• La llegada del Boeing 787 de la Fuerza Aérea Mexicana en imágenes

    La llegada del Boeing 787 de la Fuerza Aérea Mexicana en imágenes0

    El avión presidencial “TP-01 José María Morelos y Pavón” un Boeing 787-8 aterrizó la tarde de este miércoles 22 de julio en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). El avión presidencial estuvo 19 meses en Estados Unidos, tiempo en el que recibió mantenimiento y propuestas de compra, sin que a la fecha se haya concretado ninguna. El Dreamliner  se convirtió en el primer avión de fuselaje ancho en ser operado por la Fuerza Aérea Mexicana, el cual se esperaba operar por lo menos 25 años, sirviendo a las actuales y futuras administraciones federales para transportar al Presidente de la República, funcionarios y equipo de apoyo. Imágenes Gobierno de México

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  • El vuelo más largo de la aviación mexicana

    El vuelo más largo de la aviación mexicana0

    En medio de la pandemia  de Covid 19 y con las medidas de confinamiento la aviación mexicana ha enfocado gran parte de sus esfuerzos en trasladar insumos médicos para combatir la pandemia desde China  a México. Esta contingencia ha impactado de manera importante a muchos sectores y la  industria de la aviación no ha sido la excepción, sin embargo, el transporte aéreo se ha convertido en una herramienta vital a nivel mundial para el traslado de material médico y alimentos esenciales, entre otros productos básicos. En medio de los vuelos humanitarios que ha realizado Grupo Aeroméxico a lo largo de esta jornada, alcanzó un hito tras conectar la Ciudad china de Shenzhen con Ciudad de México en un vuelo sin escalas (non-stop), de más de 14 mil kilómetros entre ambas terminales. El histórico vuelo se logró gracias a las capacidades del Boeing 787-9 Dreamliner matrícula N183AM, que es parte de su flota de 19 equipos Dreamliner de Aeromexixo La misión comenzó desde el pasado domingo 24 de mayo, cuando el Boeing 787-9 despegó desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con destino a Narita, Japón, donde realizó una escala para continuar a Shenzhen, posteriormente despegó de regreso hacia México con un recorrido de más de 14 mil kilómetros y aterrizó durante la mañana del lunes 25 de mayo, cumpliendo el vuelo AM9011. De acuerdo con la aerolínea, se tendrán más vuelos hacia Shenzhen que, sumados a los realizados a Shanghái, ya cumplieron 100 operaciones exclusivas de carga durante la contingencia humanitaria transportando insumos médicos a 14 países, superando las 1,400 toneladas de carga y 3,600 horas de vuelo. Estos vuelos humanitarios han superado la cifra de 2.7 millones de kilómetros recorridos, lo que equivale a más de 67 vueltas a la tierra. Así, Aeroméxico rompió el récord del vuelo con mayor alcance en su existencia. Además, esta fue la primera vez que la aerolínea conecta a esta ciudad asiática con América Latina en un vuelo directo. Esta operación estuvo destinada a traer insumos médicos para hacer frente a la pandemia del Coronavirus en México. Pero el vuelo más largo realizado por una aeronave mexicana se realizó el 14 de noviembre de 2017, cuando el avión  presidencial el famoso TP-01 un Boeing 787-8 llamado José María Morelos y Pavón voló desde el aeropuerto internacional de Da Nang  en Vietnam a la Ciudad de México, recorriendo 15,085 km en un tiempo de 16 horas y 2 minutos. El Boeing 787-8 de la Fuerza Aérea Mexicana voló a una altitud promedio de 41,000 pies y a una velocidad de 526 kt (nudos) que equivalen a 974 km por hora. Esta es la primera vez que la Fuerza Aérea de México cuenta con una aeronave de gran alcance y capacidad en la figura del Boeing 787-8,  lo que le permite realizar esta clase de vuelos y aun costo menor por el ahorro de combustible.  

