada, contribuyen al fortalecimiento de esta fuerza armada. El proceso de modernización de la flota de aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana trajo consigo cambios en el adiestramiento debido a la adquisición de las mismas, las cuales están equipadas con tecnología de última generación que aumenta las capacidades de operación de las unidades de vuelo.  La idea básica es construir una organización con fuertes capacidades de respuesta estratégica e inmediata, así como movilidad táctica. Con ese fin, la FAM está impulsando la capacitación de su personal, modernizando su flota e infraestructura aérea e implementando estrategias para defender adecuadamente la integridad nacional, la independencia y la soberanía. Es así que el ahora denominado “Plan 2030” consta de tres fases con tres componentes. El primer componente es reestructurar el personal de la fuerza aérea, como por ejemplo aumentando el número de mujeres en unidades e instituciones militares. El segundo componente  involucra equipos para modernizar la flota aérea, y el tercero tiene que ver con la infraestructura. Cada fase del plan abarca seis años siendo la primera del 2012 a 2018, la segunda del 2018 al 2024 y la tercera del 2024 al 2030. En la primera fase que termina en el 2018, se han incorporado los siguientes equipos: Ala Fija 25 aviones Grob G-120 TP para adiestramiento en la Escuela Militar de Aviación 2 aviones  Airbus Military C-295W  de transporte medio 1 avión Challenger 605 también para transporte 3 aviones  Boeing 737-800 para transporte pesado 42 aviones multipropósito T-6C+ 6  aviones King Air 350ER Ala Rotativa 7 helicópteros Augusta A-109SP, para reforzar las capacidades de transporte 15 helicópteros Bell 407GX multipropósito 18  helicópteros UH-60M  multipropósito 6 Helicópteros Airbus Military HM-225M El plan 2030 deberá entrar en el 2019 en una segunda fase que se extenderá hasta el 2024, de acuerdo con información difundida se pretende incorporar para ese periodo los siguientes equipos: 24 helicópteros tácticos 24 helicópteros de transporte 12 helicópteros multipropósito 30 aviones T-6C+. 7 aviones de transporte medio 3 aviones de transporte pesado 4 aviones jet de transporte En la tercera fase que se realizara del  2024 al 2030 es la última parte del plan y reserva lo mejor para el final con la incorporación del siguiente material de vuelo. 24 aviones interceptores. 3 aviones King Air  350ER  con sensores de vigilancia. 3 plataformas aéreas con radar. La adquisición de aeronaves será para sustituir paulatinamente el material de vuelo con más años de servicio, sin que se tenga la certeza de que después del año 2030 se continúe con la renovación de material de vuelo. En relación al tipo de material de vuelo y nacionalidad del mismo, se estima que dentro de los próximos años se continuará dependiendo de las empresas extranjeras para mantener la operatividad de las aeronaves. No se contempla aumentar la cantidad de aeronaves, toda vez que el objeto es la sustitución de material de vuelo por otro con nuevas tecnologías. Puedes ver esta información en vídeo:    

