En medio de un reciente envío de refuerzos a Siria, las Fuerzas Aéreas de Rusia ha movilizado varios de sus últimos cazas de 5ª generación, Sukhoi Su-57 (anteriormente conocido como T-50 o PAK FA), para fortalecer la lucha antiterrorista en el país árabe.
De acuerdo con la evidencia fotográfica, al menos dos cazas Su-57 han llegado a la base aérea rusa de Hmeimim, sita en la provincia costera de Latakia, según ha informado este jueves el portal web local Al-Masdar News
El envío de refuerzos ha sido realizado ayer miércoles e incluye cuatro aviones de combate tipo Sukhoi Su-35S, cuatro bombarderos Su-25, así como un avión de alerta temprana y control aerotransportado Beriev A-50U «Shmel» (designación OTAN: Mainstay).
La citada fuente precisa que con la llegada de los Su-57 parece que Moscú espera grandes escaladas en Siria durante 2018 y quiere estar completamente preparado para cualquier situación drástica que podría surgir en el país árabe.
El nuevo Su-57 está desarrollado para la superioridad aérea y los roles de ataque; está equipado con un innovador sistema de aviónica capaz de realizar cálculos autónomos de la situación del campo de batalla para ayudar al piloto.
El avión de combate también está equipado con un radar activo en fase aerotransportada, lo que le permite detectar objetivos aéreos, terrestres y navales a distancias mucho más allá del sistema más moderno, así como golpear al enemigo con una variedad de armas modernas, incluyendo misiles especiales antirradares, aire-aire y aire-tierra de corto, mediano y largo alcance.
Los medios han sugerido que los nuevos aviones de guerra enviados por Rusia serán utilizados para apoyar la tan esperada operación militar del Ejército sirio en la región de Guta Oriental, considerada el principal bastión de los grupos armados, incluidas facciones vinculadas a Al-Qaeda, en las inmediaciones de Damasco (capital siria).
Algunos medios ha especulado sobre la necesidad real de llevar los Su-57 a Siria parece poco factible, porque si bien los dos prototipos más recientes del caza son básicamente iguales a su versión de la producción en serie e incluso están considerados ‘capaces de actuar en combate’, hay que tener en cuenta que los aviones técnicamente no pertenecen a la Defensa rusa sino que son propiedad de la empresa diseñadora, Sukhoi.
Al mismo tiempo, la misma Defensa del país recientemente declaró el fin de la primera fase de ensayos de los Su-57 y firmó un acuerdo con Sukhoi para los ensayos llamados ‘de explotación y combate’.
En este sentido, existe una posibilidad de que la llegada a Siria pudiera ser parte de estos ensayos, por ejemplo, a la hora de probar los radares del avión o su rendimiento en condiciones de clima desértico, otra versión posible sería un gesto simbólico, es decir el empleo de una aeronave moderna como una señal para otros actores en la región.
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