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  • Metrología: el secreto de la calidad en la manufactura aeroespacial

    Metrología: el secreto de la calidad en la manufactura aeroespacial0

    Cuando el mundo fue testigo del lanzamiento del rover Curiosity a la superficie de Marte, una de las misiones espaciales más ambiciosas y fructíferas de la historia, pocos habrían imaginado que detrás de este destacado logro de la industria aeroespacial, se encontraba una historia de éxito en la que la metrología industrial desempeñó un papel fundamental. Todo comenzó cuando la empresa Andrew Tool, dedicada al diseño, maquinado y producción de piezas de alta precisión para la industria aeroespacial, fue seleccionada por la NASA para fabricar las cajas de engranajes del vehículo explorador, como parte del Mars Rover Project. Aunque, por años, sus CMM (máquinas de medición por coordenadas) habían sido suficientes para sus procesos de fabricación, el proyecto los colocaba ante un nuevo reto, ya que no se habían enfrentado a la producción de componentes con medidas tan complejas, tolerancias estrictas, tratamiento térmico y plazos muy cortos. ¿Te parece familiar? Un sector con desafíos en la fabricación de precisión y tiempos de entrega Si bien es cierto que México se ha posicionado como un actor clave en la industria aeroespacial, siendo fabricantes de productos aeroespaciales casi el 80% de las empresas del sector, ubicando al país como el decimocuarto proveedor a nivel mundial, según Mordor Intelligence; lo cierto es que las  manufactureras enfrentan condiciones cada vez más exigentes debido a la demanda de piezas con tolerancias ajustadas, geometrías complejas y plazos de entrega cortos que están poniendo a prueba su capacidad para adaptarse e innovar. La proximidad de México a Estados Unidos, donde se encuentran algunos de los OEM aeroespaciales más grandes del mundo, así como las capacidades de los fabricantes mexicanos para manufacturar varios componentes, han sido fuertes impulsores para el crecimiento del sector, y con el auge del nearshoring, se espera que la demanda de piezas para la industria aeroespacial crezca de manera constante en los próximos años. Para Martín Quintero, Regional Sales Manager de ZEISS Industrial Quality Solutions (ZEISS IQS), “Este crecimiento presenta una oportunidad valiosa para los manufactureros que pueden suministrar piezas de alta calidad a precios competitivos. Sin embargo, esta oportunidad viene acompañada de desafíos notables relacionados con la calidad, como el cumplimiento de especificaciones estrictas de precisión, además de plazos de entrega reducidos, que demandan a los proveedores adaptarse rápidamente a las nuevas demandas del mercado y estar a la vanguardia en términos de innovación tecnológica”. Al igual que sucedió con Andrew Tool, hoy los fabricantes de componentes para la industria aeroespacial están bajo presión constante para manufacturar piezas de alta precisión, pero al mismo tiempo, reducir sus costos y los tiempos de producción sin comprometer la calidad. ¿Qué hizo Andrew Tool? La empresa necesitaba fabricar actuadores para el Curiosity, cuyo sistema de propulsión y torsión requerían una potencia más robusta, por lo que se necesitaba manufacturar piezas muy precisas con tolerancias estrictas, lo que implicaba la medición de muchos puntos de datos en partes individuales. Estos factores, además de un exigente cronograma y requisitos de certificación