    READ MORE
  • Nueva Base Aérea Militar en Querétaro

    Nueva Base Aérea Militar en Querétaro0

    Es un hecho la construcción de una base militar de la Fuerza Aérea Mexicana en la parte sur del Aeropuerto Intercontinental de Querétaro (AIQ), donde comenzaría a operar en los siguientes años. Por otra parte la  Base Aérea de Santa Lucía es una instalación estratégica que debe conservar su uso militar, consideró la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), sin embargo, la institución está abierta a realizar cambios en beneficio del país en caso de que se determine modificar la construcción del nuevo aeropuerto. La Base Aérea militar de Santa Lucía se estableció en 1952 en el lugar que actualmente ocupa, siendo presidente de la República, Miguel Alemán Valdés. En esa ocasión estuvo acompañado por el Coronel Antonio Cárdenas Rodríguez, que es un pionero de la Fuerza Aérea Mexicana. La base cuenta con diversas instalaciones que albergan unidades militares, tanto de la Fuerza Aérea como del Ejército. Las  unidades propias de la Fuerza Aérea son la comandancia y la Región Aérea del Centro. Ahí operan dos alas, una de reconocimiento y transporte y otra de combate. También cuenta con dos grupos aéreos y diversos escuadrones de vuelo. Entre las instalaciones de unidades del Ejército, se encuentran  un batallón de materiales de guerra, planteles militares y una brigada de Policía Militar. Cuenta con mil 55 habitaciones o casas habitación, departamentos, donde habita personal militar y derechohabientes. También existe el Museo Militar de Aviación y diariamente asiste un gran número de personas que tiene interés en conocer el museo  que presenta como  evolucionado la Fuerza Aérea Mexicana. La base, es importante porque está en el corazón estratégico del país, y ahí se llevan a cabo el grueso de las operaciones cuando se aplica el Plan DN-III. De ahí es donde sale y donde se controla el grueso de las operaciones que tenemos que hacer en apoyo de toda la población civil. Asimismo, cuando México envía  ayuda humanitaria a otros países, en la Base Aérea número 1 se concentra y de ahí sale la ayuda. Actualmente hay estudios, que señalan que la base debe continuar abierta, porque está considerado que ahí estaría operando el material de vuelo, de ala rotativa ya que la FAM concentra una importante número helicópteros para las más diversas tareas. La base militar de la Fuerza Aérea Mexicana en el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro comenzaría a operar en los siguientes años. Con una extensión de 66 hectáreas, las instalaciones, proyectadas, contarán con una pista de aterrizaje ajena a la zona comercial, además de contar con áreas de adiestramiento y mantenimiento. El proyecto corre a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional y los gobiernos locales solo proporcionarán los terrenos, donde la base comenzaría a operar conforme se construya el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. El monto inicial de inversión es de 85 millones de pesos (4,7 millones de dólares) que se destinará a la ampliación de la terminal aérea, la compra de reserva territorial y la construcción de una nueva vialidad que permita el acceso a la base militar. Además, se reservarán diez hectáreas adicionales para la construcción de viviendas donde se podrían albergar hasta 10.000 militares. El Aeropuerto Intercontinental de Querétaro se convirtió en un punto estratégico para la Fuerza Aérea debió a su cercanía con la Ciudad de México (a 217 kilómetros aproximadamente). Asimismo, su ubicación en la parte central del país, facilita el traslado hacia cualquier punto de la geografía mexicana. Es importante mencionar que para el levantamiento de las nuevas instalaciones se trabaja en colaboración con la Universidad Nacional Aeronáutica en Querétaro (UNAQ) que, a través del Parque Aeroespacial, el primer cluster de este sector en México, ofrecen infraestructura, mano de obra y capacitación profesional. El Parque Aeroespacial, que agrupa a las empresas del sector, es la matriz de operaciones de la corporación canadiense Bombardier Aerospace, de la multinacional francesa Grupo Safran o ITP. Querétaro cuenta con  alrededor de 50 empresas del sector aeronáutico. La variable principal para la construcción de esta nueva base aérea es la apertura del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, (NAICM) debido a que la base aérea de Santa Lucía interfiere con los radios de aproximación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.  La pista de Santa Lucía no podrá operar al 100 % debido a la nueva orientación de las pistas N-S en el proyecto del nuevo aeropuerto, lo que da como resultado un  reducido cono de aproximación al nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Con excepción de los helicópteros, casi la totalidad de las operaciones se estarían mudando al AIQ en un lapso de algunos años, sin embargo, el avance será conforme comiencen a operar en Querétaro, las áreas que actualmente están en la base de Santa Lucía. Por lo tanto en unos años mas las operaciones de aviones de ala Fija en su mayor parte del Ala de Transporte y Reconocimiento, esto es los transportes como los C-130, los Boeing 737-800, los C-27J y los C-295M y W, los Embraer ERJ-145 y los sucesores de los F-5E/F en el Escuadrón 401, volaran y  realizaran sus operaciones desde Querétaro. Es así, que es probable que la BAM N° 1, una vez que comience a operar la nueva base, se convierta en un lugar para operar casi exclusivamente  helicópteros lo cual también es conveniente ya que de acuerdo a los planes y programas se planea incorporar un número importante de helicópteros en los siguientes años, convirtiendo a esa base en hogar de varios escuadrones de ala rotativa. La base Militar de Santa Lucía deberá de ser trasladada antes de la apertura del nuevo aeropuerto, señala el Análisis Costo-Beneficio del proyecto, entregado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a la SHCP para solicitar recursos presupuestarios para 2015. El documento señala que, para la elaboración de los estudios de aeronavegabilidad del NAICM, se tomó en cuenta la existencia de otros aeródromos en la región, como esta base aérea y el propio Aeropuerto Internacional de Toluca, con el objetivo de evitar conflictos. Y es que, de acuerdo con el propio