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  • Se adiestra tripulación para operar el TP-01

    Se adiestra tripulación para operar el TP-010

    Diversos medios de comunicación están señalando que recientemente una tripulación, comandante y copiloto de la Fuerza Aérea Mexicana se adiestraron para la operación del avión presidencial TP-01 José María Morelos y Pavón, el cual lleva más de un año en  Victorville, California, con una renta que asciende a 60 mil dólares al mes. En ese sentido, el gobierno federal ya gastó, en un año, cerca de 720 mil dólares por resguardar la aeronave aproximadamente 13 millones y medio de pesos. Esto ha causado especulación respecto al futuro del avión, dado que no se ha podido concretar su venta, se prepara su regreso a México? En días pasados otro de los aviones en venta, un Gulfstream, modelo GV-SP G550, con matrícula XC-LOK, con número de registro de la Fuerza Aérea Mexicana  FAM 3916 GLF5, se utilizó en una misión especial para traer a México al ex Presidente de Bolivia, después de su renuncia al cargo. Lo que pasa en realidad es que se necesita continuar con el estatus de vuelo de la aeronave, en el cual el avión debe mantener sus condiciones operativas, por lo que es probable que Boeing como parte de los acuerdos para mantenerlo, solicite que el propietario lo saque de su almacenamiento para revisar sus sistemas, volar un determinado número de horas y regresarlo a preservación en tierra. Desde diciembre de 2018 y hasta hoy, la administración federal ha intentado vender el B787-8 Dreamliner, por medio de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, con un avalúo máximo de dos mil 925 millones de pesos –según la consultora de aviación norteamericana Morten Beyer & Agenew–. Después de más de 130 vuelos dentro y fuera de México en un periodo de dos años y nueve meses, el avión presidencial, realizo el 30 de noviembre de 2018, su último viaje como aeronave oficial al traer de vuelta al presidente Peña Nieto luego de su participación en la Cumbre del G20 en Buenos Aires, Argentina. La aeronave realizó su último viaje en territorio nacional la última semana de noviembre para una gira por los estados de Sonora y Sinaloa. El avión viajó una distancia desde Buenos aires, Argentina hasta la Ciudad de México  de 8,005 Kilómetros en un lapso de 11 horas aproximadamente. El TP-01 tiene el record del vuelo más largo, realizado por una aeronave militar mexicana al volar desde Vietnam a la Ciudad de México volando la distancia de  15.085 km en un tiempo de 16 horas y 02 minutos. El avión José María Morelos y Pavón llevo al presidente de México, al país asiático para participar en la reunión de líderes del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), Esta es la primera vez que la Fuerza Aérea de México cuenta con una aeronave con capacidad intercontinental. Como sabemos la venta del avión presidencial TP-01 fue una de las promesas de campaña del presidente electo. El estudio de viabilidad de la empresa Ascend Flightglobal Consultancy determinó en 2016 que «de venderse la aeronave a una aerolínea comercial, se tendría una pérdida muy significativa respecto del valor de compra. Esto se debe a los costos y tiempos de reconversión interna, así como a la pérdida del equipamiento actual». El consultor estimó que, si se vendiera a alguna aerolínea comercial, su venta podría representar una pérdida de más del 58 por ciento de su costo (128.2 millones de dólares).

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  • La venta del avión presidencial: Un mal negocio