AS9100, hizo que Andrew Tool reforzara sus capacidades de CMM para lograr mayor precisión y velocidad. Así fue como decidió confiar en las soluciones de metrología industrial de ZEISS IQS. La CMM ZEISS ACCURA con sensor de escaneo activo VAST XT Gold permitió la medición a alta velocidad, de orificios de piezas profundas y tolerancias muy ajustadas, así como una calibración, aproximación y escaneo aún más rápidos y una precisión mejorada. ZEISS CALYPSO, el software de medición de geometrías fue determinante para exportar la documentación estructurada de los resultados, lo que ayudó a cumplir con los requisitos de la certificación AS9100. El caso de éxito de Andrew Tool es un testimonio de la necesidad de innovación y adaptación de las empresas para cumplir con los requisitos más exigentes a nivel de calidad. Las tecnologías empleadas permitieron alcanzar los altos niveles de precisión y calidad requeridos por el proyecto, demostrando la importancia de contar con herramientas de metrología industrial para responder a las necesidades de la industria aeroespacial.   “La capacidad de medir y verificar con precisión las dimensiones y geometrías de los componentes para la industria aeroespacial, es vital para garantizar el cumplimiento con las especificaciones de diseño y funcionamiento”, señala Martín Quintero. “Las soluciones avanzadas en metrología industrial aseguran la precisión que se requiere, pero también mejoran la eficiencia y la velocidad del proceso de fabricación”. La precisión en la medición es esencial para garantizar que las piezas cumplan con los estrictos requisitos de calidad y seguridad de la industria. La metrología asegura la conformidad con las especificaciones técnicas y permite la optimización de los procesos de producción, reduciendo costos y tiempos de entrega. De acuerdo con el ejecutivo de ZEISS IQS, “tecnologías como la medición tridimensional (3D), la inspección por coordenadas (CMM), y las técnicas de escaneo láser y óptico son esenciales para lograr la exactitud necesaria en la producción de piezas complejas y de alta precisión”. Añadió que las herramientas de metrología industrial permiten a los fabricantes de componentes: Reducir el tiempo de inspección: Las CMM avanzadas pueden realizar mediciones complejas de manera rápida y precisa, reduciendo el tiempo necesario para la inspección de componentes. Aumentar la eficiencia: La metrología optimiza los procesos de fabricación, identificando áreas de mejora y proponiendo soluciones que permiten reducir el tiempo de ciclo, minimizar el desperdicio y aumentar la productividad. Mejorar la calidad del producto: La precisión en la medición asegura que los componentes cumplan con los estándares de calidad requeridos por la industria aeroespacial. Aumentar la competitividad: Al adoptar tecnologías de metrología industrial avanzada, los fabricantes de piezas pueden diferenciarse y posicionarse como proveedores confiables en el mercado aeroespacial. Reducir costos: Al optimizar los procesos y minimizar los defectos, es posible reducir costos significativos en términos de desperdicio, retrabajos y devoluciones. “La evolución constante de la metrología industrial y la integración de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, ofrecen oportunidades adicionales para mejorar la calidad y la eficiencia en la manufactura aeroespacial, de manera que son una herramienta indispensable para que las empresas puedan enfrentar los