    READ MORE
  • El Legado del Escuadrón 201; parte II

    El Legado del Escuadrón 201; parte II0

    Por: Santiago A Flores Sobre el Legado del Escuadrón Aéreo de Pelea 201 de la Fuerza Aérea Mexicana, este forma parte de una época de la Fuerza Aérea Mexicana, que no ha sido debidamente difundida. El público conoce esta historia a raíz  de que submarinos alemanes atacaron y hundieron barcos mexicanos, a los que México reaccionó declarando el estado de guerra contra las naciones del Eje (Japón. Alemania y Italia) enviando posteriormente al  Escuadrón Aéreo 201, al teatro de operaciones del Pacifico para ayudar en la liberación de las Islas Filipinas. Pero hay más historia detrás, primero la política exterior mexicana ya había tenido choques con la política exterior de las naciones del eje desde 1930,  incluyendo la participación de México en la guerra civil española. Segundo existía una guerra de propaganda espionaje e infiltración en México por parte de las naciones de Eje, tratando de mantener a México fuera del conflicto con una neutralidad a favor de ellos y negar a los Estados Unidos el beneficio de tener a México como aliado.  Tercero; México ya había sido víctima de la incautación de barcos petroleros que necesitaba, para poder vender y mover su producto petrolero, que se consideraba crítico para seguir pagando la deudas de la expropiación petrolera de 1938. Cuarto para cuando México declara el estado de guerra, voluntarios mexicanos y de descendencia europea se estaban enlistando en las fuerza armadas de esos países para pelear.  Ahora a lo que se refiere a la aviación militar mexicana, esta época fue de una modernización acelerada, donde varios pilotos militares que formarían parte del 201, empezaron sus carreras volando aviones biplanos de propósito general (Vought/Azcarate Corsarios) y ahora se encontraban volando lo último de la tecnología de esa época. (P-47 y P-51). Nos olvidamos a los que se quedaron atrás, los que protegieron las costas mexicanas de los submarinos alemanes y japoneses, ellos fueron los primeros en atacar blancos no identificados, fueron estos pilotos, volando aviones en una función para la que no estaban hechos, volar horas y horas sobre las costas sin contar con  los equipos de sobrevivencia si caían al mar. Con el programa de Lend Lease, (Préstamo y Arriendo)  se usaron aviones de entrenamiento avanzado como los AT-6,  como aviones de patrulla en las costas mexicanas. El programa de Préstamo y Arriendo permitió México tener todo tipo de aviones que nunca había tenido, desde  aviones de entrenamiento con un cambio en las doctrinas de entrenamiento de la Escuela Militar de Aviación, hasta los aviones bimotores de transporte y reconocimiento. A partir de ahí inicia la colaboración y el entrenamiento del personal de la aviación militar mexicana  en varias instalaciones norteamericanas, hasta hubo un escuadrón de bombardeo en picada (Grupo Aéreo Mexicano) en la base aeronaval de North Island San Diego, recibiendo entrenamiento y ayudando a entrenar a los escuadrones aeronavales que partieron a la zona del conflicto.  También en esta época se ven cambios muy importantes, desapareciendo los regimientos aéreos remplazados por los grupos de escuadrones aéreos, en 1943 el Departamento de Aeronáutica y se convierte en una arma y después en la Fuerza Aérea Mexicana en 1944 y en ese mismo año se forma el Grupo de perfeccionamiento de Aeronáutica (GPA) que inicia su adiestramiento en bases norteamericanas, para consolidar  un escuadrón aéreo tipo norteamericano con todo sus diferentes secciones desde el cartero hasta el piloto.  También no debemos olvidar el personal del Grupo de Reemplazos de la FAEM que estaban entrenando cuando la guerra termino, mucho siguieron sus carreras en la aviación militar o la civil contribuyendo con sus conocimientos adquiridos. El Legado del Escuadrón Aéreo de Pelea 201 (1942-1945), fue la joya de la corona de la historia de la fuerza aérea, la prueba final, donde los pilotos y personal de la fuerza aérea lograron muchas cosas con sacrificios, demostraron su valor y esa experiencia seria transmitida a las futuras generaciones de personal de la Fuerza Aérea Mexicana. Queremos agradecer a Santiago Flores por su aportación, el está preparando un libro que presentara todos estos aspectos desconocidos de esta época de la historia de la aviación militar, esperando levantar la curiosidad, de la gente para abrir la puerta para que otros aficionados o historiadores continúen investigando mas sobre esta interesante época.