    La venta del avión presidencial: Un mal negocio0

    En seis meses los mexicanos hemos pagado más de 240 millones de pesos por no utilizar el avión presidencial ya que se han pagado 235 millones 525 mil pesos para pagar el costo del arrendamiento del avión a Banobras y 7 millones 200 mil pesos por tenerlo estacionado fuera del país ya que lleva 190 días parado en un hangar en Victorville en  California, Estados Unidos, sin avanzar en su venta. Cada mes el Gobierno federal debe pagar a la empresa Boeing alrededor de 60 mil dólares –un millón 200 mil pesos– por la renta del hangar en Victorville, además de los servicios especiales por mantenimiento, y otros 34 millones de pesos por la deuda que tiene con Banobras por la compra de la aeronave. Además el  hangar presidencial ubicado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuya construcción costó casi mil millones de pesos, está en desuso. El avión presidencial está oficialmente en venta desde que Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia, aunque al momento no se ha podido concretar su venta. En abril pasado, el Presidente de México afirmó que existían 14 interesados en la compra, pero la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) no ha informado cuántos se inscribieron en el proceso, el cual cerró el 3 de mayo. El 1 de mayo, esa oficina de la ONU contrató a la empresa Morten Beyer & Agnew para hacer un nuevo avalúo, el cual costó al erario 9 mil 259 dólares (185 mil 180 pesos). En 2012, Banobras compró a Boeing el avión en 2 mil 952 millones de pesos, y se lo vendió a la Secretaría de la Defensa Nacional en unos 5 mil 213 millones de pesos a un plazo de 15 años. Por su parte, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, aseguró hace unos meses, en una comparecencia en el Senado, que primero venderán y después pagarán la totalidad de la deuda. El secretario refirió sobre el avión presidencial, durante su comparecencia ante la Comisiones de Comunicaciones y Transportes del Senado de la República que, no habrá recuperación por la venta de esta aeronave, y detalló que con lo que se obtenga sólo se dejará de pagar el pagar el costo del arrendamiento financiero por su adquisición, lo que contradice lo señalado por el Presidente que adelantó que los recursos obtenidos por la venta del avión presidencial, recién valuado por la ONU en 150 millones de dólares, se designarán a la atención de los migrantes.  El avión presidencial es un Boeing 787-8 aunque en este momento el Dreamliner de Boeing ya no es la novedad aeronáutica de hace diez años. Aeroméxico por ejemplo opera diez aeronaves de este tipo. Por supuesto que es un gran avión, moderno y eficiente; pero está lejos de ser el súper avión que algunos medios en México han dicho que es y mucho menos que lujoso, su equipamiento es estándar para las necesidades de un jefe de estado, tal y como lo podemos observar en las fotografías presentadas al momento se partir a California para su posible venta. De hecho, ya es un avión bastante común aunque el de México guarda ciertas diferencias. El avión mexicano no fue un avión nuevo, como también se ha dicho, pocos saben que éste avión es el sexto prototipo que construyó Boeing en el año 2009  y que se usó para certificar la nueva serie de motores y que antes de venderse a México ya tenía 690 horas de vuelo. Es así que a las perdidas por almacenamiento y el arrendamiento de un avión que no se usa hay que sumar  las perdidas por su posible venta ya que en el año 2012 el valor de lista de un Dreamliner 787-8 era de 218 millones de dólares, por lo que con el avalúo de Naciones Unidas, que estableció un mínimo de 150 millones de dólares, su sola venta significaría una pérdida de cerca de 68 millones de dólares. Sin embargo, el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, aseguró que la cifra es de 130 millones de dólares, es decir, 20 millones más de pérdida. Sin embargo esta no es la única degradación del valor del avión, existen dos mercados de aviones, el de aviones de negocios y el de aviones comerciales, las cifras anteriores son las proyectadas en el mercado de negocios, mientras que las cifras para el mercado de pasajeros son aún peores. Hay que considerar que el avión mexicano no era un avión de la línea de producción final cuando se compró (ahora será de tercera mano) y que aparte de haber sido utilizado en pruebas ya tiene uso añadido con México, esto más su configuración lo vuelven indeseable para privados y sobre todo para operadores comerciales, porque no es un modelo estándar, sino un prototipo, debido a que algunos sistemas, sus interiores y exteriores ya han sido modificados a roles VIP y de un modo muy específico, significa que quién asuma el riesgo de comprarlo tiene el terreno alto para negociarle a México barato, aún en el mercado de aviones de negocios y si algún comprador pretende incorporar el avión al servicio de pasajeros o carga, se tendrá que pagar entre 10 a 15 mdd por reacondicionarlo, disminuyendo aún más, el margen que se pueda obtener del avión aparte de los costos asociados a comisiones y transferencias en la industria que van desde medio a un millón de dólares. Es claro que vender éste avión no es un buen negocio y es poco recomendable cuando el impulso político es evitar gastos superfluos y el despilfarro del dinero del pueblo.