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  • Cuando México quería el Kfir C-2 de Ala Delta

    Cuando México quería el Kfir C-2 de Ala Delta0

    Por José Antonio Quevedo A finales del año 1976, fueron descubiertos nuevos yacimientos petrolíferos en los mares mexicanos lo que aumento las reservas petroleras, convirtiendo a México en uno de los mayores productores de crudo en el mundo, por lo que la perspectiva de la Defensa nacional tuvo que ser analizada y adecuada a los nuevos intereses y a los recursos descubiertos. Sobre esta situación México comenzó la modernización de sus Fuerzas Armadas de Aire, Tierra y Mar, reconsiderando las ofertas recibidas y buscando a nivel mundial los recursos más adecuados al nivel de protección que se buscaba. Hacia mediados de 1977 la FAM se inclinaba por dos aeronaves;  el FUGA Magister de diseño francés, que se consideraba óptimo para reemplazar a los aviones T-28 con el que estaban dotados los tres Grupos Aéreos ubicados en el interior de México y el Escuadrón del 1er Grupo Aéreo que se encontraba en Zapopan y el caza supersónico Kfir C-2 de fabricación israelí, ideal para reactivar el Escuadrón Aéreo 200 del Séptimo Grupo Aéreo Jet de Pelea con el cual se podrían resolver muchos problemas de índole militar, así como dar un  gran salto tecnológico en todos sus niveles, en ese momento el precio de uno de estos aparatos se estimaba en seis millones de dólares aproximadamente. Dentro de este esquema de equipamiento, finalmente se adquirieron en Suiza los aviones Pilatus PC-7 con la triple función de entrenadores/apoyo a tierra/seguridad interior a partir de 1978. Primero con el escuadrón de entrenamiento de la Escuela Militar de Aviación en Zapopan, Jalisco que utilizaba AT-6 y después en los demás Escuadrones Aéreos que utilizaban T-28 dejando al FUGA Magíster en el camino. Una de las opciones consideradas para el arma de caza durante los últimos años de la década de los setenta era el de aprovechar el Programa de Ventas Militares del Gobierno de los Estados Unidos, para la compra de un Escuadrón Aéreo de aviones de combate y de todo el aparato logístico y de capacitación alrededor de ellos, vislumbrando la posibilidad de equiparse de 26 aparatos Northrop F-5E/F que formarían un Grupo Aéreo, pero en 1977 el presidente James Carter decretó la Directiva Presidencial 13 (PD-13) con la intención de que la transferencia de armas estuviera ligada directamente a mejorar los intereses de seguridad de Estados Unidos y las vinculó estrechamente a los historiales de derechos humanos de los gobiernos receptores, esta primera solicitud se rechazó en 1979. Esta directiva impuso límites en el monto del dinero de las ventas y prohibió que Estados Unidos introdujera en una zona armamentos que sean más sofisticados que los que ya existían en ella, limitó la producción de armamentos que se desarrollaran exclusivamente para exportación y puso muchas otras limitaciones. Muchos analistas señalaron que la presidencia de Carter fue incongruente en la aplicación de la PD-13, ya recibió gran oposición incluso dentro de su propia administración. Mientras que el presidente Carter prohibió las ventas de aviones a América Latina, propuso una de las ventas más grandes de aviones a Israel, Arabia Saudita y Egipto en la primavera de 1978, proporcionando un claro ejemplo de las incongruencias de sus políticas. Así las cosas la FAM, volvió a su primera opción, el avión de combate multipropósito supersónico de fabricación israelí Kfir C-2 de acuerdo a la propuesta presentada por el gobierno de Israel, llegando incluso a la visita de sus representantes durante el mes de enero de 1980 para estudiar la compraventa de veinticuatro de estas aeronaves, con posibilidades de llevar a cabo el ensamblado de estos en territorio mexicano y convertirse en plataforma de producción para posibles ventas en Latinoamérica. Un Boeing 727 de la Fuerza Aérea Mexicana se desplazó a Israel y dos pilotos, el General de Grupo Javier Velarde Quintero y el Capitán Alberto Esquinca Gurrusquieta, realizaron vuelos de prueba en el avión. El avión Kfir, que era una muy mejorada evolución del Mirage 5, de origen francés y que presentaba un notorio incremento sobre las prestaciones de los Mirage originales en gran parte por la adopción de planos canard  y un motor mucho más potente, en este caso un turborreactor de flujo axial General Electric J79. El motor norteamericano presentaba en si un obstáculo en el diseño del Kfir que a la larga no permitirá su llegada a México, siendo este motor la causa de la restricción para su venta a terceros países, ya que al estar equipado con un motor norteamericano, para la venta de los aviones se tenía que pedir autorización del Departamento de Estado Norteamericano, que decidió no otorgar la licencia de reexportación de los motores J-79, al no concretar un acuerdo de compensación para General Electric. Esta falta de compensaciones por parte de Israel fue el obstáculo principal para que el Kfir no llegara a México, así de simple, ni el inexistente tratado de Bucareli, ni conspiraciones son las causas. Por su parte la Secretaría de la Defensa Nacional teniendo conocimiento de que otros países como la Argentina no pudieron tampoco obtener la aeronave, causaron el derrumbe de la adquisición mexicana, que de cualquier manera no había cesado en su interés por el caza ligero de Northrop, que era de nueva construcción. A la luz de los años es muy probable que la empresa israelí, al no obtener la autorización para la venta del motor J-79, haya ofrecido a la FAM como lo hizo a la Argentina un avión como el Nesher que era una versión de transición desarrollada a partir del Mirage V con distintas modificaciones, escasa aviónica y reducida capacidad de ataque diurno y sin radar, lo que contrastaba con las prestaciones de un avión nuevo como el F-5E y que inclinaron totalmente la opción de compra hacia el avión de Northrop. Es de hacer notar que lo que México y la Argentina no lograron, el Ecuador si lo lograría, ya que comenzó a operar el Kfir en su Fuerza Aérea a partir de marzo de 1982, muy probablemente autorizando la importación del motor norteamericano como

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  • Uruguay adquiere el A-29 Super Tucano