    READ MORE
  • Cuál es el legado del Escuadrón 201?

    Cuál es el legado del Escuadrón 201?0

    Por: José Antonio Quevedo El pasado 2 de mayo se cumplió el “LXXIII Aniversario  del Izamiento del Lábaro Patrio en las Filipinas y Conmemoración  del Fallecimiento de los pilotos  de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, Escuadrón 201 en 1945.” Para lo cual se realizo una sencilla ceremonia en el monumento a la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM) en el bosque de Chapultepec en la Ciudad de México. Con casi todos sus miembros extintos, ya que solo queda un puñado de ellos de avanzada edad, está en las nuevas generaciones tomar la estafeta y preservar y honrar su recuerdo. El legado del Escuadrón 201, está presente en nuestras vidas ya sea por tema de conversación, videos, películas y artículos periodísticos, hasta el pasar por su calles que llevan su nombre, en la CDMX existe una estación de metro “Escuadrón 201”. También había un mal chiste que se contaba cuando estaba en la escuela  primaria en donde en la guerra los soldados que operaban la antiaérea iban derribando aviones de todas nacionalidades, y de pronto paraban y decían…. Ahh ese es mexicano, déjalo se cae solo ¡en clara referencia al 201, a pesar de lo malo y poco patriota del chiste este tenía una gran verdad implícita, México había participado en la gran guerra. Así es México participo en la Segunda Guerra Mundial, el motivo para que México entrara abiertamente a la Segunda Guerra Mundial se presento a las 23:55 horas del 13 de mayo de 1942, cuando frente a las costas de Miami, Florida, el barco tanque petrolero mexicano Potrero del Llano, fue torpedeado y hundido por un submarino. El torpedo hizo impacto en un costado de la nave partiendo el barco en dos; 14 marinos perecieron. Años después se comprobó que el agresor fue un submarino alemán U2. Posteriormente enviaría un escuadrón aéreo, compuesto por 300 mexicanos que se unían a las naciones aliadas en contra del nazismo y sus aliados. Al principio de la guerra, los submarinos alemanes en el Golfo de México y la poderosa flota japonesa en el Pacifico eran una amenaza real para México. Por ejemplo, el plan del Estado Mayor japonés tenía contemplado conquistar el sudeste asiático en cinco meses y lo consiguió solo en tres. Los japoneses podían aprovechar el área más desguarnecida y que hace frontera con Estados Unidos, Baja California, prácticamente despoblada, y a través de la cual podían incursionar al norte; San Diego se había convertido en un centro naval y aéreo de máxima importancia para los norteamericanos. Un ataque contundente a ese puerto hubiera hecho palidecer las pérdidas que sufrieron en Pearl Harbor. De ahí que el presidente Ávila Camacho estableciera como prioridad la defensa de México. Una vez que se organizo la defensa del territorio, se comenzó a pensar en una participación activa en el conflicto. El Presidente Ávila Camacho y su Estado Mayor decidieron que una unidad aérea seria lo mas optimo, podría provocar grandes daños y reducir