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  • El último vuelo del TP-01

    El último vuelo del TP-010

    Amigos de Mexicoaeroespacial  hoy es 30 de noviembre es el último día del sexenio 2012 -2018 y también podría ser el último vuelo del avión presidencial TP-01 José María Morelos y Pavón.  Después de más de 130 vuelos dentro y fuera de México en un periodo de dos años y nueve meses, el avión presidencial, emprendió este viernes 30 de noviembre su último viaje como aeronave oficial al traer de vuelta al presidente Enrique Peña Nieto luego de su participación en la Cumbre del G20 en Buenos Aires, Argentina. La aeronave realizó su último viaje en territorio nacional la última semana de noviembre para una gira por los estados de Sonora y Sinaloa. El avión viajara una distancia desde Buenos aires, Argentina hasta la Ciudad de México  de 8,005 Kilómetros en un lapso de 11 horas aproximadamente. El TP-01 es un Boeing 787-8 Dreamliner, que fue adquirido en 2012, a un costo total de 218 millones de dólares que se pagaron a 13.5 pesos por dólar, dado que también se adquirió una cobertura del tipo de cambio. La SEDENA todavía lo está pagando  a través de un crédito de Banobras hasta el año 2027. Se estima que podrá estar en servicio hasta el año 2040 Para realizar su función de avión presidencial, fue adaptado para transportar solo a 80 pasajeros: 24 de comitiva, 42 de seguridad y medios de comunicación, así como 12 de tripulación y 2 pilotos.  Una de sus principales cualidades es la eficiencia de consumo de combustible, característica más reconocida del Boeing 787, que le permite utilizar un 20% menos de combustible que cualquier otro avión de su tamaño en misiones similares. El  9 de octubre de 2015, aterrizó en la Base Aérea Militar Número 1 en Santa Lucía, el nuevo avión presidencial ahora llamado “José María Morelos y Pavón” como parte de sus vuelos de prueba Para efectos de regulación aeronáutica internacional lleva la matricula civil XC-MEX.  Inició operaciones oficiales el 10 de febrero de 2016, cuando trasladó al mandatario mexicano a Sonora donde conmemoró el Día de la Fuerza Aérea Mexicana, donde fue escoltado por interceptores F-5E/F del Escuadrón Aéreo 401. De los poco más de 130 vuelos realizados, al menos dos decenas de ellos fueron para atender la emergencia por los sismos del 7 y 19 de septiembre del año pasado en entidades como Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Guerrero. Durante estos más de dos años y medio de operaciones, el TP-01 ha aterrizado en la mayoría de los estados del país y en al menos una decena de naciones del mundo: Estados Unidos, Canadá, Chile, Perú, Argentina, Cuba, Guatemala, Colombia en el continente americano. Alemania, España, Dinamarca, Países Bajos, Japón, Israel, China, Francia, Vietnam en Europa y Asia. El TP-01 tiene el record del vuelo más largo, realizado por una aeronave militar mexicana al volar desde Vietnam a la Ciudad de México volando la distancia de  15.085 km en un tiempo de 16 horas y 02 minutos. El avión José María Morelos y Pavón llevo al presidente de México, al país asiático para participar en la reunión de líderes del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), Esta es la primera vez que la Fuerza Aérea de México cuenta con una aeronave con capacidad intercontinental. Como sabemos la venta del avión presidencial TP-01 fue una de las promesas de campaña del presidente electo, pero incluso la administración saliente analizó la viabilidad financiera de esa acción. El estudio de viabilidad de la empresa Ascend Flightglobal Consultancy determinó en 2016 que “de venderse la aeronave a una aerolínea comercial, se tendría una pérdida muy significativa respecto del valor de compra. Esto se debe a los costos y tiempos de reconversión interna, así como a la pérdida del equipamiento actual”. El consultor estima que, si se vendiera a alguna aerolínea comercial, su venta podría representar una pérdida de más del 58 por ciento de su costo (128.2 millones de dólares). La Flota Aérea Presidencial, que habrá de venderse según el presidente electo, se compone por 21 aeronaves, nueve de ellas aviones y los restantes 12 helicópteros. Es así que en los siguientes días, se conocerá el futuro inmediato del TP-01 ya sea que sea vendido o se reintegre a funciones de transporte en la Fuerza Aérea Mexicana Puedes ver nuestro vídeo a continuación:  

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