    Uruguay adquiere el A-29 Super Tucano0

    La empresa aeroespacial brasileña Embraer anunció hoy la venta de hasta seis aeronaves A-29 Super Tucano a la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU). El contrato, que forma parte de un programa de renovación de flota para ampliar la capacidad operativa de la FAU, prevé la adquisición de una aeronave más el compromiso de adquirir cinco unidades adicionales, con entregas previstas a partir de 2025, incluyendo equipos de misión, servicios logísticos integrados y un simulador de vuelo. Con la adquisición de estos nuevos aviones de ataque A-29 Super Tucano, la FAU podrá comenzar el proceso de reemplazo de sus aeronaves A-37B Dragonfly.  El A-29 Super Tucano es líder mundial en su categoría, con más de 260 pedidos, superando las 570.000 horas de vuelo, de las cuales 60.000 en combate. El número de fuerzas aéreas que operan el A-29 Super Tucano crece de manera constante debido a su inigualable combinación de características, que lo convierten en la opción más rentable, accesible y versátil. Con este pedido, Uruguay se convierte en la sexta nación en operar el A-29 Super Tucano en América del Sur junto con Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Paraguay. Debido a su flexibilidad operativa en la región sudamericana, la aeronave se utiliza para varias misiones, principalmente para el control de actividades ilegales, monitoreo de fronteras, reconocimiento y entrenamiento avanzado. Una flota regional de más de 160 Super Tucanos opera en los ambientes más austeros y exigentes de Sudamérica, desde la húmeda y cálida selva amazónica, las regiones frías del sur de Chile hasta el calor del desierto más al norte, desde las regiones montañosas de Colombia y Ecuador hasta las costas del Atlántico y del Pacífico. “Nos sentimos honrados por la decisión de la Fuerza Aérea Uruguaya, otra nación sudamericana, de elegir el A-29 Super Tucano, una aeronave que es referencia en su segmento en el mercado internacional. Con esta adquisición, Uruguay tendrá capacidades diferenciadas que contribuirán en gran medida a la vigilancia de sus fronteras y aumentarán la preparación operativa de la FAU”, afirmó Bosco da Costa Junior, presidente y CEO de Embraer Defence & Security. “Uruguay busca fortalecer sus capacidades de vigilancia del espacio aéreo y respuesta a amenazas, y para ello cuenta con tecnología brasileña, que propone una plataforma muy adecuada para estos fines, como son los A-29 Super Tucanos”, afirmó el Ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Omar Paganini. “Con esta incorporación damos un gran paso adelante en la mejora de nuestras capacidades de defensa y en la respuesta a las necesidades de control de nuestra soberanía territorial y de lucha contra el delito en todas sus formas”, afirmó el Ministro de Defensa Nacional de Uruguay, Armando Castaingdebat. “Cabe destacar que desde 1981 nuestro país no ha adquirido nuevos aviones de combate. Es precisamente por ello que la mencionada adquisición de aeronaves generará una gran motivación y satisfacción profesional en la Fuerza Aérea”, afirmó el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Uruguaya, General Luis H. De León. Para las Fuerzas Aéreas que buscan una solución probada, integral, eficiente, confiable y rentable en una única plataforma, junto con una gran flexibilidad operativa, el A-29 Super Tucano ofrece una amplia gama de misiones como apoyo aéreo cercano, patrulla aérea, operaciones especiales, interdicción aérea, JTAC, controlador aéreo avanzado (FAC), coordinador aéreo y táctico (TAC), ISR armado, vigilancia de fronteras, reconocimiento, escolta aérea, entrenamiento básico, operativo y avanzado, transición a cazas de superioridad aérea, entrenamiento JTAC/LIFT y FAC. El A-29 Super Tucano es el avión multimisión más eficaz de su categoría, equipado con tecnología de última generación para la identificación precisa de objetivos, sistemas de armas y un conjunto completo de comunicaciones. Su capacidad se ve reforzada aún más por los avanzados sistemas de aviónica HMI integrados en un fuselaje robusto capaz de operar desde pistas sin pavimentar, en entornos austeros y sin infraestructura. Además, la aeronave tiene un concepto de mantenimiento simple, que ofrece altos niveles de confiabilidad, disponibilidad e integridad estructural con bajos costos de ciclo de vida.

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  • La nave Starliner Regresará a la Tierra sin Tripulación; y los astronautas regresarán en febrero

    La nave Starliner Regresará a la Tierra sin Tripulación; y los astronautas regresarán en febrero0