las pérdidas en vidas de mexicanos en el frente, además mostró a los aliados de las Naciones Unidas la voluntad del país para contribuir decididamente en el esfuerzo bélico y así, al terminar la guerra, México tendría derecho a participar como país victorioso en la construcción de un nuevo orden mundial. Al iniciar 1945 nadie podía conocer cuál sería el desenlace del conflicto, solo se podía suponer que la invasión al Japón sería muy cruenta y costosa en vidas humanas,  así que la unidad desembarcó el 1° de mayo de 1945 y quedó establecida en los fuertes Stotsenburg y Porac, en el campo aéreo Clark, realizando el adiestramiento avanzado de combate en tierra y en vuelo, durante el mes de mayo, los pilotos del Escuadrón 201 recibieron adiestramiento de familiarización en el teatro de operaciones y llevaron a cabo varias misiones de entrenamiento. Sus aviones eran los mejores y más potentes de la época, los P-47D Thunderbolt. Del 4 de junio al 4 de julio de 1945, el Escuadrón 201 condujo 53 misiones de combate apoyando a las fuerzas terrestres aliadas. Participaron activamente en los bombardeos de Luzón y Formosa, hoy Taiwán. De estas misiones, 45 fueron efectivas, con un alto porcentaje de impactos en el área del blanco, sumando un total de 1,290 horas de vuelo. Las operaciones del Escuadrón Aéreo 201 fueron en su  mayoría misiones de apoyo a fuerzas de tierra a bordo de aviones “Thunderbolt”, aunque también realizaron algunas misiones de barrido aéreo, de interdicción y de escolta de convoy naval. La unidad también voló misiones de adiestramiento y traslado de aeronaves en zona de combate. No se realizaron combates aéreos, porque simplemente la superioridad aérea estaba ganada en la zona. Los esfuerzos  del Escuadrón 201 se vieron interrumpidos por el lanzamiento de las dos bombas atómicas los días 6 y 9 de agosto de 1945. Para algunos de sus miembros, como Genaro Romero, fue motivo de alegría, pues el día de regresar sano y salvo a casa se acercaba; en cambio para el general Julio Cal y Mayor las bombas atómicas minimizaron los logros mexicanos en el frente oriental. Los aviadores mexicanos que dieron su vida por México en esta empresa fueron: el Subteniente Piloto Aviador Fausto Vega Santander (1° de junio de 1945); el Teniente Piloto Aviador José Espinoza Fuentes (5 de junio de 1945); el Teniente Piloto Aviador Héctor Espinoza Galván (19 de julio de 1945); el Subteniente Piloto Aviador Mario López Portillo (21 de julio de 1945); el Capitán Piloto Aviador Pablo Rivas Martínez (6 de agosto de 1945). El 26 de agosto de 1945, el Escuadrón 201 efectuó su última misión. Después de combatir valerosamente, el Escuadrón 201 fue trasladado en reserva a Okinawa. El Escuadrón 201 contribuyo a darle lustre a la aviación militar mexicana, y la actuación de su personal en las Filipinas fue seguida con admiración en todo el país. Hasta la fecha el Escuadrón 201, Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, ha sido  la única unidad militar mexicana en participar en un conflicto fuera de México.  

    READ MORE