    La NASA traerá de regreso a la Tierra a la nave espacial Starliner de Boeing sin los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams a bordo de la nave espacial, según anunció la agencia el sábado. El regreso sin tripulación permite a la NASA y a Boeing seguir recopilando datos de prueba de Starliner durante su próximo vuelo de regreso a casa, sin aceptar más riesgos de los necesarios para su tripulación. Wilmore y Williams, que volaron a la Estación Espacial Internacional en junio a bordo del vuelo de prueba tripulado de la nave Starliner, han estado ocupados apoyando la investigación, el mantenimiento y las pruebas del sistema Starliner y el análisis de datos de la estación, entre otras actividades. “Los vuelos espaciales son arriesgados, incluso en sus formas más seguras y rutinarias. Un vuelo de prueba, por naturaleza, no es seguro ni rutinario. La decisión de mantener a Butch y Suni a bordo de la Estación Espacial Internacional y traer a casa la Starliner de Boeing sin tripulación es el resultado de nuestro compromiso con la seguridad: nuestro valor fundamental y nuestra Estrella del Norte”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. “Estoy agradecido a los equipos de la NASA y de Boeing por todo su increíble y detallado trabajo”. Wilmore y Williams continuarán su trabajo formalmente como parte de la tripulación de la Expedición 71/72 hasta febrero de 2025. Volarán a casa a bordo de una nave espacial Dragon con otros dos miembros de la tripulación asignados a la misión SpaceX Crew-9 de la agencia. Se espera que Starliner despegue de la estación espacial y realice un reingreso y aterrizaje autónomos seguros y controlados a principios de septiembre. La NASA y Boeing identificaron fugas de helio y experimentaron problemas con los propulsores de control de reacción de la nave espacial el 6 de junio cuando Starliner se aproximaba a la estación espacial. Desde entonces, los equipos de ingeniería han completado una cantidad significativa de trabajo, incluida la revisión de recopilación de datos, la realización de pruebas de vuelo y en tierra, la realización de revisiones independientes con expertos en propulsión de la agencia y el desarrollo de varios planes de contingencia para el regreso. La incertidumbre y la falta de coincidencia de expertos no cumplen con los requisitos de seguridad y rendimiento de la agencia para los vuelos espaciales tripulados, lo que impulsó a la dirección de la NASA a trasladar a los astronautas a la misión Crew-9. “Decisiones como esta nunca son fáciles, pero quiero felicitar a nuestros equipos de la NASA y Boeing por su análisis exhaustivo, discusiones transparentes y enfoque en la seguridad durante el vuelo de prueba tripulado”, dijo Ken Bowersox, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales de la NASA. “Hemos aprendido mucho sobre la nave espacial durante su viaje a la estación y sus operaciones acopladas. También continuaremos recopilando más datos sobre Starliner durante el regreso sin tripulación y mejoraremos el sistema para futuros vuelos a la estación espacial”. Starliner está diseñada para operar de forma autónoma y anteriormente completó dos vuelos sin tripulación. La NASA y Boeing trabajarán juntos para ajustar la planificación del final de la misión y los sistemas de Starliner para preparar el regreso sin tripulación en las próximas semanas. Starliner debe regresar a la Tierra antes del lanzamiento de la misión Crew-9 para garantizar que haya un puerto de acoplamiento disponible en la estación. “Starliner es una nave espacial muy capaz y, en última instancia, esto se reduce a la necesidad de un mayor nivel de certeza para realizar un regreso tripulado”, dijo Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA. “Los equipos de la NASA y Boeing han completado una enorme cantidad de pruebas y análisis, y esta prueba de vuelo está proporcionando información crítica sobre el rendimiento de Starliner en el espacio. Nuestros esfuerzos ayudarán a preparar el regreso sin tripulación y beneficiarán en gran medida a las futuras acciones correctivas para la nave espacial”. El Programa de Tripulación Comercial de la NASA requiere que la nave espacial realice un vuelo de prueba tripulado para demostrar que el sistema está listo para vuelos regulares hacia y desde la estación espacial. Después del regreso de Starliner, la agencia revisará todos los datos relacionados con la misión para informar qué acciones adicionales se requieren para cumplir con los requisitos de certificación de la NASA. La misión SpaceX Crew-9 de la agencia, originalmente programada con cuatro miembros de tripulación, se lanzará no antes del martes 24 de septiembre. La agencia compartirá más información sobre la misión Crew-9 cuando se finalicen los detalles. Actualmente, la NASA y SpaceX están trabajando en varios elementos antes del lanzamiento, incluida la reconfiguración de los asientos en la nave Dragon para la Crew-9 y el ajuste para llevar carga adicional, efectos personales y trajes espaciales específicos de Dragon para Wilmore y Williams. Además, la NASA y SpaceX utilizarán ahora las nuevas instalaciones del Complejo de Lanzamiento Espacial 40 en la Estación Espacial de Cabo Cañaveral en Florida para lanzar la Crew-9, que proporciona una mayor flexibilidad operativa en torno al lanzamiento de la misisón Europa Clipper planificado por la NASA. La misión Crew-9 será la novena misión rotatoria a la estación espacial en el marco del Programa de tripulación comercial de la NASA, que trabaja con la industria aeroespacial estadounidense para cumplir con el objetivo de un transporte seguro, confiable y rentable hacia y desde el puesto avanzado orbital en cohetes y naves espaciales de fabricación estadounidense que se lanzan desde suelo estadounidense.

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